La última oleada de sondeos publicada este fin de semana no augura resultados bonancibles para el PP. "No pasa nada, faltan cinco semanas", comentan en la sede nacional de Génova. Hay una cierta sensación de que los líderes regionales miran más por el 26-M que por el 28-A. Es decir, que están a lo suyo, que son autonómicas y municipales, y se olvidan de la cita crucial, las generales, dramáticas y definitivas para el futuro de España, como gusta decir Pablo Casado.
Teodoro García Egea se reunió este lunes con los cabeza de lista a las elecciones legislativas. Rostros amables y sonrientes mientras las cámaras estaban en la sala. Luego, un cambio de tercio. Más severidad y exigencia. Egea reclamó más entrega, más participación y más esfuerzo en la cita electoral de abril. Le pidió a los candidatos que transmitan a sus líderes provinciales o locales respectivos esta consigna del propio Casado. "No se puede aflojar", insistió Egea. El panorama, en efecto, no pinta demasiado bien.
El espejo andaluz
El PSOE no afloja en los sondeos y Vox, aunque a un ritmo menor, no cesa de escalar. Lo más preocupante del panorama es que el PP prosigue su evolución declinante y, lo más grave, la suma de los tres partidos constitucionalistas, eso que se denomina 'el trío de Colón', no suma. Esta es la clave para el PP. "Así no sumamos", será la consigna con la que los aspirantes populares se batan el cobre por las plazas y las calles en las próximas semanas.
García Egea dejó bien claro a los presentes que Casado quiere un esfuerzo mayor de cara a las generales. "Tendrán un efecto arrastre sobre las autonómicas", comentan en fuentes del partido. "Son como la primera vuelta". El PP tiene que sacar mucha ventaja a sus dos rivales del sector del centroderecha, tiene que quedar claro qué partido es alternativa de gobierno y qué partido es el que manda en ese bloque ideológico. Nadie piensa en que Vox quede por delante del PP, pero nadie garantiza nada.
El objetivo de repetir un acuerdo 'a la andaluza' se antoja muy complicado. El PP tiene que remontar el vuelo, Ciudadanos ha de desperezarse y Vox mantener sus resultados. "Ahora mismo, los únicos que suman con el PSOE son Cs y los separatistas", comentan estas fuentes. Esto puede ocurrir. En Génova nadie descarta que, en su momento y si fuera posible, Albert Rivera llegaría a un acuerdo con el PSOE y gobernaría tan feliz con Pedro Sánchez.
La herencia de Rajoy
La preocupación primigenia de los líderes autonómicos es lo que vaya a ocurrir en su parcela el 26 de mayo. La convocatoria anticipada de las generales por parte de Pedro Sánchez le pilló a la dirección del PP con el pie cambiado. Esperan la cita electoral para este otoño. Ahora se superponen ambos comicios y resulta complicado elaborar sendas campañas casi simultáneas.
La 'limpia' que ha hecho Casado en las listas electorales también ha dejado alguna huella. El 'marianismo' y el 'sorayismo', prácticamente fulminados, no cesan en sus lamentos y en sus críticas. Los candidatos desplazados o, sencillamente, sepultados, dejan oir su interminable queja. Algunos 'casadistas' incluso comentan que no es necesario ser tan duro con la herencia de Rajoy. El actual líder del PP tiene bastante cuidado en mencionar, cuando surge la ocasión, la espléndida labor de su predecesor. Algo complicado si se piensa en que Casado heredó un PP con tres millones de votos menos que los que recibió en su Rajoy.
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