El vicepresidente, consejero de Deportes, Transparencia y portavoz de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado (1983, Madrid), teletrabaja desde su domicilio al igual que su mujer mientras su hijo de dos años corretea por la casa, de donde sale sólo para ir a actos institucionales o a reuniones "inaplazables" en la sede del Gobierno regional.
La semana en la que Ciudadanos ha recuperado influencia en la política nacional, su Gobierno regional ha sufrido el revés con la fase 1 un día después de la dimisión de la directora general de Salud Pública, Yolanda Fuentes, una renuncia de la que Aguado prefiere guardar silencio.
P. Ciudadanos ha vuelto a acaparar los focos y a ser influyente en la política nacional. Quién lo iba a decir con 10 diputados.
R. Si somos noticia y además creo es para bien, pues es que estamos haciendo las cosas bien. A pesar de tener 10 escaños, la importancia ahora es si eres útil o no. Y yo me quedo con la utilidad por encima de todo. Si con 10 escaños estamos siendo útiles, es una buena noticia para el centro político y los que creen en la moderación y en tender puentes.
Hay gobiernos autonómicos que están funcionando bien y en el Congreso hemos sido capaces de condicionar un estado de alarma exigiendo una serie de condiciones que nos han llevado a votar a favor por responsabilidad y por la negociación. Hemos recuperado ese protagonismo de meses anteriores siendo útiles y responsables.
P. ¿Cree que esta colaboración incipiente con el Gobierno se puede extender más allá del estado de alarma?
R. Siempre que redunde en el interés general y entendamos que es bueno para los españoles, trataremos de entendernos con el Gobierno y otros partidos de la oposición si hace falta. La gran fortaleza de un partido de centro, que no es sectario, que es práctico, pragmático y útil es que no tiene ningún problema en acordar puntos en común con otras formaciones políticas aunque piensen distinto. Creo que lo hemos demostrado desde que fundamos el partido.
P. ¿Le ha dolido el portazo de Juan Carlos Girauta?
R. No, a Juan Carlos Girauta le conozco desde hace tiempo y lo único que tengo son palabras de agradecimiento hacia él. Si ahora considera que ha terminado su tiempo en Ciudadanos, pues le deseo lo mejor en futuros proyectos. No tengo ninguna duda de que estará trabajando ya en la empresa privada, en la sociedad civil, porque a diferencia de otros partidos no dependemos de la política para poder vivir. Y eso nos hace mucho más libres que otras formaciones políticas.
P. La percepción es que hay muchas fugas en Cs, a un lado u al otro. Que cuando alguien discrepa, al final acaba dando un portazo. Primero algunos del sector crítico y ahora otros que están en la otra alma de Cs.
R. Es que Cs está formado por gente muy crítica y gente que no se casa con nadie y es muy libre. Igual que pueden salir gente como Girauta, pueden entrar otros muchos como hicieron hace unos meses Marcos de Quinto o Edmundo Bal. Es un partido de centro, donde las personas que consideran que las personas que no están de acuerdo, tienen total libertad para abandonarlo. Aquí no pedimos carné de nada. Lo que se invita a la gente es a participar de un proyecto de centro, de moderación, de reformas y en ese círculo nos movemos.
La irrupción de Inés Arrimadas como 'lideresa' del partido lo que va a hacer es darle otro enfoque y otro aire al partido. Va a impregnarle de otra realidad, distinta, ni mejor ni peor que la de Albert (Rivera), y que además va a generar bajas y altas. Pero el partido está fino, ágil, vivo. No significa que esté peor o mejor pero tiene otra orientación, otra estrategia por la que estamos apostando y en la que yo creo.
P. Antes les acusaban de partido veleta, ahora Girauta habla de bisagra. ¿Qué será lo siguiente?
R. Nos han llamado tantas cosas y tanta gente que ahora tenemos un escudo bastante grueso ante todo tipo de ataques. Pero es normal cuando tienes un país, un sistema político, una sociedad civil acostumbrada al bipartidismo, a los frente, al 'con mí o contra mí', pues que haya una tercera voz que busque tender puentes, el consenso, que parta sin apriorismos ni sectarismos en sus planteamientos, pues genera incomodidad. Yo estoy acostumbrado a que por las mañanas me llamen facha y por las tardes comunista peligroso. En el mismo día.
P. Habla de un nuevo escenario con Arrimadas. ¿Hay que enterrar definitivamente el 'no es no' a Sánchez que tanto marcó a Ciudadanos el año pasado?
R. Todo el mundo conoce nuestra opinión sobre Sánchez, sobre el Gobierno que ha conformado, con sus alianzas con Podemos. Pero en momentos como el actual, en situaciones excepcionales con 26.000 muertos encima de la mesa, pues creo que hay que intentar abandonar las filias y las fobias para intentar centrarnos en resolver los problemas de los ciudadanos, en ser útiles e intentar buscar la mejor solución para los españoles. Seguramente, todas las administraciones hayamos cometido errores. Y podemos centrarnos en los errores o en intentar buscar soluciones conjuntas. Es en lo que estamos.
Eso no significa ni que vayamos a cambiar el rumbo de los gobiernos en los que estamos coaligados con el PP. Supone una decisión donde primó lo correcto por encima de lo fácil. Donde entendíamos que si no se hubiera prorrogado el estado de alarma, pues habría sido contraproducente para esta 'desescalada'. Y por eso lo decidimos. Porque no tenemos ataduras ni mochilas, sino porque podemos hacerlo y creemos en ello.
P. Este giro vuestro coincide con su deseo de negociar la reconstrucción en Madrid con el PSOE, que dio el primer paso y que usted ha recogido el guante. Ahora bien, Isabel Díaz Ayuso se opone. ¿Estaría dispuesto a negociar a solas con el socialista Ángel Gabilondo?
R. En primer lugar, no ha habido ningún giro. En este momento en el que estamos, hay que olvidarse de la forma tradicional de hacer política, la de antes de la covid. Yo diferencio entre el pre-covid y el post-covid. Las cosas han cambiado y este virus ha hecho que todo se revuelva y la realidad se haya cambiado. Eso exige que la política cambie. Y que seamos conscientes de que nos tenemos que poner de acuerdo. Que el PP, Vox o el PSOE quieren seguir en el frentismo y viendo quién lo ha hecho mejor o peor, pues es una solución. Pero no sé si es lo que están esperando los españoles de nosotros.
Creo que lo ideal es ponernos de acuerdo, sentar las bases de una serie de pactos para reconstruir el país y también regionales, que es lo que le propongo a la presidenta y a Gabilondo. Que nos sentemos a hablar para sentar unas bases mínimas para poder reconstruir nuestra economía y reconstruir nuestras políticas sociales que están muy dañadas.
P. ¿En los próximos días tiene previsto esto de sentarse a negociar?
R. La semana que viene intentaré hablar con ambos y proponerles una reunión, un encuentro. No sé si querrán o no, pero me veo en la obligación moral de intentarlo.
P. ¿Una reunión a tres?
R. Sí, para mí sería lo ideal. Poder sentarnos la presidenta, Ángel Gabilondo y yo. Somos los tres partidos más votados en la Comunidad de Madrid y hay que empezar a hablar de reconstrucción como lo está haciendo el alcalde Madrid (José Luis Martínez-Almeida) o el presidente de Andalucía (Juan Manuel Moreno).
P. Y si Ayuso se niega, ¿decaería esa mesa a tres?
R. Si se niega, será una oportunidad perdida de poder demostrar a los ciudadanos que tenemos capacidad de diálogo y de consenso. Pero no depende de mí. Voy a intentarlo en el espacio de centro que ocupamos. Pero depende de los demás.
Nadie pide elecciones
P. ¿No teme estar tensando demasiado la cuerda con el PP?
R. Buscar el consenso no puede tensar la cuerda de nadie. Es como si el alcalde de Madrid, por proponer grupos de trabajo con la oposición, está tensando la cuerda. No, ni tampoco Moreno Bonilla en Andalucía. Es lo que toca. Si el PP no quiere presentarse bajo ningún concepto, pues lo respetaré y eso no afectará en nuestro día a día del Gobierno. Seguiremos con nuestra hoja de ruta, pero será una ocasión perdida de tender puentes y de intentar alcanzar un acuerdo que represente a una amplia mayoría de madrileños.
P. Lo decía porque dentro de unos meses se cumple el primer año de Gobierno de coalición y Ayuso tendría las manos libres para convocar elecciones anticipadas. ¿Eso le suena a ciencia ficción o lo ve en el horizonte?
R. Pues no creo que (Ayuso) esté pensando en eso. Pero está en su perfecto derecho. Sería romper el acuerdo de gobierno y llevar a Madrid a unas elecciones que nadie pide, que no son necesarias y que seguramente darían unos resultados bastante parecidos. No es un momento de pensar en clave de poder o de juego de tronos. No estamos en momento de nuevas elecciones ni de generar inestabilidad, sino de intentar presentar unas bases de una reconstrucción en una comunidad que está sufriendo mucho y con miles de autónomos que están perdiendo sus negocios, pymes que están cerrando. Si alguien está pensando en sus estrategias y regates cortos, si araña un escaño más o menos, pues allá cada uno.
P. ¿El delegado del Gobierno en Madrid (el socialista José Manuel Franco) debería dimitir como pide Ayuso?
R. No es el momento tampoco de pedir dimisiones porque ya habrá tiempo. Parece que estamos anteponiendo la política clásica a la que nos piden los ciudadanos. Todavía no hemos salido de la crisis. No estamos ni en la fase 1 como para empezar a pedir dimisiones.
P. ¿Qué de cerca estuvo el cese del consejero de Políticas Sociales (Alberto Reyero, Cs) a tenor de las palabras de la presidenta?
R. Nunca estuvo encima de la mesa y tampoco es competencia de la presidenta, según el acuerdo de gobierno, el cesar a los consejeros nombrados por Ciudadanos.
P. Pero esa competencia la tiene un presidente de Gobierno o un presidente autonómico.
R. La tiene sobre el papel jurídico. Podría hacerlo pero rompería el acuerdo de gobierno, en el que se dice que cada partido nombraba a sus consejeros y sus equipos de confianza. Ni se ha sugerido ni ha estado sobre la mesa (el cese) pues todos somos conscientes de las dificultades por las que hemos pasado.
P. ¿Qué ocurre ahora después de que el Gobierno les haya denegado la fase 1?
R. Es un jarro de agua fría para miles de autónomos y de pymes que están pendientes de un hilo, que no tienen ingresos y están al borde de la quiebra y planteándose cerrar. Si no abren el lunes, lo harán definitivamente. No nos podemos permitir como sociedad no arrancar la fase 1, con todas las garantías y con todas las protecciones necesarias, exigiendo el uso obligatorio de mascarillas. Desde luego, es un mazazo muy importante para el tejido económico y social.
P. Pero Fernando Simón ha insistido en que dar luz verde a la fase 1 se basa en criterios sanitarios y no económicos.
R. Si es así, entonces debería haber fase 1 porque cumplimos los criterios sanitarios mandados por el Ministerio (de Sanidad). Alguien debería decir por qué no es suficiente pues cumplimos los criterios cuantitativos.
P. Ayuso ha hecho hincapié en que el número de camas UCI ocupadas es muy alto. ¿No le da miedo que entrando en fase 1 luego haya un rebrote y todos le miren como el promotor de pasar ya a esa fase 1?
R. Hasta que haya vacuna, siempre va a haber la posibilidad de rebrote. El hecho de que ahora estemos en casa confinados no garantiza que mates al virus. Garantiza que no colapsan las Urgencias y eso lo hemos conseguido gracias al esfuerzo colectivo de millones de personas para aplanar la curva de contagio y que las UCIs no colapsarán. Pero por mucho tiempo que nos quedemos en casa, no vas a ganarle la batalla. En el momento en el que salgas, sea este lunes o dentro de tres lunes, el virus estará ahí esperando y si no has tomado medidas de protección, volverá a atacarte con la misma virulencia que lo hizo hace un mes.
Esa falsa creencia de que quedándonos en casa dos semanas o tres nos va a permitir ganar la batalla del virus, no es cierta. Permite poder seguir descongestionando las Urgencias, eso es cierto, pero si nos remontamos a la evolución del virus en cuanto a camas ocupadas, el principio de la epidemia fue brutal. A los 10 días estaban a unos niveles altísimos y eso podría volverse a producir en cualquier momento. Por lo tanto, es una falsa creencia pensar que por estar más tiempo estamos ganando la batalla. No, lo que estamos haciendo es que haya camas libres de hospital para más gente en el caso de que haya rebrotes.
P. ¿Cómo conseguir entonces que no haya rebrotes?
R. Con mascarillas. No hay otra solución. Lo que hemos pedido es mascarilla obligatoria y que a partir del 11 fuera obligatorio en espacios públicos y privados cerrados, y muy recomendable en espacios públicos. Y manteniendo la distancia social y con una serie de recomendaciones. Pero como no salgamos del confinamiento, lo que nos vamos a encontrar ahí fuera es la nada en términos económicos: negocios cerrados, pymes cerradas, cero actividad económica y un modelo económico que ahora estaba basado en la generación de empleo y que como no hagamos algo rápido, se va a basar en un modelo de subsidios, donde nadie va a generar riqueza y donde todo el mundo va a necesitar seguir comiendo.
P. ¿Le ha sorprendido el informe de Hacienda con esos cuatro escenarios de caída del PIB, en el que el más dañino prevé 1,1 millones de parados en la Comunidad de Madrid?
R. Bueno, no sé en qué se basa para hacer esa proyección (la Consejería de Hacienda la controla el PP) porque esa proyección le corresponde a la Consejería de Empleo (de Cs) hacerla. Pero en cualquier caso, todos los escenarios tienen que estar sobre la mesa. No creo que vayamos a un escenario en el que se supere en Madrid el millón de desempleados. Fundamentalmente, porque eso significaría que tendríamos un paro superior al 30% y si es así, en España estaríamos por encima del 40%. Eso es un escenario absolutamente apocalíptico y no creo que vaya a llegar.
P. Sería un escenario para echarse a temblar.
R. Sí, dantesco pero no creo que sea lo más realista. Precisamente, si somos capaces de reactivar la economía.
P. ¿Qué estimación tiene entonces Empleo, que depende de Cs?
R. Pues depende de cuando abramos. En el mes de abril ha habido 40.000 desempleados en la Comunidad de Madrid. Es el récord en toda la serie histórica. Nunca se había destrozado tanto empleo en un mes. Hay más de 70.000 ERTEs que afectan casi a medio millón de personas. Por eso es importantísimo reactivar la economía. Cada día que dejamos pasar son negocios que cierran, personas que se van a la calle, ERTEs que se presentan en la Consejería de Empleo. En el momento en el que sepamos que arrancamos, podremos hacer una estimación, pero calculamos que la caída del PIB en Madrid será del 10-12% perfectamente. Lo cual significa destrucción de puestos de trabajo y una reconstrucción muy difícil y dura.
Reapertura de colegios
P. Entre Ayuso y vosotros sí que hay consenso en que los colegios abran en junio. ¿Cree que el Gobierno de Sánchez abrirá la mano y cuándo se podría dar ese paso?
R. El Gobierno de España ya prevé que en la fase 2 ya se puedan abrir algunas etapas educativas siempre y cuando siga vigente el estado de alarma y la previsión del Gobierno con la 'desescalada'. En la medida en la que abrimos la actividad económica, hay que abrir los colegios.
No puedes condenar a las familias a no tener alternativas. Y es lo que está pasando a día de hoy. Si el lunes se incorporan los profesionales de la hostelería, ¿con quien dejan a los niños? No puedes dejarlos con los abuelos, si es que tienes, porque evidentemente es peligroso para su salud. Tampoco les puedes mandar al pueblo, como hacemos muchas familias en verano.
P. Entonces, ¿qué solución les queda a las familias a la hora de incorporarse?
R. Aunque sea complicado de solucionar y gestionar, hay que entender que la apertura de la actividad económica tiene que ir acompañada de la apertura de colegios. Nosotros apostamos de que, al menos, vayan 15 días antes de acabar el curso escolar. Especialmente, en aquellos cursos en los que tienen que titular como 4º de la ESO, 2º de Bachillerato. Luego habría que ver si se puede abrir en verano. Hay que intentar adecuar, de forma excepcional, los colegios a la necesidad excepcional de miles de familias.
Porque ahora estamos condenando o bien a no poder ir a trabajar o a que uno de los dos se sacrifique y lamentablemente me temo que en la mayoría de los casos será la mujer la que se tenga que sacrificar por el coste que tiene para ellos, con el coste que tiene para ello y la injusticia que eso supone. O, incluso, que les aboquemos a una actitud irresponsable como es dejar a los niños con los abuelos. Eso sería la peor opción.
P. ¿Barajan la posibilidad de que los colegios abran en julio?
R. Sí, la Consejería de Educación está trabajando en ello. De lo más urgente, por tiempos, a lo más alejado. Ya se está diseñando la posible vuelta a la normalidad en septiembre. Pero no será muy distinta a la posible vuelta a la normalidad en junio porque el virus seguirá estando ahí. Por eso es importante desmontar esa creencia de que por esperar a septiembre, las cosas van a ir mejor. No, irán igual. Y habrá que ver, siendo creativos y hablando con el Ministerio de Educación, cómo podemos garantizar la seguridad de los niños, la distancia en las aulas, también cómo compaginamos esta apertura de los colegios con los horarios y contratos de los profesores. Hay que encontrar la mejor fórmula con todas estas variables pensando en los niños, en la salud y en las familias.
P. ¿Qué echa de menos durante el confinamiento y le gustaría hacer?
R. Ver a mis padres, a mi familia que hace mucho que no les veo. También poder tomar una cerveza en una terraza. Cosas que antes dábamos por hechas y ahora echamos de menos. Pero también es importante que lo hagamos todo con cabeza. Pasar a la fase 1 no es ninguna victoria, es un paso más que implica un ejercicio extra de responsabilidad. Si no, habrá que volver.