José María Aznar se ha convertido en un arma muy especial de Casado para actuar en 'territorio Vox'. El expresidente de los populares se ha tomado muy en serio su participación en esta campaña, que considera 'crucial' para dibujar el futuro del país en los próximos lustros. Aznar escenificó en Barcelona su reaparición en un acto electoral de su partido después de quince años de distanciamiento. Fue en el arranque de campaña de Cayetana Álvarez de Toledo. Aznar estuvo a la altura: "Nadie me dice a la cara lo de la derechita cobarde". Mensaje directo contra Santiago Abascal, quien en su día, cuando el PP de Mayor Oreja y María San Gil, fue uno de sus seguidores más fieles.
Ahora se dispone a visitar Almería, concretamente, El Ejido, una plaza dura de Vox, como quedó demostrado en las elecciones autonómicas que defenestraron a Susana Díaz. El partido de Abascal tiene en Andalucía su bastión más potente, de acuerdo con lo que auguran los sondeos. Y, en forma especial, en Almería, donde Vox consiguió el 17 por ciento de los votos y se situó como la tercera fuerza en las autonómicas. Concretamente en El Ejido, se alzó con la victoria, por encima incluso del PP. Allí acude Aznar, a intentará frenar la previsible sangría rumbo a su más directo competidor.
Regreso a los orígenes
También acudirá a Albacete este miércoles. Los sondeos predicen un buen resultado para Vox en esta provincia del sur de la Mancha, una plaza donde no presentó candidato en las últimas generales. Y asimismo, estará en Burgos, la única localidad castellano-leonesa en la que estará presente, un guiño a la España vacía y a su tierra, la comunidad de la que fue presidente. El PP aspira a mantener su fortaleza en esa región, tradicionalmente conservadora, en la que Casado ha predicado con insistencia el riesgo de que el centroderecha disgregue su voto.
El presidente de Faes ya ha acudido a la Comunidad Valenciana en dos ocasiones (Valencia y Elche), a Murcia y a Sevilla, en el fortín popular de Tomares. No ha dicho un 'no'. No ha retaceado ni un gesto, ni una ayuda a Pablo Caasado, con quien habla por teléfono con asiduidad. No se ven personalmente, porque no hay tiempo, dicen en el equipo de Casado. El líder del PP ha programado una campaña en la que no coincidirá con Aznar hasta el cierre en el Palacio de los Deportes de Madrid, este viernes.
Tampoco ha coincidido con Mariano Rajoy, otro expresidente que ha comparecido en algunos mítines en Galicia, pero sin el entusiasmo y la entrega que está demostrando Aznar. El presidente de Faes aprovechó incluso las vacaciones de Semana Santa para grabar un mensaje personal en el que apela a la unificación del voto del centroderecha, imprescindible para evitar el triunfo del bloque de la izquierda. Este mensaje lo remitió luego a amigos y simpatizantes de su formación.
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