Política

Feijóo contraataca a Abascal por sus "ataduras" con Alvise y Orbán: "Ni como el PSOE ni como Vox: somos libres"

El líder del PP acusó a Vox de acabar "favoreciendo" los "intereses" de Sánchez. Lo hizo mencionando expresamente al partido de Abascal, algo impensable antes de la ruptura

Algo ha cambiado en el discurso de Alberto Núñez Feijóo desde que hace dos semanas Santiago Abascal decidiera romper con el PP en los cinco gobiernos autonómicos que gobernaban. Desde entonces, Feijóo, sin hipotecas con Vox si se obvian los 150 ayuntamientos todavía regidos bajo la misma fórmula, menciona con mayor asiduidad a la formación populista. Se trata de un elemento, una palabra incluso, hasta ahora vetada en su discurso.

Desde su llegada al mascarón de proa del PP en abril de 2022, el gallego había hecho todo tipo de meandros discursivos para no mencionar a la formación de Abascal. Incluso en la campaña electoral del pasado 23-J, cuando en Génova sumaban ambos guarismos soñando con los 176 diputados. ¿La estrategia? La de Don Tancredo, una suerte que domina bien el líder de la oposición.

En su equipo, no obstante, aseguran que el plan sigue siendo el mismo: no entrar al cuerpo a cuerpo con Abascal. "No hablamos de Vox", repiten. Aunque todo su apparatchik insista en atacar al PP y a Feijóo, especialmente, por la sintonía que populares y socialistas, en coalición con los liberales, mantienen en Bruselas. En ese contexto, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, es el gran ogro del imaginario creado por Bambú.

Pero Feijóo ahora sí verbaliza esa palabra que hasta ahora era como Voldemort para Harry Potter. El-que-no-debe-ser-nombrado. Lo hizo, lógicamente, en su comparecencia en Génova tras consumar Abascal su amenaza y romper los gobiernos de Castilla y León, Comunidad Valenciana, Murcia, Aragón y Extremadura por acoger a 110 menores extranjeros no acompañados (menas) en dichos territorios, el pasado 12 de julio.

Lo volvió a hacer, con vehemencia, tres días después, durante un foro organizado por el diario La Razón, en el que tildó de "gravísimo error" el movimiento de Abascal, a ojos de Feijóo, "algo propio de partidos que no han gobernado nunca". Y aunque no se prodigó en verbalizarlo, su discurso estuvo plagado de referencias veladas. "Torpedear el cambio político en las autonomías retrasa el cambio político", "no puede representar el cambio político en España quien ha tirado a la basura el cambio político en las comunidades autónomas" o "la buena política no consiste en golpes de efectos ni en espectáculos protagonizados por los propios políticos, sino en gestionar y gobernar", fueron algunas de las perlas lanzadas.

Y también lo volvió a hacer este miércoles, en una especie de discurso de despedida estival ante sus diputados y senadores, en el Senado. "Ni somos como el PSOE ni somos como Vox: nosotros somos libres", dijo el líder del PP, aprovechando para apropiarse el carril de la centralidad que ansía para coger votantes desencantados a uno y otro costado ideológico.

"Única alternativa" en la derecha

"A diferencia del PSOE, nosotros somos libres. Ellos están atados por sus socios, atados por sus propias mentiras, atados la soberbia de un líder que les exige pleitesía y aplauso desde la puerta de una Moncloa convertida en un lugar sospechoso hasta la puerta de un juzgado", cargó el líder del PP contra las ataduras de los socialistas con todo un "tinglado" de partidos nacionalistas e independentistas. "Y desde esa libertad, defenderemos siempre lo que es mejor para los españoles, sin que nada ni nadie nos condicione más que el interés general", expuso Feijóo.

El líder del PP, a diferencia de lo que hizo con Sánchez, no se detuvo a explicar a qué estaba "atado" Abascal. Pero deslizó que su política también está condicionada a factores exógenos que coartan su libertad de acción. "Sus ataduras están claras: la aparición de Alvise y sus compadreos cada vez más radicales en Europa", acotan fuentes populares en conversación con este periódico. Unos "compadreos" que no son otros que su reciente entrada en Patriotas por Europa, el grupo auspiciado por el presidente húngaro y líder de Fidesz, Viktor Orbán, al que también se ha sumado la Agrupación Nacional de Marine Le Pen.

Feijóo puso el "ejemplo más reciente de la crisis migratoria" para sacar pecho de esa "libertad" de acción "hasta las últimas consecuencias" del PP respecto a ambos partidos. "Vox diciendo que somos como el PSOE y el PSOE diciendo que somos como Vox", se congratuló Feijóo con una mueca en la cara. Para los estrategas de Génova esa es la prueba irrefutable de que están estratégicamente donde quieren: en el centro, y con la posibilidad de convertirse en un partido atrapalotodo. "El año que empezó con dos derechas acaba con una única alternativa", zanjan desde el entorno del líder del PP.

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