Casi la mitad de los españoles atisban una legislatura corta. En concreto, un 48'7% cree que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acabará sucumbiendo ante su engorrosa mayoría de investidura y convocando elecciones generales más pronto que tarde. Por el contrario, un 40'8% sigue confiando en la archiconocida capacidad de resistencia del secretario general del PSOE y lo ven en el Palacio de Moncloa hasta 2027, cuando caduca su mandato constitucional. El resto, un 10'5%, permanecen impertérritos a la pregunta. Así se desprende de la encuesta elaborada por Hamalgama Métrica para Vozpópuli.
Lo cierto es que, pese al acuerdo firmado en Bruselas entre PSOE y PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) el pasado 25 de junio, histórico, por enconado tras cinco años y medio de bloqueo, y por la máxima tensión política que viven ambas formaciones; la legislatura no termina de coger vuelo. El Gobierno apenas ha conseguido sacar adelante la Ley de Amnistía, condición sine qua non para que Sánchez amarrara los necesarios votos del independentismo catalán, mientras asiste a cómo, día tras día, se abren nuevas grietas en la relación con sus socios. La última, el pasado jueves, durante la toma en consideración en el Congreso de la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Curiosamente, son los votantes de Sumar -y no los del PSOE- quienes más confianza depositan en el futuro del presidente del Gobierno. Hasta un 64'6% de los votantes de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, creen que la legislatura se llevará a término frente a un 58'7% de los votantes socialistas, un nada despreciable 5'9% menos, que mantiene intacta su esperaza en Sánchez.
Además, sólo uno de cada cinco votantes de la izquierda radical cree que Sánchez terminará adelantando las elecciones generales, lo mismo que opinan un 28'1% de los votantes socialistas. Es decir, la tesis mayoritaria entre los votantes de izquierda es que el presidente del Gobierno aguantará, si bien existen resquicios de duda en, aproximadamente, uno de cada cuatro de ellos.
Se trata de un paradigma radicalmente opuesto al percibido en la derecha. El convencimiento entre los votantes de Vox es máximo: hasta un 75'4% de simpatizantes de la formación de Santiago Abascal ven a Sánchez claudicando y convocando el partido de vuelta del 23-J. Más cautos se muestran los votantes del PP, a pesar de que fue el propio Alberto Núñez Feijóo quien reconoció el pasado 27 de junio, durante una entrevista en esRadio, que "el PP baraja la posibilidad de unas elecciones generales antes de que finalice 2024".
Estrategia de presión o firme convicción, el 58'8% de los votantes de Feijóo confían en que Sánchez adelante elecciones. Por el contrario, uno de cada tres electores del principal partido de la oposición (un 35'3%) cree que el secretario general del PSOE aguantará en la Moncloa. Se trata de un escenario que sólo baraja el 16'4% de los votantes de derecha radical.
La encrucijada de Illa
Pero si el futuro de Sánchez genera incertidumbre entre los españoles, más aún lo hace el de Salvador Illa entre los catalanes. En realidad, dos situaciones interconectadas por la presencia de ERC y Junts, el partido de Carles Puigdemont, en ambas ecuaciones. Por ello, no son pocos los que concluyen que el presidente del Gobierno podría convocar generales si finalmente el primer secreario del PSC no consigue amarrar los votos necesarios para ser investido presidente de la Generalitat. ¿El motivo? La fuerza electoral de los socialistas en Cataluña.
Y es que casi la mitad de los catalanes, hasta un 48'2%, prevé que volverán a ser convocados a las urnas en otoño y sólo un 29'6% cree que Illa conseguirá un acuerdo con ERC y los comunes para alcanzar su investidura. "Sumaríamos 68 de los 135 escaños del Parlament de Cataluña", recordó Illa en la Cadena Ser el pasado 17 de junio, durante la misma entrevista que reconoció que necesitaba "más tiempo" para "poder armar esta mayoría progresista, la única que puede hacer viable esta investidura".
Ficha técnica de la encuesta de Hamalgama
Tamaño de la muestra: 1.000 entrevistas para cada encuesta.
Error muestral: 3,16% para el conjunto de la muestra y un grado de confianza del 95,5%.
Metodología de trabajo: CATI (Entrevista telefónica administrada por ordenador). Teléfonos móviles y fijos cuyos titulares son particulares.
Procedimiento de muestreo: Polietápico, estratificado por conglomerados, con selección de las unidades primarias de muestreo (municipios) y de forma aleatoria proporcional las unidades últimas (individuos) por edad y género.
Estratificación: Cruce de la provincia con el tamaño de hábitat, dividido en 4 categorías:
1. Menos de 2.000 habitantes.
2. De 2.001 a 10.000 habitantes
3. De 10.001 a 50.000 habitantes.
4. Más de 50.000 habitantes.
Trabajo de campo: 1 al 6 de julio de 2024