El golpe de Íñigo Errejón se traslada de la política al ámbito sindical. Fuentes tanto de Comisiones Obreras como de UGT afirman en conversación con Vozpópuli que el líder de Más Madrid y sus emisarios están manteniendo conversaciones a lo largo de los últimos días con altos cargos de ambas centrales sindicales. Errejón quiere asegurarse apoyo logístico de los sindicatos y a la vez intentar ampliar el perímetro geográfico de su candidatura aprovechándose de sus afiliados. Es decir, penetrar en territorios como Andalucía y Cataluña en los que todavía no está claro si podrá presentar sus listas.
Según fuentes sindicales, en Comisiones y UGT ya se van creando pequeñas células errejonistas. “Los hay que dicen que irán con Errejón, y otros con Iglesias”, afirman miembros de esos sindicatos. La cuestión no es menor, puesto que más allá de la habitual división de la izquierda, según las fuentes consultadas Errejón está intentando robar el protagonismo que hasta ahora tenía Iglesias en algunos ámbitos sindicales, en los que se le consideraba el principal interlocutor de cara a un posible gobierno con el PSOE.
Correa de transmisión con los agentes sociales
La maniobra de Errejón quiere, de facto, quitar terreno debajo de los pies de Pablo Iglesias. Aunque es cierto que en los sindicatos recuerdan que a nivel interno todo tipo de debate tiene tiempos muy largos. Pero nadie duda de que Errejón anhela crear una correa de transmisión con los agentes sociales de cara al 10 de noviembre.
Este es el caso, por ejemplo, de Andalucía y Cataluña. En ambas regiones Errejón ha tanteado varios sectores sindicales para comprender si le pueden apoyar en el caso de presentar su candidatura. Concretamente ha tratado con los ambientes más federalistas en Cataluña, que en el caso de Comisiones Obreras se suelen asociar a dirigentes como Joan Coscubiela. “Si Íñigo logra convencer a Coscubiela para que lidere su lista en Barcelona va a tener muchos recorrido”, reconocen algunos incluso en Podemos.
Ocho regiones
En el mapa político de Errejón, Cataluña es un territorio clave pero de difícil penetración. Lo mismo ocurre con Andalucía, donde PSOE, Podemos e IU tienen una fuerte presencia a nivel organizativo. Pero muchos de sus afines le recuerdan que para dar un verdadero golpe hace falta tener presencia en esos territorios, además de Madrid.
Estas tres Comunidades Autónomas (Andalucía, Cataluña y Madrid) se suman a otras cinco en las que Errejón está planeando presentarse. Se trata de Baleares y Canarias, en las que mantiene conversaciones con partidos regionalistas (Nueva Canarias y Més). Y confía en extenderse en Murcia y Aragón, donde algunos sectores críticos de Podemos están dispuestos a desligarse de Iglesias a última hora y miran a Errejón. Además de estos territorios, el ex número dos de Podemos también tiene amarrada la alianza con Compromís en Valencia.
Efecto dominó
Iglesias ha logrado de momento blindar su alianza con IU y tiene entre sus filas a Juantxo Uralde, histórico dirigente de Equo. Aunque también entre los ecologistas muchos ya han anunciado su incorporación al partido de Errejón. El partido de Uralde ha anunciado una consulta a sus bases, aún sin fecha, para decidir si concurre a las elecciones del 10 de noviembre junto a Unidas Podemos. La situación en general es tan caótica que algunos ya emplean términos como “implosión” para referirse a Podemos.
Es un “efecto dominó” que amenaza con crear división en todas las regiones, “desde Galicia hasta el País Vasco”, donde Errejón cuenta con afines que todavía siguen en Podemos, añaden otros. Este miércoles, Errejón anunciará si finalmente será él quien se presente como candidato a la presidencia del gobierno, y si ha logrado convencer in extremis a Manuela Carmena. La presentación de su proyecto nacional se celebrará en Madrid. Concretamente en la casa del pueblo de la UGT, histórica central sindical del PSOE.
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