"Quiero un cara a cara con Sánchez", ha dicho Pablo Casado en una entrevista que publica este domingo El Español. La declaración del líder del PP es la mejor prueba de quien está ganando, al menos en el arranque, la agenda de la campaña rumbo al 28 de abril: Pedro Sánchez y su asesor, Iván Redondo, mentor de la estrategia de la polarización y el miedo a la derecha.
La práctica totalidad de las encuestas sitúan claramente en cabeza al líder de los 82 escaños, y tanto PP como Cs están acusando el golpe. "Ha llegado el momento de echar a Sánchez de La Moncloa", decía este sábado Inés Arrimadas tras anunciar su salto a la política nacional con un discurso casi exclusivamente centrado en marcar distancias con el presidente de Gobierno.
Con su irrupción, la candidata más votada en Cataluña parece haber asumido la necesidad de dar un auxilio de imagen al líder de su partido, Albert Rivera, que este domingo se topa con un frenazo impactante en el sondeo de Sigma Dos: 20 escaños menos que en diciembre. Tendrá que cotejar si una estrategia centrada en superar al PP compensa el riesgo de impulsar al candidato del PSOE.
Nadie habla ya casi de Podemos, que de acuerdo a todos los sondeos, sufrirá el mayor de los naufragios. Sí habla Sánchez, y mucho, de Vox, que de acuerdo a la encuesta de Sigma Dos, bordea los 50 escaños y está cerca de dar el sorpasso a los de Pablo Iglesias e incluso, a Ciudadanos.
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