Hasta en dos ocasiones ha repetido Alberto Núñez Feijóo la siguiente frase, por si no quedaba claro: "Es evidente que yo no tengo los votos para acabar con el Gobierno, pero si alguno de los socios quiere acabar con todo esto, que sepan que estoy a su disposición para abrir una nueva etapa en nuestro país". Una apelación directa a los socios de Pedro Sánchez para sacar adelante una moción de censura. Una figura constitucional que no ha llegado a verbalizar, si bien lo expuesto es lo suficientemente sugestivo para formaciones como el PNV, cuyos votos provocaron la caída del Gobierno de Mariano Rajoy en junio de 2018, precisamente, por los escándalos de corrupción que lo asediaban.
Y es que Víctor de Aldama, principal comisionista del caso Koldo, ha sacado la metralleta de tambor este jueves en la Audiencia Nacional. De todo lo dicho por el considerado como "nexo corruptor" de la trama, según la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, ha dado cuenta Feijóo. Decenas de acusaciones inverosímiles hasta que en febrero estallara el caso de corrupción que amenaza los cimientos del Palacio de la Moncloa, pero a los que ahora el PP da todo halo de veracidad habida cuenta de lo ya sabido en el marco de la investigación. "Estamos sin duda ante el caso Sánchez", ha zanjado Feijóo en los primeros compases de su declaración institucional en el Congreso. "Lo que se confirma es que este Gobierno apesta a corrupción", ha añadido.
Después de que Aldama pusiera al Gobierno perdido con sus revelaciones ante el juez Ismael Moreno, a sólo un kilómetro y medio de un Congreso que reñía por la reforma fiscal, el líder de la oposición ha dedicado buena parte de la mañana a medir su respuesta. Lo ha hecho con su equipo, en el despacho reservado para el líder de la oposición en el Congreso. Como en aquel libro de Tabucchi, Sostiene Pereira, el primer tercio de su declaración (sin preguntas de la prensa) ha sido para exponer lo dicho por Aldama. El segundo, para pedir de nuevo la dimisión de Sánchez, además de para resaltar la "pobredumbre" de buena parte de sus ministros, empezando por la vicepresidenta tercera y candidata a número dos de la Comisión Europea, Teresa Ribera, con quien Aldama se habría reunido. Por último, ha puesto la pelota en el tejado de los socios.
"¿Si buena parte del Gobierno está implicado, por qué le protegen?", ha aludido el líder popular, de nuevo, a las alianzas parlamentarias del Gobierno de coalición PSOE/Sumar. Todo el arco parlamentario menos PP, Vox y UPN, siendo CC el más zigzagueante del resto en su relación con el Ejecutivo. Porque de todos los partidos de izquierdas o nacionalistas o independentistas, sólo Podemos, a través de su líder, Ione Belara, ha pedido explicaciones al Gobierno por el caso Koldo. Tras abrir Aldama la caja de Pandora, el PP aprieta para tratar de pescar en las aguas revueltas de la Carrera de San Jerónimo.
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