Cientos de banderas de España inundaron una vez más la madrileña plaza de Colón, donde el pasado mes de febrero se fotografiaron juntos el líder del PP, Pablo Casado, el de Ciudadanos, Albert Rivera y el de Vox, Santiago Abascal. La foto de la derecha divida en tres que llevó a Pedro Sánchez a apretar el botón nuclear de las elecciones generales.
Pero este viernes sólo estaba Abascal. "El 28 de abril elegimos o la anti-España o la España viva", exclamó ante miles de personas congregadas bajo la gran bandera que preside la plaza (20.000 según la organización). El líder de Vox llamó con energía a la movilización de todos los simpatizantes de su partido para desalojar a los socialistas del poder. "Este domingo vamos a espantar del Palacio de La Moncloa a los traidores sin escrúpulos que se han instalado en él", arengó.
Entre gritos de "¡presidente, presidente!", Abascal recordó las decenas de mítines celebrados en las últimas dos semanas en distintas ciudades españolas, donde ha logrado llenos absolutos como el de Valencia de este jueves o el de Sevilla, un día antes. Ahora pone punto y final a una campaña en la que el candidato no ha dado ninguna rueda de prensa y contadas entrevistas en medios nacionales. Además, se quedó fuera de los dos debates electorales organizados por RTVE y Atresmedia el pasado lunes y partes por decisión de la Junta Electoral Central (JEC).
Abascal relató ante los suyos el camino recorrido durante los dos últimos años hasta la cita con las urnas de este domingo. Fijó el comienzo en el 7 de octubre de 2017, con el histórico discurso del rey Felipe VI tras el desafío secesionista. Un año más tarde llegó el multitudinario acto de Vistalegre “que pilló por sorpresa a progres y separatistas”. El tercer episodio se dio con las elecciones andaluzas de diciembre en las que, según denunció el líder de Vox, las sondeos no auguraron los doce diputados que consiguieron. “Ninguna encuesta fue capaz de predecir que Andalucía iba a iniciar la reconquista desde el sur”, exclamó.
Ninguna encuesta fue capaz de predecir que Andalucía iba a iniciar la reconquista desde el sur”
"Las casas demoscópicas vendidas van a cerrar la mitad los próximos días...", ironizó el líder de Vox. Pero "ya hemos ganado porque ya hemos puesto todos los debates encima de la mesa y ya nunca van a poder meterlos en el armario", remató durante su último mitin antes de la jornada de reflexión de este sábado.
Los últimos sondeos publicados sitúan a Vox por encima del 11% en intención de voto. Aunque tanto en Moncloa como en el PP preocupa que la alta volatilidad electoral, una gran bolsa de indecisos y el reparto de escaños en el Congreso propio de la ley D’Hont pueda dar un vuelco a los resultados y elevar su número de diputados.
Antes de Abascal tomaron la palabra tanto el candidato al Ayuntamiento de Madrid y número dos al Congreso, Javier Ortega Smith, y la candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio. "El domingo comenzará esa transición que va a lograr liberar las instituciones de los que las han puesto al servicio de los enemigos de España", dijo el primero. "A la dictadura 'progre' le quedan menos de cuarenta y ocho horas. (…) Con vuestros votos sacaremos a los traidores del Congreso y devolveremos a España la dignidad”, sentenció la segunda.
El domingo por la noche, los líderes de Vox volverán al mismo escenario. Seguirán el recuento desde el Hotel Gran Meliá Fénix, a escasos metros de la sede del Partido Popular, en la calle Génova.
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