Política

Los errejonistas enseñan a Iglesias que la batalla del Parlamento es "irrenunciable"

Los afines a Íñigo Errejón instan al secretario general a reflexionar sobre el "triunfo" cosechado en el caso de Fernández Díaz, relegado de la Comisión de Exteriores por la presión, destacan, de la formación morada. Consideran que la movilización en la calle no debe primar sobre la batalla en las instituciones.

El episodio político de la semana en la arena parlamentaria ha sido la retirada del exministro del Interior Jorge Fernández Díaz como presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores para ser relegado a la de Peticiones, donde no se requiere votación de sus integrantes para acceder a tal puesto. Este repliegue del PP no ha pasado inadvertido para los afines al número dos de Podemos, Íñigo Errejón, que han instado al secretario general del partido, Pablo Iglesias, a reflexionar sobre este “triunfo” en el arranque de la legislatura.

Los errejonistas han incidido en ello puesto que Iglesias y su núcleo duro se muestran partidarios de que la movilización social (calle y más calle) prime sobre la batalla en las instituciones. Por ejemplo, el líder de Podemos ha llegado a afirmar que “es mentira que la política sean los parlamentos”; que “no nacimos para transformar las reivindicaciones de la gente en parlamentarios que no muerden” o que “más importante que los parlamentos es el pueblo organizado que convierte su grito en el sueño de la dignidad”.

Frente a ello, los colaboradores de Errejón apuestan por compaginar la construcción de una mayoría popular con la búsqueda de “compromisos y respetabilidad” desde su trabajo en el Congreso de los Diputados. Y en este choque de posiciones, los errejonistas recalcan a Iglesias que lo ocurrido con Fernández Díaz va en la línea que ellos defienden.

Así se pronunció este jueves en las redes sociales el director del Instituto 25-M Democracia y miembro del Consejo Ciudadano estatal, Jorge Lago. A su juicio, “lo verdaderamente radical, hoy, es conseguir construir esa mayoría popular. Y para ello no sólo no hay oposición entre las calles y las instituciones, sino que éstas, lo vimos ayer (por el miércoles), operan como campo de batalla irrenunciable. Ni un paso atrás”, sentencia el responsable de Cultura de Podemos.

La radicalidad política no consiste en lo radical de la demanda, sino en la capacidad de articular necesidades

Para Lago, “la radicalidad política no consiste en lo radical de la demanda o necesidad concreta que se apoya, sino en la capacidad de articular necesidades distintas y ponerlas en común”. Alude así al deseo de unas “instituciones limpias” y a la lucha contra la pobreza energética, cuestiones que tuvieron su expresión en el Parlamento con la exigencia de apartar a Fernández Díaz de la presidencia de la Comisión de Exteriores y con la petición de comparecencia del presidente de Gas Natural, Isidre Fainé, en la Comisión de Industria a raíz de la muerte de la anciana de Reus.

Según el dirigente de Podemos, “que ambas demandas sean equivalentes es la única posibilidad que tenemos de construir una mayoría social y política, esto es, un pueblo”.

La pugna PSOE-Podemos

En el caso de Fernández Díaz, Podemos se ha atribuido el mérito de haber forzado al PP a la retirada del exministro como candidato la presidencia de la Comisión de Exteriores de la Cámara baja. Niegan que el PSOE haya jugado ese papel determinante del que presumen los socialistas, quienes han reiterado y subrayado que fueron ellos quienes negociaron con el PP para que reemplazara al exministro. De fondo, el hecho de que el extitular de Interior haya sido reprobado por la Cámara baja por las escuchas grabadas en su despacho. Y la Comisión de investigación sobre este asunto que está a punto de ponerse en marcha en el Congreso.

Si bien el martes el portavoz del Grupo Socialista, Antonio Hernando, aseguró que votarían en blanco -dando vía libre al exministro- para no romper el pacto de cortesía alcanzado tras el 26J (ningún partido vetaría a los presidentes de Comisión de otra formación), el PSOE se descolgó el miércoles amenazando con la presentación de un candidato alternativo, del que nunca dio nombre alguno. Por su parte, Podemos ya había avanzado que su aspirante era Pablo Bustinduy, responsable del área Internacional de la organización violeta. En esta tesitura, y ante la cercanía de que el PSOE tuviera que retratarse en una votación parlamentaria tras su cambio de posición, el Grupo Popular optó por relegar a Fernández Díaz.

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