El pasado martes, cuando el PP celebró el Comité Ejecutivo Nacional posterior a las elecciones catalanas, Alberto Núñez Feijóo sentó a sus barones en un restaurante gallego cercano a Génova 13 con un aviso: irá a las europeas contra Pedro Sánchez a cara de perro. El líder de la oposición plantea la cita electoral del 9 de junio como un Thrilla in Manila personal contra el presidente del Gobierno, y pasará revista a los resultados región por región. Lo dijo en público aquel día: exige una "movilización de máximos". Los populares parten en cabeza en todas las encuestas, menos en el CIS, pero las elecciones en Cataluña que tan buen sabor de boca han dejado también han evidenciado dos problemas: los cinco días sabaticoreflexivos de Sánchez han movilizado al electorado socialista y la alta fidelidad del votante de Vox hacen aguantar a Santiago Abascal.
Es por ello que Génova se ha lanzado a por el "centro político", buscando capitalizar todo el remanente de votos que dejará huérfanos Ciudadanos –un 12'15% del escrutinio y ocho eurodiputados en 2019, cuando se celebraron las últimas elecciones al Parlamento Europeo– y hacerse con el electorado "moderado" y "descontento" que habría saltado por la borda del PSOE de Sánchez, donde el PP asegura haber encontrado un filón. Los populares estiman tener en la mano subir entre 12 y 15 puntos, desde el 20'15% sacado en 2019 por una candidatura también encabezada por Dolors Montserrat al 32-35%. No obstante, la clave es la distancia, la dimensión de la victoria. "Si no es una victoria rotunda, el proyecto vuelve a quedarse cojo", asegura un exdirigente popular con experiencia en campañas electorales. "Es difícil movilizar en una elecciones generales, imagínate en unas europeas", añade.
Se trata del hecho que explica la campaña esté basada en el "municipalismo". Según apuntó durante su presentación este viernes la vicesecretaria de Organización de Feijóo, Carmen Fúnez, el PP considera a sus más de 3.300 alcaldes sus "mejores agentes electorales". Y para arengar su papel, el PP celebrará el próximo domingo en Málaga una concentración en homenaje a la amplia victoria electoral en las elecciones municipales de mayo de 2023. Una toma de contacto con la calle que culminará el 26 de mayo en Madrid con una manifestación con epicentro en la Puerta de Alcalá que esperan masiva.
Será el pistoletazo de salida del PP a una campaña cuya idea-fuerza es ése elemento popular aunado en torno al antisanchismo. "No somos en esta campaña electoral el partido del color azul. Somos el partido multicolor de la multitud. Somos el partido multicolor del pueblo, el partido multicolor de los españoles", fue uno de los ramilletes de ideas lanzados este viernes por el director de la campaña, Esteban González Pons, también durante su presentación y que ahonda en el carácter plebiscitario, de pura disyuntiva, como de generales, de partido de vuelta del 23-J, que el PP da a estas elecciones. Por ello abandonará su tradicional gama cromática para ponerse de wallpaper una imagen de las masivas manifestaciones que capitanearon contra la Ley de Amnistía el pasado otoño.
¿El lema? Tu voto es la respuesta... O sólo La respuesta, en su versión "derivada", explicó Fúnez. ¿A qué? A la carta de Sánchez. "Es ahora o nunca", fue el mensaje transmitido por Fúnez. "No habrá otra oportunidad de expresarse hasta que vengan unas generales", subrayó en la misma línea.
El 30 de mayo, Ley de Amnistía
La concentración en uno de los lugares más emblemáticos de la capital se producirá sólo cuatro días antes de que el Congreso, tras ser rechazada por el Senado, avale definitivamente la Ley de Amnistía. Fue el propio Sánchez quien se quejó este viernes del movimiento en una entrevista en el programa Al Rojo Vivo de La Sexta, tachándolo de electoralista. Un intervalo de tan sólo cuatro días con el que Feijóo tratará de rescatar las máximas cotas de rechazo a la norma y que le dejará, confía, otra gran foto en las calles de Madrid a dos semanas de las elecciones.
Porque el PP hará de nuevo, tras unas elecciones catalanas donde centró el tiro en otras cuestiones, bandera contra la Ley de Amnistía y la desigualdad que supone en los españoles. Pero también incidirá por otros frentes como la corrupción derivada del 'caso Koldo' o las banderías consensuadas por el Partido Popular Europeo en su reciente congreso de Bucarest. En esta línea, el líder del PP defenderá este sábado en Murcia los intereses del campo español. Algo que le pidió el propio Miguel Ángel Perera en el brindis que le hizo este viernes en la primera visita de Feijóo a Las Ventas. "Miguel Ángel Perera me ha brindado un toro y me ha pedido que defienda no solo la tauromaquia sino también el campo, la ganadería y el sector rural. Miguel Ángel, descuida: lo voy a hacer", tuiteó el líder del PP en la red social X.
Se trata del arranque de una "campaña muy sectorializada", en la que con dos caravanas electorales, una liderada por Feijóo y otra Montserrat, y acompañados de los rostros más reconocidos del partido, los populares se recorrerán España de norte a sur y de este a oeste en busca de votos. Las expectativas son máximas. Además, hablamos de unas elecciones que, además, tradicionalmente se le han dado mejor al PP que el PSOE. Sólo Josep Borrell, en 2004 y 2019, las dos veces que ha sido el candidato, ha dado la victoria a los socialistas en los últimos 30 años. Pero eso, por sí solo, no basta. Feijóo quiere distancia.
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