Begoña Villacís (Madrid, 1977) lleva cinco meses de vicealcaldesa madrileña y acaba de recibir el batacazo del 10-N con sus compañeros de Ciudadanos. Cree que su partido empieza una "transición" en la que muchos la ven como la 'número dos' de Inés Arrimadas en la formación naranja. Ella, por el momento, está centrada en "deshacer" buena parte de las subvenciones heredadas de Manuela Carmena con las que reducir los impuestos a los madrileños.
¿Qué sensación le han dejado los abandonos de Villegas y De Páramo? Una etapa de adioses a una época muy fructífera que se acabó.
Es una etapa de transición. Y transiciones hay muchas en la vida. Y hay veces que eso implica unos adioses y unos holas. Lo estoy viviendo con pena, también con orgullo por todo el legado que han dejado. Se han ganado muchas elecciones antes del 10-N. Es un grupo de gente muy valiente que se batió el cobre cuando el bipartidismo estaba completamente mimetizado con el nacionalismo. Y este es el legado que nos han dejado, que nos obliga a tener una responsabilidad con respecto al proyecto de Ciudadanos que ya está conformándose.
¿Qué pierde Ciudadanos sin Rivera y que puede ganar?
Rivera se va pero no se va. Hay presidentes que escriben 'manuales de resistencia' (Pedro Sánchez), que es cómo sobrevivir tú a pesar de tu proyecto y Rivera ha hecho exactamente lo contrario, que es sacrificarse por su proyecto. Eso no lo hace mucha gente hoy en día. Ha salido por la puerta grande y eso ha hecho que su legado nosotros podamos asumirlos con más responsabilidad y más ganas. Yo, de él, destacaría su obra: el trabajo que ha hecho por España. Y es por lo que nosotros vamos a luchar. Por tanto, no se va.
¿Qué hizo mal Rivera?
Ha sido un dirigente que se ha ido sin que nadie se lo pidiese. Ha tomado él la decisión y ha asumido la responsabilidad para descargar el proyecto. ¿Se ha equivocado? No se habría equivocado él. Nos habríamos equivocado todos, porque tomamos las decisiones en un comité ejecutivo. Por supuesto que nos habremos equivocado. No sé si habremos explicado suficientemente bien por qué cambiamos de postura y decidimos que era buen momento para desbloquear la situación. Y tenía mucho que ver conque la sociedad pedía cosas distintas. La gente quería que solucionáramos el problema y nosotros nos pusimos a disposición de lo que nos pedía la sociedad. Tiene esa razón. Yo creo que el resultado del 10-N tiene mucho que ver con el contexto. En las segunda vuelta los partidos de centro, moderados, sufren. Suelen triunfar las opciones que están más radicalizadas con mensajes más dogmáticos.
Hay presidentes que escriben 'manuales de resistencia', que es cómo sobrevivir tú a pesar de tu proyecto, pero Rivera ha hecho exactamente lo contrario, que es sacrificarse por su proyecto
¿La renovación de caras en Cs hasta dónde tiene que llegar?
Es que no va a haber necesariamente renovación de caras. Lo que va a haber es un proyecto nuevo. Afortunadamente, tenemos a alguien como Inés Arrimadas, que cuenta con la aceptación incomparable en la sociedad española y dentro del partido. Además es muy buena compañera. No sé si es frecuente en política, pero yo es algo que valoro mucho. Inés representó la voz de todos los españoles en aquellos días en el Parlament. Ha sido combativa, ha sido valiente siempre y además tiene un altísimo sentido del deber.
¿Cuáles son los ejes de ese nuevo rumbo de Ciudadanos?
Nosotros somos un partido de centro. Vamos a seguir defendiendo lo mismo. Siempre defenderemos la unidad de España, las políticas liberales tanto en el ámbito económico como en el ámbito social. Siempre vamos a defender lo mismo. Es verdad que ahora tocan otras personas, con otro proyecto, pero lo que vamos a custodiar muy bien va a ser la esencia de lo que nosotros proponemos para España, que es lo que más necesita: centro, moderación, equilibrio… Y aunque en determinados momentos triunfen más los dogmas, nosotros tenemos la responsabilidad de que triunfe la sensatez y el sentido común.
Entonces, ¿no es necesario renovar las ideas?
Es que estamos defendiendo un proyecto. No tenemos un proyecto y si no te gusta tenemos otro. Siempre hemos defendido el mismo. Porque haya habido elecciones no vamos a dejar de defender la unidad de España o la bajada de impuestos o los derechos civiles y sociales. Esa es nuestra esencia. Se puede explicar de muchas maneras. Y a lo mejor el proyecto tiene que ver con eso: con que pedagogía se haga, con cómo lo presentar o con quiénes deben defenderlo. Pero lo que no es serio, y sería traicionar nuestra esencia, es que cambiemos el proyecto porque cambien las personas. Eso es absurdo.
¿Arrimadas es una copia de Rivera como dicen algunos con cierta maldad?
Eso es un poco machista, ¿no? Cada vez que lo escucho, me da esa sensación. Arrimadas es Arrimadas. Rivera es Rivera. Lo que pasa es que ambos defienden lo mismo. Si me apuras, yo soy una copia de los dos, porque defiendo exactamente lo mismo, aunque cada uno lo defienda de una manera porque somos personas distintas. Hay otros partidos en que están acostumbrados, quizás porque tienen tantas tensiones internas, a que cada uno diga una cosa o la contraria. Y un ejemplo de eso es el Partido Socialista. Unos están sentándose con ERC para pactar y los barones territoriales les dicen que adónde van, y los ex presidentes ya ni le cuento. Tienen un lío montado que quizás lo echen en falta en Ciudadanos.
¿Arrimadas le ha pedido que esté en esta nueva etapa junto a ella?
Está ahora mismo presentando su candidatura, tiene cuatro meses para armar su proyecto. Queda tiempo. Vamos a ir poco a poco asumiendo todos los plazos, porque queremos hacer las cosas bien, de una forma muy purista.
Arrimadas tiene una idea muy clara de cómo se tienen que organizar bien las estructuras para que funcionen mejor
Ella abogaba por “cambios en la estructura de partido”. ¿Qué cambios cree usted que hay que hacer dentro de Ciudadanos?
Arrimadas tiene una visión bastante preclara para esas cosas. No en vano era consultora en su vida civil. Eso es algo que la distingue, por ejemplo, del resto de partidos, sobre todo de los del bipartidismo. Ella ha tenido una vida civil, una profesión, ha cotizado a la seguridad social y además a trabajado en consultoría. Tiene una idea muy clara de cómo se tienen que organizar bien las estructuras para que funcionen mejor. Ahora está trabajando en eso, pero no ha cerrado el proyecto. Por tanto no se puede adelantar.
Por ejemplo, dar más voz a la militancia para elegir las estructuras regionales, ¿sería una buena opción para abrir el partido?
Ciudadanos es un partido que tiene muchísima democracia interna. Yo he surgido como consecuencia de la democracia interna, Inés si surge también será por ella. Decidimos prácticamente todo. Ya hemos profundizado suficiente en la democracia interna. Además tenemos muchos mecanismos de control y de fiscalización. Somos un partido bastante modélico. No hacemos preguntas raras ni sesgadas. Procuramos ser serios en lo que hagamos, no hacer política de titulares.
¿Es partidaria de que Fran Hervías esté en la nueva dirección de Ciudadanos?
Yo no soy quien decide esas cosas. Yo tengo muy buena relación con Hervías. Yo no estoy tanto en la parte organizativa, estoy más en la parte institucional y siempre hemos tenido buena relación.
Nosotros no somos de los que echamos balones fuera, asumimos las cosas como son.
¿Se ha hecho autocrítica en las reuniones posteriores a la renuncia de Rivera?
El proceso ha sido el siguiente. Un golpe duro, en el momento. Y nosotros no somos de los que echamos balones fuera, asumimos las cosas como son. Rivera ha sido un líder muy inspirador. No sé si es frecuente que los presidentes de los partidos hablen igual de puertas afuera que de puertas adentro de comité ejecutivo, porque yo a Rivera le he escuchado hablar de España igual dentro que fuera de un comité ejecutivo, entonces es un mazazo. Cunde una sensación de frustración porque nosotros pensamos que nuestro proyecto es el mejor para España, defendemos la unión, la solidaridad, el equilibrio, las políticas sensatas. Pero a la vez, eso ha ido cambiando con el paso de los días. De repente recibes mensajes de personas que piensan que ha sido muy injusto, y queda la sensación de injusticia, y yo no me distingo precisamente por ser victimista. De repente, empiezan a subir las afiliaciones y eso es algo que no tiene precedentes. Y la gente te la encuentras con ganas de luchar, con la sensación de que éste no ha sido un resultado proporcionado a los errores que hayamos podido cometer. Somos más necesarios que nunca en el panorama actual y ahora mismo hay unas ganas de luchar tremendas, no sólo en la parte institucional, sino a nivel de bases.
¿A qué errores de los que ha hablado, a cuáles les ha dado más vueltas?
Es que vuelvo a decir que en las últimas elecciones tuvieron mucho que ver más con el contexto de segunda vuelta en el que se polarizan los votos que con errores que hayamos podido cometer, aunque estoy convencida de que hemos cometido errores, seguros…
¿Influyó la no abstención para facilitar el Gobierno de Sánchez que le reclamaban muchos poderes? ¿O el volantazo final en el que ofreció el acuerdo de última hora?
A mi me encantaría saberlo. Si soy objetiva, si el no a Sánchez hubiese sido el problema, se hubiesen ido al partido socialista, pero no se han ido al Partido Socialista. Si el cambio de postura ha sido el responsable, no lo sé. No tenemos todavía las cifras que expliquen a qué lo adjudicamos. Pero creo que era necesario el cambio de postura. Cambiaron las circunstancias. No fueron las mismas motivaciones las que te llevaron a votar en mayo que las que se producían en el momento en que cambiamos la postura. Nosotros tenemos que estar presentes en la calle y escuchar lo que dice la gente y la gente en ese momento estaba pidiendo que se desbloquease la situación. Y nosotros qué hicimos. Pues probablemente lo más valiente que se puede llegar a hacer, que es cambiar de postura. Hay partidos que no saben hacerlo porque están mirando sus partidos pero no están pensando en España. Y nos ha costado votos cuando hemos pactado con el PP y cuando hemos acordado con el PSOE. En todos los casos tienes que pensar a quién sirves, y nosotros servimos a España. Y de hecho ahora mismo, con menos representación, estamos proponiendo la fórmula que más puede servir a España: un pacto de PP, PSOE y Cs. Los únicos que lo estamos proponiendo somos nosotros y es la fórmula que más aceptación tendría entre todos españoles. ¿Y qué tenemos aquí? Un PSOE que solo mira a su izquierda, que pretende que afrontemos la crisis económica con Podemos y la crisis territorial con ERC, a un PP que sólo se mira a sí mismo y a Vox y que no se quiere aventurar a pactar con Sánchez y con nosotros por si pierde votos. Pero ninguno de ellos está pensando en España.
¿Comparte lo que ha dicho Francisco Igea de que se pueden cambiar gobiernos autonómicos para favorecer ese pacto?
No, no lo comparto. Por una sencilla razón. Yo creo en la democracia. La gente de Castilla y León vota un gobierno en Castilla y León. La gente en Madrid o en Andalucía vota el gobierno de Madrid o Andalucía. Y ninguno de ellos son monedas de cambio. Esto no funciona peón por peón. Tenemos que tener un poco más de respeto por la gente que nos ha votado.
¿Debe estar Ciudadanos en la próxima mesa del Congreso de los Diputados?
Si. Porque es importante que el centro esté en los sitios. Al final siempre sirves como puente, para hacer valer la sensatez. El centro es un cruce de caminos. Y en esta legislatura vamos a tener muchísima presencia precisamente porque somos el cruce de caminos, como hemos sido siempre.
Mucho 'España suma', pero el PP es incapaz de sumar por España. Si quisiesen de verdad sumar por España pactarían con el PSOE y con nosotros para evitar un gobierno del horror con Podemos
¿Por qué Ciudadanos no se anima a explorar una Cataluña Suma con el PP al menos?
Lo de España Suma me lo han preguntado mucho. Pero a la hora de la verdad, mucho España suma, pero son incapaces de sumar por España. Porque si quisiesen de verdad sumar por España pactarían con el PSOE y con nosotros para evitar a España un gobierno del horror con Podemos y con los partidos independentistas. A la hora a la que hay que estar a la altura y hay que sumar por España, Pablo Casado no esta apareciendo por ningún lado para dar explicaciones. Vamos a dejarnos de 'marquitas' y vamos a sumar por España. Ahora mismo tiene la oportunidad de hacerlo.
¿Ve al PP con ganas de darles el abrazo del oso? ¿Están preocupados?
Una cosa es lo que quiera hacer el PP y otra lo que pueda hacer. Yo lo que veo al PP es escondido. Así que mucha gente que les a votado debería pensar para qué ha valido votarles. ¿Para tener un Casado escondido? Tenemos buena relación con él, pero nos parece que en los momentos importantes hay que dar la cara, hay que estar a la altura. Y el PP si ha tenido una mejora electoral, es verdad que no sustancial, tiene que servir para algo. Hay partidos que con más representación que Cs son inútiles para España.
¿Descarta que Casado en el último momento cambie de postura?
No lo descarto. De hecho lo pedimos. Pero que no sea en el último momento, que sea antes. Creo que Ciudadanos está teniendo un sentido del deber y que Casado debería tener el mismo sentido del deber.
Claro que hubiese querido ser la alcaldesa de Madrid, pero como vicealcaldesa se pueden cambiar muchas cosas
Mucha gente sigue con lupa los gobiernos del PP y Cs que dependen de los votos Vox. ¿Es de fiar el partido de Abascal?
Todavía no lo sabemos. Tienen que pasar unos presupuestos y yo tengo mucha confianza en que salgan adelante. Pero no porque gusten más o menos a Vox, sino porque gusten a los madrileños. Son unos presupuestos que conllevan una bajada de impuestos de 82 millones de euros después de años y años de subidas, donde se invierte en las cosas que deberíamos dar por hechas, como calzadas o asfaltados, donde se bajan las subvenciones a dedo en favor de la concurrencia competitiva… Está cambiando totalmente la filosofía del Ayuntamiento de Madrid. Y eso no debería gustarle sólo a Vox. Yo de hecho espero que le guste a los otros partidos de la cámara, PSOE y Más Madrid, aunque me cuesta creerlo.
¿Qué es lo más llamativo que se ha encontrado de la herencia de Carmena en Madrid?
Sobre todo subvenciones. Algunas hemos podido deshacerlas.
¿Los cajones estaban un poco desordenados?
Sí, sí. Eran subvenciones que se daban de forma indiscriminada, sobre todo para favorecer a grupos afines. Eso lo hemos cortado inmediatamente en cuanto hemos llegado y nos ha permitido gastar menos en cosas que eran completamente prescindibles. Por ejemplo, en propaganda acabamos de reducir 300.000 euros en esta área y con ello hemos podido bajar dos impuestos a los madrileños.
Da la sensación que el tándem Almeida-Villacís se lleva mejor que el Ayuso-Aguado.
Almeida y Villacís llevan más tiempo trabajando juntos. Llevamos en la oposición cuatro duros años contra el gobierno de Manuela Carmena. Tenemos una buena relación personal porque nos respetamos mutuamente. Nos estamos complementando muy bien a la hora de trabajar y eso está funcionando. Además, tuvimos la clarísima idea de que éramos dos partidos, pero que el primer día que nos juntásemos en la Junta de Gobierno, como así ocurrió, íbamos a ser un solo Gobierno. Eso no significa que no discrepemos o que pensemos de forma distinta en ciertas cosas, pero lo llevamos con mucha lealtad.
¿No le ha quedado un mal regusto por no ser la alcaldesa de Madrid?
Claro que hubiese querido ser la alcaldesa de Madrid, pero como vicealcaldesa se pueden cambiar muchas cosas.
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