Política

Marta contra Elsa: duelo de damas por la herencia de Puigdemont

Carles Puigdemont tiene los días contados. El PDeCat es un partido en vías de extinción o de refundación. Elsa Artadi y Marta Pascal pugnan por liderar la nueva etapa de la antigua Convergencia

El futuro político de la antigua Convergencia pasa por las figuras de dos mujeres emergentes, según se coincide en medios soberanistas. Amortizado Carles Puigdemont, en el caso de que no logre una victoria en las urnas ni ser investido 'president', el partido que fundó Jordi Pujol se adentrará en un territorio ignoto. Una vía inevitable hacia la refundación, eternamente aplazada. Marta Pascal, en el 'núcleo duro' del del PDeCAT, y Elsa Artadi, la musa del sanedrín de Puigdemont, aparecen como las protagonistas de esa nueva era, ampliamente reclamada por las bases y por los cuadros históricos. 

Las aspiraciones de Artur Mas

Puigdemont ha centrado la campaña electoral en torno a su figura, convertida en el símbolo del rechazo al 155 y de la supervivencia de la república. Sus espectrales apariciones, sus fantasmagóricos mítines, su gestualidad teatral han funcionado en los sondeos... 'El partido del president, la plataforma del president, la campaña del president'... Un personalismo redundante y obsesivo, impulsado hasta el éxtasis por Elsa Artadi, su estratega mayor, la coordinadora de su equipo electoral.

Junts per Cataluña ha barrido de la escena al PDeCAT, en apenas unas semanas, hasta convertirlo en un leve recuerdo de un pasado que incluso estorba. Ni el presidente del partido, Artur Mas, ni la coordinadora general, Marta Pascal, se integraron en la candidatura, apenas han participado en los mítines, casi no se les ha visto durante la campaña. Elsa Artadi, por contra, en el puesto número diez de la lista, ha desarrollado una actividad frenética, en primera línea, con presencia en los actos electorales, mítines y discursos. Prácticamente desconocida hasta noviembre se ha convertido en una de las referencias inevitables del independentismo.  

En la vieja Convergencia se prepara el relevo de Puigdemont, silenciosamente, desde ya hace tiempo.  expresidente es el producto de una decisión errónea de Mas, quien pensó que sería una persona tímida y manejable. Y le salió un aspirante a reeditar el golpe de Companys. El PDeCAT está muy dividido, con enormes  tensiones internas que apenas han aflorado desde la proclamación de la independencia. Tan sólo Santi Vila, quien fuera doble consejero del Govern, osó levantar la voz y dimitió. Luego le defenestraron. 

Las grandes decisiones

Artur Mas siempre ha aspirado a protagonizar un regreso homérico. Tiene la idea de que, ante los disparates de Puigdemont, el partido reclamará su experiencia y su sensatez. Sus notorios vínculos con la corrupción de los Pujol  y esos largos años de escándalos, dificulta sus sueños. Sería Marta Pascal quien encarnaría esa imagen de la refundación. Joven, de 34 años, alejada del núcleo duro de Puigdemont, apreciada por los bases y por buena parte de la estructura del partido, podría ser la nueva figura de la formación. 

Pascal viajó a Bruselas para dejarle claro que si dejaba de lado el partido y formaba 'la lista del President', no recibirían ni un euro de las subvenciones oficiales para la campaña. El expresident tuvo que rectificar sus planes. En declaraciones periodísticas, Pascal se ha mostrado firme en defensa delPDeCAT, algo que apenas ya nadie hace. "La dirección del partido será quien tome las grandes decisiones políticas, quien elabore la estrategia, quien dirija los pactos, las políticas, las votaciones..." dijo en su momento. Reclamaba su papel en el futuro de la formación y, al tiempo, ponía a Puigdemont en su sitio. 

Tendría que enfrentarse a la propia Artadi, de quien habla como posible relevo de Puigdemont para ocupar la presidencia de la Generalitat en el caso de que los problemas jurídicos del expresidente no le permitan asumir ese puesto. "Presidente o presidente", era su eslogan estos días desde las brumas de Bruselas, como en su día fue el de "referéndum o referéndum".

Arti y Pascal mantienen unas relaciones de afabilidad impostada. La primera siempre ha estado en la Generalitat, en el Gobierno. La segunda, en el partido, en las bases. Una vez que Puigdemont desaparezca de la escena, lo que puede ocurrir este fin de semana, empezará a librarse este duelo de damas.

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