Política

España permite el aterrizaje de un avión libio que está en la 'lista negra' de la UE

Exteriores hizo una excepción con este vuelo de la compañía Libyan Wings procedente de Misrata por razones humanitarias. La aeronave evacuó a gente atrapada en el país magrebí por la crisis del coronavirus, inclusive varios españoles 

Un Airbus A319 de Lybian Wings procedente de Misrata (Libia) aterrizó el pasado miércoles en el aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez a pesar de que esta compañía está en la 'lista negra' de aerolíneas de la Unión Europea.

Las aplicaciones de rastreo del espacio aéreo reflejaron ese día este llamativo vuelo que, en menos de dos horas, regresó a la misma ciudad del norte de África de la que despegó. En concreto, el avión procedente de Misrata aterrizó en Madrid a las 12.56 de este miércoles, de acuerdo a los datos que ofrece la aplicación Flight Radar, en un vuelo recogido bajo la denominación YL1063. A las 14.44 partió desde Barajas para regresar a la misma ciudad libia. A este segundo trayecto se le denominó bajo el código alfanumérico YL2063.

El viaje hubiera pasado inadvertido de no ser por que la compañía que lo opera, Libyan Wings, es una de las ocho aerolíneas del país árabe que engrosan la 'lista negra' de Bruselas ya que la Dirección General de Movilidad y Transportes de la Comisión Europea concluye que no cumple con los requisitos internacionales de seguridad aérea y por eso la somete a una prohibición operativa en la UE. Los últimos episodios bélicos que se viven en la región y la influencia de bandas terroristas y grupos criminales sustentan esta prohibición.

La aerolínea libia está en la lista negra de la Unión Europea

El inusual trayecto Misrata-Madrid con pasajeros a bordo atrajo la atención de muchos usuarios de las redes sociales, que siguieron el vuelo de Libyan Wings a través de la misma aplicación de Flight Radar

Algunos de ellos interpelaron a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. A este órgano del departamento de José Luis Ábalos le corresponde la supervisión, inspección y ordenación del tráfico aéreo en España.

La sorpresa vino cuando la AESA aseguró en su cuenta oficial de Twitter que no había autorizado este vuelo procedente de Libia y que "podría ser un vuelo de Estado o de otra índole que no es de nuestra competencia". Una suposición que provocó todo tipo de conjeturas en las redes.

Fuentes diplomáticas consultadas por Vozpópuli aclararon que se trataba de un "vuelo de Estado", que sirvió para el regreso de ciudadanos españoles "varados" en el país árabe por culpa del coronavirus, así como de libios con permisos de residencia en Europa y que, en su trayecto de vuelta, devolvió a un puñado de ciudadanos a su país de origen que se encontraban en la misma situación.

Según Exteriores, el vuelo tenía "carácter humanitario", una de las excepciones que permite la 'lista negra' de la UE: "Ha sido fletado por las autoridades libias para la repatriación de sus nacionales y ha permitido el regreso de ciudadanos españoles varados en Libia".

Segundo vuelo humanitario

Ese mismo avión tuvo una intensa actividad antes de aterrizar el miércoles en Madrid. El domingo hizo un desplazamiento similar a Estambul (Turquía), donde apenas permaneció unas horas antes de regresar a Misrata. Y el lunes hizo lo mismo sobre Roma (Italia). 

Vozpópuli se puso en contacto con la embajada libia en Madrid y un portavoz confirmó que se trataba de un "vuelo de Estado" en el que viajaban "alrededor de 50 pasajeros" y que, en realidad, era el segundo de estas características después de que hace tres semanas se realizara otro vuelo de las mismas características con una veintena de personas. 

Tanto los pasajeros del vuelo Misrata-Madrid como el posterior de regreso tuvieron que pagarse los billetes como si se tratara de un trayecto comercial. Y todos ellos han tenido que someterse durante 15 días a una cuarentena para saber si estaban contagiados por la covid-19.

La guerra libia

Misrata es uno de los focos de conflicto que se vive en Libia, un país sumido en una profunda crisis de seguridad con enfrentamientos abiertos entre diferentes facciones. El Gobierno de Acuerdo Nacional apoyado por Naciones Unidas controla la cornisa noroeste del país. El general Jalifa Hafter, autoproclamado líder del Ejército Nacional Libio desde 2014, ha avanzado desde el este sobre buena parte del país y se encuentra a las puertas de Trípoli.

Un conflicto no exento de otras tensiones terroristas, enfrentamientos entre fuerzas locales y la inestabilidad de las alianzas. Misrata, por sus conexiones aeroportuarias, representa un punto de máximo interés para las diferentes facciones enfrentadas en la guerra libia.

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