Casi nada más que Íñigo Errejón y Carolina Bescansa. El nuevo partido del ex número dos de Podemos, Más País, tiene un problema y es el de sus candidatos poco reconocibles y probablemente destinados al fracaso. Incluso en provincias importantes como Bilbao y Barcelona, donde se reparten más escaños y que representan lugares clave para alcanzar el anhelado 5% de votos que permite tener un grupo parlamentario propio.
Juan Antonio Geraldes, cabeza de lista por Barcelona, es, quizás, el caso más llamativo. En la Ciudad Condal, viejo feudo del errejonismo, la delegación de Más País tuvo serios problemas entre septiembre y octubre para a lograr las 5.000 firmas necesarias para presentar su candidatura, como adelantó Vozpópuli. Acabó en el abrazo del oso de sectores de ERC (el grupo de Joan Nuet, ex de IU), interesados en fragmentar la izquierda para llevarse el gato al agua.
Geraldes, un político joven y que estuvo dos veces en listas electorales con la CUP, borró todos sus mensajes de las redes antes de que se oficializara su candidatura. Fuentes cercanas a él, consultadas por Vozpópuli, sostienen que quiso ocultar su pasado entre las filas del soberanismo. “En una entrevista en El Periódico dijo no haber estado en el referéndum del 1 de octubre, pero yo sí lo vi”, dice una persona del entorno de Geraldes. Algunos apuntan incluso a su colaboración en la cadena de activistas que llevaron las urnas a los colegios. Sea como fuere, su perfil filoindependentista ha alejado a muchos sectores de la izquierda catalana federalista.
Problemas en Bilbao
Si en Barcelona los errejonistas temen pinchar, en el País Vasco la situación no es alentadora. El partido Más País ha promovido a Txema Urqijo como número uno por Vizcaya, una provincia con ocho escaños en juego. Urqijo fue asesor de la Oficina de Víctimas del Gobierno Vasco y del gobierno municipal de Manuela Carmena en el Comisionado de la Memoria Histórica, organismo que generó polémicas, en algunos casos enfrentando a sus integrantes contra la alcaldesa.
Como Geraldes, Urquijo es desconocido a nivel político y en Más País reconocen que es difícil que logre un escaño. Podemos logró en Bilbao dos diputados en el pasado mes de abril con 121.000 votos. Bildu obtuvo uno, con 91.000. Y el PP, con casi 50.000, no tuvo representación. Más País, con un candidato casi desconocido, tendrá difícil romper esa barrera y alcanzar un diputado. Errejón pidió a Manuela Carmena que le acompañará el pasado martes en un acto con Urqijo en Bilbao para revitalizar la campaña.
En otras provincias, sobre todo las andaluzas, Más País ha logrado convencer a dirigentes de Podemos para liderar sus listas. Son Esperanza Gómez por Sevilla (ex senadora de Adelante Andalucía), Carmen Lizárraga por Málaga, y Ana Terrón por Granada. Esas dirigentes formaron parte de los equipos políticos de Podemos, y si bien no tienen nombres altisonantes, pueden presumir al menos de tener cierta experiencia.
Caída en las encuestas
Algo parecido ocurre en Asturias, con Segundo González, exdiputado de Podemos y uno de los miembros del equipo económico del partido de Iglesias. En la Comunidad Valenciana y Aragón, los de Errejón han sellado alianzas con Compromís y la Chunta que permitirán tener más penetración territorial. Pero también en esas regiones queda la incógnita sobre si Más País y sus aliados acabarán restando votos a la izquierda sin sumar escaños.
En Las Palmas y Murcia Errejón ha convencido a otros ex miembros de Podemos muy críticos contra Iglesias. En Murcia el partido de Errejón tiene alguna esperanza más de sumar votos para llegar a un diputado. Pero la competición es muy reñida, y tampoco en Galicia, donde la formación turquesa presenta a Bescansa, tiene asegurado el escaño.
Los nubarrones se han instalado sobre el equipo de campaña de Errejón desde hace dos semanas, a medida que Más País ha perdido fuelle en las encuestas. La renuncia de Manuela Carmena, además, ha dirigido todos los focos sobre Errejón. De tal manera que el candidato sabe que su futuro político está en juego.
"Íñigo no tenía otra opción"
“Íñigo no tenía otra opción. Estudió un programa y discurso durante todo el verano, pero es cierto que las elecciones para nosotros han llegado demasiado pronto”, explica un dirigente de Más País. El escenario ideal hubieran sido unos comicios en noviembre de 2020, tras un gobierno desgastado de Sánchez e Iglesias.
El PSOE era consciente de ello, y con cierta complicidad de Iglesias forzó una repetición para el próximo 10 de noviembre. Errejón, que aspiró a ser la gran promesa electoral, puede convertirse en una víctima colateral de la convocatoria electoral. “Se va a estrellar”, vaticinan ya algunos en el PSOE. Esta vez con el beneplácito de muchos dirigentes de Podemos, que no dejan de señalar a Errejón como un “traidor por ambición personal”.
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