El pasado miércoles el Congreso tumbó los presupuestos generales del Estado. Los grupos independentistas, ERC y PDeCat, el Partido Popular y Ciudadanos votaron a favor de las enmiendas de totalidad que volvían a poner el proyecto presupuestario en manos del Gobierno de Pedro Sánchez.
Un rechazo que limita el margen de maniobra del Ejecutivo y pone el más que posible adelanto electoral en primera línea. ¿Qué ocurriría si no lo hace? Tendría, pues, que gobernar con los PGE de Mariano Rajoy, a quien el propio Sánchez apartó de Moncloa tras ganar la moción de censura hace ya casi un año. Esto, sumado, a los escasos 84 diputados socialistas del Congreso.
El dilema ahora es la fecha de las próximas elecciones generales. Día, por cierto, que Pedro Sánchez elegirá con sólo tres personas y al margen del Gobierno.
Otoño, abril o 'superdomingo' electoral
En cualquier caso, la hoja de ruta la anunciará Pedro Sánchez este mismo viernes, al termina el Consejo de Ministros -que ordenará la exhumación de Franco-.
Sobre la mesa, tres propuestas: abril, que sería el 14 o el 28, jugársela todo a una carta con el 'superdomingo' electoral que tendrá lugar el próximo 26 de mayo (elecciones municipales, autonómicas y europeas) o esperar hasta otoño.
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