Los empresarios quieren que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se decida y acuerde la reapertura del comercio “cuanto antes”. Fuentes del Ejecutivo y de las asociaciones de empresarios aseguran que al menos desde hace dos semanas el sector privado se siente preparado para dar el paso y reabrir sus puertas. Sánchez debe decidir si avanzar en este sentido o escuchar los temores que provienen del Ministerio de Sanidad.
Las presiones son continuas desde hace “dos semanas”, aseguran fuentes conocedoras de las mismas. Los empresarios lograron que Sánchez desarticulara la hibernación de la economía, que se prolongó solo dos semanas. Podemos intentó que el presidente del Gobierno apostara por prolongar el cierre total de la economía y, desde entonces, varios segmentos del Gobierno se muestran más molestos con los de Pablo Iglesias y los cálculos del “equipo” de La Moncloa, liderado por el estratega Iván Redondo. Con la apertura de las tiendas, o la llamada fase dos del desescalamiento, Sánchez se enfrenta a la misma encrucijada.
Sanidad y sus expertos han entregado al presidente un informe en el que detallan los elementos que hay que cumplir para una apertura de los comercios (incluso bares y restaurantes). El problema es que para que se cumplan esas condiciones, los “indicadores”, es posible que haya que esperar más de tres semanas. Es decir, pasar al mes de junio. "Es demasiado tiempo", advierten desde el sector empresarial.
"Reabrir cuanto antes"
El músculo productivo del país cree, en cambio, que las actividades deben reanudarse en mayo. “Cuanto antes mejor”, remarcan. Sánchez tiene sobre la mesa otro informe que plantea dicha reapertura para el próximo 12 de mayo, como desveló en exclusiva Vozpópuli. Todo está listo para que dé su visto bueno. “Pero hace falta que se decida”, comentan fuentes del sector empresarial. Una espera excesiva, alertan, podría agravar los datos del desempleo y, por ende, la deuda pública.
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha reprochado este lunes al Gobierno “la ineficacia” a la hora de contar con los recursos y materiales de protección necesarios frente al coronavirus, lo que ha provocado “parte del retraso” en la desescalada. Las empresas han sido «más eficientes que el propio Gobierno» en traer los equipos de protección individual, se ha quejado en una entrevista en Canal Sur Radio.
Según fuentes gubernamentales, la propia CEOE se ha interesado por la reapertura de las tiendas, que consideran vinculadas al sector productivo. "Sin tiendas, no se venden los productos y se pierde trabajo", señalan desde este segmento.
"Llevamos dos meses cerrados y el coste es altísimo"
En la CEPYME también lamentan la falta de información del Ejecutivo y remarcan la importancia de que el comercio y la hostelería reanuden su trabajo. “Siempre condicionado a la emergencia sanitaria, que es prioritaria, pero llevamos casi dos meses parados y el coste es altísimo. Cada día tiene consecuencias enormes en la viabilidad de las empresas; están cerrando cada día cientos o miles”.
La información de la que dispone el gremio de los grandes empresarios es que al menos hasta el 9 de mayo, último día del estado de alarma, la situación no va a cambiar. A partir de ahí su deseo es que se produzca una “apertura gradual”. “Creemos que es urgente ir abriendo. El coste en empresas y empleos puede ser devastador. Y necesitamos un plan ya, que tiene que ser conocido para que el sector se prepare si tiene que hacer inversiones para mejorar la seguridad”.
División interna en el Gobierno
Como ya es habitual, el Ejecutivo se divide en dos frentes: los más sensibles a las exigencias de la empresa y los que se preocupan por el coste político de un paso en falso. Todos tienen miedo al rebrote, pero ponen sobre la mesa los millones de desempleados que se producirían si el Ejecutivo sigue andando con rodeos.
Los ministros del ámbito económico de los países europeos se quedaron impresionados cuando Nadia Calviño afirmó en una reunión del Eurogrupo de abril, antes de que se desbloqueasen las ayudas, que “cada semana que pasa vamos a tener un millón más de parados”. Con Reino Unido fuera de la UE, España es la cuarta economía del continente y su desplome acarrearía consecuencias imprevisibles para los demás socios. La desescalada tiene que ver con ese contexto.
El equipo de expertos epidemiólogos y sanitarios liderados por Fernando Simón, por otro lado, ha subido el tono. A diferencia de la fase anterior a la explosión de la Covid-19, cuando ignoró las alarmas de la OMS y minimizó el impacto del virus en España, esta vez Simón habla claro. El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) quiere que se dupliquen las UCIs como medida esencial antes de empezar la desescalada, además de reforzar la vigilancia epidemiológica y la detección precoz de contagios. “Hasta que no estén definidos y no se haga un análisis cuantitativo y cualitativo, no podemos saber qué comunidades cumplen requisitos”, dijo el ministro Illa el domingo.
El problema de este planteamiento es que está supeditando la decisión del Gobierno sobre la desescalada a tener un agregado de datos provenientes de las comunidades autónomas, que, como es habitual, se entrega de forma poco homogénea y a veces con retraso.
La medición al detalle de esos indicadores y la intención de tenerlo todo atado está frenando a Sánchez. El presidente está preocupado de que haya un rebrote antes de otoño. Cree que, de ser así, la oposición pediría sin ambages su cabeza. Máxime con la tardanza en tener listo el estudio serológico (los primeros datos se conocerán en dos semanas, pero se tenía que lanzar hace dos), y material sanitario como mascarillas y test rápidos. “Hace falta liderazgo”, se quejan las fuentes consultadas del sector económico que ven como cada minuto que pasa sin acción se pierden empleos.
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