Política

"¿Por qué Evole puede hablar de la reforma constitucional y Alfonso Guerra no?"

Pedro Sánchez desata otra vez las críticas de la vieja guardia socialista por el veto de la Dirección del PSOE a que el exvicepresidente del Gobierno, Bono o Ibarra comparezcan en el Congreso

"¿Por qué Jordi Évole puede venir a hablar de la reforma Constitucional y Alfonso Guerra, que lo ha sido todo en este país, no?", se pregunta de forma gráfica un diputado del PSOE. Pone voz a la indignación que recorre buena parte del Grupo Socialista y a la vieja guardia tras el veto de Pedro Sánchez a que el exvicepresidente del Gobierno, y los expresidentes de Castilla-La Mancha, José Bono, y Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, comparezcan ante la Comisión de evaluación del sistema autonómico.

Un rechazo a Guerra que, según coinciden esa y otras fuentes consultadas por Vozpópuli, ha causado fuerte malestar al presidente de la citada comisión, el veterano José Enrique Serrano, quien "sencillamente no entiende, como nos pasa a muchos" que el PSOE esté dando munición a Ciudadanos, autor de la propuesta.

Todos contrastan esa actitud con la "variopinta" lista de invitados por Ferraz a pasar por la comisión. Desde Évole a otro no menos conocido periodista televisivo, Xavier Sardá, pasando por el cantautor Joan Manuel Serrat, los directores de los principales medios de comunicación, escritores como Javier Cercas, Javier Marías y Fernando Aramburu, y hasta la directora de cine Isabel Coixet

Creen que los actuales dirigentes de Ferraz "temen" que Guerra, Bono, Ibarra "y otros", muy claros en sus opiniones cuando han sido preguntados al respecto, digan lo que piensan: que no se puede hacer una reforma constitucional en esta legislatura por la fragmentación política del Parlamento, y que el proyecto del principal partido de la oposición para España no puede ser la "plurinacionalidad".

"Es una gran falta de respeto", señala otro importante exdirigente del PSOE, contrario a la línea que siguen los actuales dirigentes socialistas

Pedro Sánchez tiene en pie de guerra a casi todos aquellos que apoyaron a Susana Díaz en las primarias contra él y, aunque ha intentado la reconciliación con Felipe González con un almuerzo el pasado 13 de febrero, el veto a Elena Valenciano para presidir el Grupo Socialista Europeo hizo que tanto él como el exsecretario general Alfredo Pérez Rubalcaba no acudieran el fin de semana pasado a la Escuela de buen gobierno que había planteado como la foto de la reconciliación

Otro de los consultados no duda en calificar el veto a Guerra y el resto como "una gran falta de respeto" que desde la dirección federal niegan porque no asumen como cierto que hayan vetado a nadie. El tiempo de la comisión es el que es, argumentan, y no se puede llamar a comparecer a todo el mundo.

Pero lo cierto es que los representantes socialistas en la Comisión de evaluación del proceso autonómicos han votado ya cuatro veces contra la presencia de Guerra, Bono e Ibarra, y ha sido la abstención del PP a la propuesta de Ciudadanos la que lo ha hecho posible. Como a La Moncloa le dé por enredar en el avispero socialista y Albert Rivera insista, el PSOE puede encontrarse con Guerra y los otros dos expresidentes autonómicos compareciendo en contra de su voluntad. 

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