Política

Feijóo y Abascal, una relación rota: no hablan desde enero y solo se han visto dos veces

Vozpópuli ha podido confirmar que la ruptura de los gobiernos autonómicos, que marca un antes y un después en la relación de ambas formaciones, se tomó sin ni siquiera una conversación previa de Whatsapp entre los líderes de PP y Vox

Santiago Abascal y Alberto Núñez Feijóo
Santiago Abascal y Alberto Núñez Feijóo / Susana Crespo

El abismo que separa a Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal no deja de crecer. Los líderes de Vox y PP no intercambian palabra desde enero. Medio año sin hablar, más allá de intercambios fugaces en el Congreso de los Diputados. La distancia entre los dos principales líderes de la derecha española se ha evidenciado más que nunca en la última semana, cuando Vox ha roto los cinco gobiernos autonómicos que había pactado con el PP. Vozpópuli ha podido confirmar que esta decisión, que marca un antes y un después en la relación de ambas formaciones, se ha tomado sin ni siquiera una conversación previa de Whatsapp entre ambos presidentes.

Feijóo tomó los mandos de Génova en abril de 2022, un momento en que la distancia electoral entre el PP y Vox era muy inferior a la actual. Apenas 37 escaños por encima se situaban los populares. Por aquel entonces, Pablo Casado y Abascal habían roto relaciones tras la primera moción de censura de Vox a Pedro Sánchez. "Van ustedes de nueva política, pero usted ya tenía cargo público cuando yo estaba en el colegio", llegó a decir Casado, entre otros ataques personales al líder de Vox.

La llegada de Feijóo a Génova sirvió para recomponer unas relaciones que estaban rotas y que se han ido deshilachando con el paso del tiempo. Solo dos encuentros presenciales -al margen de conversaciones telefónicas- han mantenido Abascal y Feijóo. El primero de ellos al poco de ser nombrado el gallego presidente del Partido Popular.

Para el segundo encuentro hubo que esperar a septiembre de 2023, para negociar la investidura (fallida) de Alberto Núñez Feijóo. Esta es, de hecho, la última foto cordial entre los dos líderes de la derecha española.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante la reunión mantenida con el presidente de Vox, Santiago AbascalEFE

Cuando todo se truncó

Antes de esa última conversación telefónica de enero de 2024, antes del silencio, hubo un momento clave en que todo se truncó. Pedro Sánchez quizá no lo sabe, pero su ley de amnistía no ha servido solo para contentar a Carles Puigdemont y los independentistas catalanes, también funcionó para quebrar la debilitada unión de la derecha española.

En otoño de 2023, Vox intentó acordar con el PP una acción coordinada para frenar la ley de amnistía en todos los frentes posibles: político, judicial y social con movilizaciones en las calles. Bambú denunció durante semanas que en Génova no respondían a su llamada para actuar de manera conjunta. El PP prefirió siempre seguir con su propia hoja de ruta.

Esta falta de respuesta del PP junto a las negociaciones de los genoveses con los socialistas para repartirse las Comisiones parlamentarias fueron el argumento en que se apoyó Bambú para dinamitar las relaciones con los populares. En diciembre de 2023, el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, anunció que su partido rompía relaciones con la cúpula del PP. Garriga llegó a acusar al PP de "estar más lejos de Vox que del PSOE de Pedro Sánchez".

Aquel gesto no gustó nada en Génova, y, como afirman fuentes de Génova, supuso un antes y un después en la relación entre Feijóo y Abascal, que hablaron por última vez en enero de 2024.

La carta de Abascal a Feijóo

En el PP tampoco se entendió muy bien la iniciativa de Abascal para reconstruir las relaciones. El 6 de mayo, el líder de Vox envió una carta a Feijóo que hizo pública en forma de nota de prensa. En ella, volvió a manifestar su idea de construir una estrategia de acción conjunta contra Sánchez: "Estimado Alberto, cuando te canses de tender la mano a Pedro Sánchez, encontrarás la nuestra para construir una alternativa que esté a la altura de las circunstancias".

Al PP esta acción le pareció "puro marketing político". "La carta fue un acto electoral para las elecciones europeas. Una imitación del género epistolar de Sánchez. Aunque a Vox le pega más mandar un fax que una carta", indican fuentes próximas a la dirección del PP.

Estas mismas fuentes señalan que el PP "no ha cambiado nada su relación con Vox. No hemos roto nada. Pese a ser calificados de derecha cobarde, cómplices de machetazos y violaciones… Lo hemos aguantado estoicamente en busca de hacer oposición al verdadero problema de este país, que es Pedro Sánchez".

El PP cree que a Vox le espera un camino similar al de Ciudadanos: "Después de que Vox se opusiera a los presupuestos de Ayuso en Madrid y de Juanma Moreno en Andalucía sacamos absoluta. Este año hemos crecido en País Vasco, hemos multiplicado en Cataluña por 5 nuestros diputados y adelantado a Vox. Están en una situación de frustración. Con Casado estaban a punto del sorpasso (37 escaños) y nunca Vox ha estado tan lejos del PP como ahora (104 escaños)".

Feijóo y Abascal es la historia de un divorcio anunciado. Un problema para la derecha frente a un Pedro Sánchez cada vez más fuerte en las instituciones -no así en las urnas- que prepara su nueva jugada: una estocada a la prensa crítica.

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