Política

El sector de ERC favorable a investir a Salvador Illa se impone y ve cerca el acuerdo con el PSC

Marta Rovira, secretaria general de los republicanos desde el exilio, al igual que su núcleo duro, cree que el pacto de para hacer presidente al socialista es inminente, pese a las enormes presiones de las bases de su partido y Junts

Cataluña vive días clave para la llegada de un nuevo Gobierno al Parlament. Por fin, aunque siempre puede haber giros de última hora, el acuerdo entre ERC, PSC y Comuns está a la vuelta de la esquina. A punto de cumplirse los dos meses tras la noche electoral del 12-M, los principales partidos de la izquierda catalana encaran un pacto para investir a Salvador Illa como president de la Generalitat.

Había muchas dudas, especialmente en los últimos días, cuando el núcleo duro del separatismo, azuzado por Carles Puigdemont y las bases independentistas de Esquerra, trató a toda costa de hacer saltar los aires cualquier entendimiento con el PSC, forzando a Cataluña a una repetición electoral idónea para echar el órdago definitivo al constitucionalismo.

Hemos ido comentando en Vozpópuli el estado de las negociaciones casi día a día, y una cosa estaba clara. La cúpula de ERC, encabezada ahora mismo por Marta Rovira, veía la repetición electoral como algo muy nocivo para los intereses políticos de la formación.

A la masiva pérdida de votos de ERC el pasado 12 de mayo, donde pasó de 605.581 votos y 33 escaños a 427.135 votos con 20 escaños, se suma la crisis interna que está devorando al partido y que amenaza con reventar todo. Los dos grandes sectores de Esquerra, unos alineados con Rovira, apuestan por reconstruir la formación, lo que implicaría apartar definitivamente a Oriol Junqueras; los otros, cercanos al anterior líder, aspiran a reconquistar el liderazgo tras el Congreso de noviembre.

Todo esto aderezado por el affaire de los carteles contra los hermanos Maragall, que destapó una célula de acción paralela en ERC. Sin embargo, y pese a no estar en la mejor posición del mundo para negociar, los republicanos han apretado las tuercas al PSC desde el primer momento. El cupo a la catalana, el cual avanza por buen camino, así como la defensa de la lengua catalana, han sido los dos pilares de la negociación.

Esto implicó dejar de lado el ansiado referéndum, lo que encendió a las bases del partido que son y siempre serán separatistas. Dicha disputa no pasó desapercibida para Junts, que ha estado intentando dinamitar las negociaciones entre ERC y el PSC, hasta el punto de organizar el cónclave de Waterloo para intentar, a la desesperada, forzar elecciones y que concurran ambas fuerzas juntas.

Algo que nunca llegó a cuajar en el seno de Esquerra, donde ven bien dejar gobernar a Salvador Illa en minoría, salvando muchos de los cargos que ostentan en la Generalitat, aunque sean de perfil medio. Eso sí, siempre han avisado al PSC de que no suscribiría un "mal acuerdo" de investidura, aunque su idea era cerrarlo todo antes de finalizar julio.

ERC apuntala el acuerdo

Ayer mismo, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, aseguró ser "optimista" sobre la negociación que mantiene con el PSC para que Salvador Illa pueda ser el próximo presidente de la Generalitat, ya que esta "va bien". En declaraciones a Rac 1, Rovira, coordinadora del equipo negociador de ERC, ha dicho que las dos partes se están "escuchando" y que las conversaciones avanzan a buen ritmo.

En Esquerra recalcan que ahora es "muy importante" que los socialistas "cumplan los acuerdos todavía pendientes". "No daremos ningún paso más hacia adelante sin que se acaben de cumplir los acuerdos de los últimos meses y años", pero se ha mostrado confiada en que en los próximos días haya novedades en este sentido.

Ha dicho que ERC "no tiene más crédito" que prestar, pues su militancia considera que los socialistas "no cumplen los acuerdos". Tras fijar los republicanos el final de este mes como plazo máximo para cerrar un pacto, que deberá avalar luego la militancia, Rovira ha subrayado que "lo más importante es que se acabe la situación de déficit fiscal" que padece Cataluña.

Esta es una de las "cuatro carpetas" que ERC ha puesto en la mesa y la que más está priorizando: este partido pide la plena "soberanía fiscal" para Cataluña, es decir, sacar a la comunidad del régimen común, igual que en los casos de Euskadi o Navarra.

En clave interna, Rovira ha garantizado que abandonará la secretaría general de ERC tras el congreso del 30 de noviembre, pese a que pueda volver a Cataluña en los próximos días, tras permanecer en Suiza desde 2018. Un regreso, el de Rovira, que quiere coincidir con la asamblea de mujeres del partido republicano, después de que el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón haya archivado el pasado lunes la causa de Tsunami Democràtic.

Por último, descartó ser la candidata del partido en el caso de que la situación actual diese un vuelco y se llegase a repetición electoral. ERC, quién lo iba a decir tras el 12-M y las semanas venideras, sigue teniendo la llave de todo en Cataluña.

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