El comisario jubilado José Manuel Villarejo y su principal socio en la empresa Cenyt, Rafael Redondo, tuvieron acceso a un extracto bancario de un cliente de BBVA que los líderes del denominado "clan policial mafioso" utilizaron para denunciar a un bufete de abogados, según consta en el sumario de la pieza separada Iron del caso Tándem.
El documento con los movimientos de dinero, que tiene reflejado de forma manuscrita el nombre del banco en el que se encontraban las cuentas: "BBVA", está supeditado al secreto bancario, por lo que solo podría facilitarlo el banco por orden judicial.
Sin embargo, el extracto fue requisado por Asuntos Internos de la Policía Nacional a Villarejo, que lo incluyó en un informe que elaboró para sus clientes, los propietarios del despacho de abogados Herrero y Asociados, que se comprometieron a abonar 628.000 euros al excomisario, que iba a preparar una denuncia.
Precisamente, en este informe, que tenía como objetivo atacar y extorsionar al bufete de abogados Balder, cuyos integrantes habían abandonado el bufete Herrero y Asociados, Villarejo incluyó las referencias de Big y Boni, que según la investigación de la Fiscalía Anticorrupción son el comisario jubilado Enrique García Castaño, alias El Gordo, y Antonio Bonilla, agente en segunda actividad.
Revelación de secretos
Tanto Bonilla como El Gordo, a quien Villarejo denomina "Big" en una de sus grabaciones de 2005, fueron imputados por el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón por los delitos de revelación de secretos y cohecho.
En concreto, la nota informativa incluye un apartado denominado "Cuentas bancos Balder", en el que se da cuenta de las gestiones de "Boni (Antonio Bonilla) aportadas el 3 de septiembre de 2013", de las que Villarejo extrae la conclusión de que las personas extorsionadas habían abierto un año antes una cuenta en el BBVA, de la que disponía de todos sus movimientos.
Las deudas
En esa nota, Villarejo alude a las deudas de los investigados con entidades de crédito. También el dinero que tenían en la tesorería de la empresa, lo que habían facturado y las sumas que estaban pendientes de cobro.
Asimismo, la Policía halló un documento Word denominado "Gestiones Big", con fecha de 8 de noviembre de 2013, que había sido enviado por fax a Cenyt, que contenía, completa el documento policial, una serie de requerimientos de información dirigidos a El Gordo en relación a los movimientos de las cuentas de Balder en el extracto bancario, como por ejemplo tres préstamos y una transferencia al extranjero.
Precisamente en una de las grabaciones, el propio Villarejo hace ostentación ante sus clientes de sus contactos con el BBVA, cuyo jefe de seguridad, Julio Corrochano, era excomisario y amigo personal.
Este exagente habría sido la persona que en 2005 contrató a Villarejo para tratar de impedir la OPA de los dueños de la constructora Sacyr a BBVA, presidido por Francisco González. Tal y como adelantó Vozpópuli, Villarejo espió al exministro socialista Miguel Sebastián.
En concreto, el excomisario alardea ante los dueños de Herrero y Asociados de tener los datos bancarios de uno de los espiados del bufete Balder, que según Villarejo tenía dos fondos de más de 100.000 euros. Además, tenía unas deudas de casi 600.000 euros.
Buenas relaciones
Sin embargo, Villarejo reconoce que en ese momento no sabían quién había sufragado la constitución del nuevo despacho de abogados, que se habían separado de Herrero y Asociados, sus clientes. Y no lo sabían pese a que tenían buenas relaciones con el banco presidido por Francisco González.
"Los del BBVA, que normalmente tenemos buenas relaciones con ellos, están un poco reticentes. Me da la impresión de que han tocado a alguien. Nos está costando trabajo. Cuando alguien se mueve, digamos a unos niveles, [..] tienes que hablar con el jefe de zona", concluye en la grabación Villarejo, que en otro momento resalta que la qente que estaba mirando las cuentas "no tiene acceso".
En otra grabación, el socio de Villarejo, Rafael Redondo, reconoce que ya tienen una de las cuentas corrientes de tenían los abogados de Balder en el BBVA. "Te la voy a enseñar, para que te tranquilices, no quiero que te inquietes", indica Redondo.
En otro momento, Redondo habla en el mismo sentido que Villarejo, e informa a su cliente de la dificultad de obtener esta información del banco: "Toda la obtención de estos datos ya sabes que está mucho más complicado porque está todo el mundo con la paranoia, te hacen quedar por la noche en un descampado, aunque estoy exagerando", reconoce Redondo.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación