El gran cisma político de los últimos días ha sido, sin lugar a dudas, la ruptura de los cinco gobiernos autonómicos que Partido Popular y Vox tenían repartidos en Extremadura, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Aragón y Baleares.
Juan García-Gallardo era vicepresidente en el Ejecutivo castellanoleonés presidido por Alfonso Fernández Mañueco hasta el pasado viernes, cuando dimitió de su cargo tras acatar la decisión adoptada por el Comité Ejecutivo Nacional de romper con los pactos autonómicos acordados tras el 28-M con el PP.
En su primera entrevista tras el adiós a un proyecto político que llevaba más de dos años sacando adelante iniciativas y proyectos de toda índole en Castilla y León, Gallardo charla con Vozpópuli para comentar la situación política actual, su salida del Gobierno, la postura de Vox con la inmigración y la magnitud de lo llevado a cabo, el futuro del partido, el impacto en el espectro político de Alvise Pérez y las alianzas con Orbán en el Parlamento Europeo.
Pregunta: ¿Qué tal están siendo los primeros días tras dejar la vicepresidencia?
Respuesta: El lunes estuve recogiendo el despacho, que al final son muchos recuerdos acumulados en casi dos años y picos de vida política, pero bien, ya de vuelta en Valladolid.
P: ¿Cómo asumió la decisión tomada por el Comité Ejecutivo de romper con el PP?
R: Bueno, la mía se empezó a fraguar antes, el miércoles. Ese día hablé con mi familia, y tomé la decisión de dimitir, aunque no la hice pública de forma explícita, pero en el tuit que puse dejé claro que tenía una decisión tomada sobre mi presencia en el Gobierno, y se deducía que era la de abandonarlo.
Pero tenía que ser respetuoso con los cauces internos del partido e iba a esperar a que se celebrara el Comité Ejecutivo Nacional para comunicarlo formalmente. La decisión coordinada a nivel nacional se adopta en el Comité, pero yo, tal y como estaban evolucionando las circunstancias a nivel nacional y regional, para mí era imposible continuar en el Gobierno.
P: ¿Está de acuerdo entonces con lo adoptado por la cúpula del partido?
R: Estoy de acuerdo porque yo di mi palabra. Firmé un acuerdo de Gobierno en el que se reflejaba que había que combatir la inmigración ilegal y la actividad de las mafias de tráfico de personas, y en las últimas semanas estábamos insistiendo al presidente Mañueco en la necesidad de oponerse política y jurídicamente a lo que se iba a tratar en la conferencia sectorial de Tenerife, y no lo hicieron. El partido decidió que hasta aquí habíamos llegado, que el tema de la inmigración ilegal había que abordarlo con contundencia y el PP no ha querido.
P: ¿Qué le dijo el presidente Mañueco cuando conoció su marcha del Gobierno?
R: Lo vio con pena, pues estábamos teniendo una colaboración fructífera, pero lo entendió. La situación nacional nos había puesto en un callejón sin salida, nosotros queríamos seguir en un barco con honor. Habíamos puesto la atención sobre la inmigración ilegal, y si nuestro Gobierno no iba a hacer nada para combatirla, no me quedaba otra salida que dejarlo.
P: Tras dos años de Gobierno entre ambos partidos, con buenas medidas adoptadas, ¿no es más doloroso si cabe romper?
R: Estábamos avanzando en multitud de cuestiones de gestión ordinaria, pero también se habían sentado cimientos para fortalecer la economía de Castilla y León. Esta decisión de salir de los gobiernos se valorará en el futuro, cuando se vean las cosas con perspectiva. El fenómeno de la inmigración masiva y el impacto en la identidad se verá pasado un tiempo, y ahí los ciudadanos valorarán a los políticos que fuimos firmes.
P: ¿No resulta contradictorio romper los gobiernos autonómicos pero seguir en la Presidencia de los parlamentos y en los Ayuntamientos?
R: La pregunta es pertinente, y se podría hacer una valoración más profunda, pero fruto del acuerdo alcanzado en marzo de 2022, Mañueco es presidente de Castilla y León y Carlos Pollán de las Cortes, por citar un ejemplo local, además de Valencia y Baleares. Ambos están ahí con el apoyo de los otros.
En cuanto a los gobiernos locales, es un aviso a navegantes. Todo lo que se pueda hacer en el ámbito municipal, a nivel de empadronamientos ilegales, por ejemplo, pues habrá que hacerlo.
P: ¿Cree que sus votantes entenderán la ruptura de gobiernos? Si les han votado precisamente para formar parte de ellos…
R: Esa misma duda la tenía yo, por eso en los últimos días hemos reflexionado y meditado mucho. Me he sorprendido, tengo que confesar. Hablando con votantes y simpatizantes nuestros, pues en los últimos días he pisado bastante la calle, he obtenido una grata sorpresa, la gente lo está valorando de forma muy positiva.
Ellos quieren políticos valientes y firmes, y la realidad es que nosotros seguiremos siendo útiles para nuestros votantes. Quedan proposiciones de ley, los presupuestos de 2025 y muchas más cosas. A partir de ahora, seremos útiles desde la oposición, haciendo valer sus votos como oro en paño.
P: ¿Considera que el resto de líderes autonómicos de Vox han acogido con entusiasmo la ruptura con el PP?
R: La decisión de salir de los gobiernos se ha adoptado de una manera muy rápida, y quienes no han participado activamente de la toma de esa decisión, se han podido sorprender, y todo se ha llevado a cabo con rapidez. Quienes llevan a cabo otras labores de patrimonio, comercio o riesgos laborales, están dolidos y será difícil que entiendan esta decisión.
Mis consejeros, secretarios y directores generales han hecho un trabajo magnífico, pero cuando uno afronta una decisión así, perder una posición es difícil de aceptar.
P: Hablando de consejeros, Gonzalo Santonja es el único que no ha dimitido de su cargo. ¿Le ha sorprendido?
R: Entiendo su posición, pero la realidad es que no es afiliado de Vox, y eso la dirección nacional del partido lo sabía. Además, había estado involucrado en cargos del Partido Popular en el pasado, y tiene buena relación con el presidente Mañueco, de hecho, hasta en sus libros le ha escrito los prólogos el señor Mañueco. Por tanto, no me sorprende en absoluto.
P: ¿Existe el temor dentro del partido a que este movimiento acabe, en un futuro cercano, en una deriva similar a la de Ciudadanos con las mociones de censura?
R: Son situaciones diametralmente opuestas, no sé lo que va a pasar, pero son casos distintos. Vox tiene un programa político constante en los últimos diez años, muy diferente al del Partido Popular. Ciudadanos vino a la política a hacer de muleta de PSOE y PP, y en los últimos tiempos parecían una copia.
Nosotros tenemos diferencias notables, y nunca hemos pactado con el PSOE ni lo haremos. En materia migratoria también hay diferencias, e igual con las políticas verdes o la industria de género. En ellas, el PP hace seguimiento del PSOE y nosotros no. Tendremos un futuro muy distinto al de otros partidos. No terminaremos como Ciudadanos, pero la decisión puede afectar a corto plazo.
P: ¿Qué análisis han hecho en Vox de la irrupción de Se Acabó La Fiesta y los 800.000 votos que obtuvieron en las elecciones europeas?
R: Se han hecho con discreción y en el ámbito del Comité Ejecutivo, pero quiero destacar, en el sentido negativo, que ese partido y la persona que lo dirige, no fueron mencionados, directa o indirectamente, en el último Comité Ejecutivo. No le daría la importancia que le están dando algunos medios de comunicación.
P: Lo que sí se puede aclarar, porque así lo han anunciado ustedes, es el cambio de grupo en el Parlamento Europeo, pasando de Giorgia Meloni a Viktor Orbán. ¿Cómo le explican este giro a sus votantes?
R: En ese ámbito, no ha habido grandes sorpresas. Lo importante es que no se note en los discursos y decisiones que se adopten en Europa. Mientras sigamos atacando las decisiones de la gran coalición en Bruselas, combatiendo la estafa climática, defendiendo la soberanía y pidiendo fronteras seguras, no hay razones para que nadie se preocupe al respecto.
Las alianzas con Polonia e Italia se mantienen, seguiremos colaborando con sus partidos. Respecto al nuevo grupo donde estamos, ya existía una relación muy estrecha con franceses y húngaros. Yo mismo me he reunido con el Gobierno húngaro para analizar políticas. Lo vería con tranquilidad y observar si dicha colaboración será fructífera, que vislumbro que así será. Eso es lo importante.
P: ¿Cómo ve el futuro más inmediato de Vox? ¿Y el suyo personal?
R: No sé si esta decisión puede tener un impacto negativo a corto plazo por la incomprensión que puede tener. Si nos puede afectar, habrá que verlo. Respecto a mi futuro personal, asumiré la oposición en Castilla y León, defenderé mis principios y convicciones, que son los mismos que Vox.
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