El PP ha arrasado este domingo en las elecciones autonómicas de Galicia. La mayoría absoluta de Alfonso Rueda, más contundente de lo que pronosticaban algunos sondeos, supone un impulso al liderazgo nacional de Alberto Núñez Feijóo, que quedó muy tocado tras las generales del verano pasado.
La victoria no ha sido la única buena noticia en la sede del partido en la calle Génova de Madrid. El batacazo del PSOE, convertido en una formación residual en Galicia, y el de Sumar, que se queda fuera del Parlamento, agravan todavía más la debilidad del Gobierno de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz y su dependencia del separatismo catalán.
El PP ha logrado su quinta mayoría absoluta consecutiva en Galicia. Es la primera de Rueda tras las cuatro anteriores de Feijóo. Rueda ha logrado el 47,5% de los votos y 40 escaños, con el 99% del voto escrutado, y un aumento de 18 puntos en la participación con respecto a la cita de hace cuatro años. Son dos diputados menos que en 2020. Queda por contar el voto exterior, que en Galicia representa el 18% del censo y suele ser bastante propicio para el PP. El resultado evidencia que el adelanto electoral a febrero fue un acierto del presidente autonómico gallego.
Galicia impulsa a Feijóo
Feijóo, que se ha implicado en la campaña casi como si fuera el candidato otra vez, sale reforzado de esta primera cita con las urnas tras el chasco del 23-J. La contundencia de la victoria, el batacazo del PSOE y la irrelevancia de Vox -que no consigue entrar al Parlamento- convierten a Galicia en el territorio más propicio para los populares y un espejo en el que mirarse de cara a las próximas citas electorales del País Vasco y las europeas del 9 de junio.
El líder del PP ha declinado realizar una valoración pública de la victoria, que hará el martes. La secretaria general del partido, Cuca Gamarra, sí ha comparecido brevemente ante los medios. Y ha asegurado que el 18-F envía el primer mensaje a Sánchez ante el nuevo ciclo electoral.
"Es la demostración de que su política cuenta con el rechazo de la sociedad española", ha dicho Gamarra. "España se jugaba mucho en Galicia y los gallegos han sabido responder a favor de Galicia y de España. Entre muros o puentes han elegido puentes, entre lío o estabilidad han elegido estabilidad y entre división o unión han elegido inteligentemente unión".
Sánchez hunde al PSOE
El PSOE, por su parte, sigue caminando por la senda de la irrelevancia territorial que inició con la catástrofe del 28 de mayo. Los 9 escaños -apenas el 14% de los votos- que ha logrado José Ramón Gómez Besteiro son su peor resultado en Galicia en democracia. Y le confirman como tercera fuerza en la Cámara autonómica, muy por detrás del BNG.
"No obtuvimos los resultados que esperábamos. Y debo decirlo así, sin paliativos", ha dicho Gómez Besteiro. "Ningún cambio es fácil, ni consigue de un día para otro. Debemos consolidar un proyecto que sea una verdadera alternativa real".
Besteiro ha evitado mencionar al líder de su partido. Pero lo ocurrido en Galicia es un golpe evidente para Sánchez y su Gobierno. No se oirán voces críticas ni en Ferraz ni en el conjunto del PSOE, entregado en cuerpo y alma a su líder haga lo que haga; diga lo que diga.
El problema del PSOE no es únicamente el rechazo evidente que genera la amnistía. El hundimiento gallego confirma una tendencia en las nacionalidades históricas. Esa tendencia es que el voto de izquierda se concentra en el partido separatista. En este caso el BNG, que sube seis escaños hasta los 25 diputados. Ana Pontón es, junto a Rueda, la otra gran triunfadora de la noche electoral.
"Tenemos un resultado que rompe nuestro techo electoral, que nos sitúa como la esperanza del cambio en Galicia", ha dicho Pontón. "Pero este resultado nos parece insuficiente. Nuestro objetivo era abrir un nuevo tiempo y dar a los gallegos un gobierno liderado por el BNG".
Vox y Sumar, fuera del Parlamento
Si Sánchez se la ha pegado, el resultado de Yolanda Díaz roza el ridículo. Sumar ha logrado el 1,9% de los papeletas y se queda fuera del Parlamento. El tirón de Díaz en su tierra es nulo. Podemos, que se presentaba por separado, ha obtenido menos votos que el Pacma. Sólo el 0,25%.
Vox tampoco ha podido superar el muro gallego. El partido de Santiago Abascal ha calcado prácticamente sus resultados del 2020 y se vuelve a quedar fuera del Parlamento. Abascal presentó a un candidato totalmente desconocido a estas elecciones y sigue sin poder hacer frente a la hegemonía del PP en Galicia. El problema para Abascal es que esta nuevo fracaso se produce en un contexto de crisis para el partido tras el mal resultado de las generales y la salida o purga de algunos de sus referentes a nivel nacional y autonómico.
La única novedad en el Parlamento gallego es la irrupción del indescriptible Gonzalo Pérez Jácome y su Democracia Ourensana, que han logrado un acta por la provincia.
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