El Partido Popular tuerce la mano al PSOE de Sánchez en el primer pulso electoral tras el 23-J. En Génova no ocultan su satisfacción. Como predijeron en el cuartel general de los populares, los marcos políticos nacionales no suelen tener un efecto en suelo gallego. El preocupante patinazo del indulto condicionado a Carles Puigdemont no ha surtido efecto en el electorado gallego, que ha vuelto a mostrar su confianza en el PP, que obtiene su quinta mayoría absoluta de la mano de Alfonso Rueda.
Con esta victoria de los populares, Feijóo recupera la pose de hombre tranquilo, y consigue rearmar su liderato dentro y fuera del partido. Mientras, Sánchez se hunde en otra región, mientras que los nacionalismos que alimenta siguen escalando escaños. La marca Feijóo se reafirma en la derecha con un Vox que no crece lo suficiente para entrar en el Parlamento gallego. A su vez, los populares consiguen con esta victoria afianzar la figura de Alfonso Rueda, un heredero de confianza para la región gallega.
El PP quiere hacer bandera con el sentidiño, y se nota. Esa palabra gallega que hace referencia al "sentido común", y que Feijóo quiere que sea el buque insignia de su imagen pública. Así lo reflejaba la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, en rueda de prensa: "Los gallegos han elegido el sentidiño". Una idea que ha subrayado en su intervención el presidente gallego, Alfonso Rueda.
"Este resultado representa la fortaleza del PP. Es un gran día para nuestro país. España se jugaba mucho en Galicia y los gallegos han sabido responder a favor de Galicia y a favor de España. El mensaje ha sido claro: entre muros o puentes, han elegido puentes. Entre lío o estabilidad, han elegido estabilidad. Entre desafío o unión, han elegido unión", ha subrayado Gamarra.
El PP ha conseguido 70.000 votos más que en las pasadas elecciones, y crece hasta los 699.000 votantes, más que cuando se presentó Feijóo aunque pierde 2 escaños por la mayor participación y se queda con 40.
Un mensaje claro a Sánchez
En Génova creen que el ejemplo de Alfonso Rueda es el "ejemplo del buen gobierno" y hacen un análisis en clave nacional: "Sánchez y el PSOE deben hacer una reflexión profunda sobre lo que han provocado en esta campaña electoral. Han abandonado sus principios, sus siglas, hasta a su propio candidato para alimentar el independentismo con el único objetivo de que no pudiera gobernar el PP".
Los populares creen que no es baladí que el PSOE haya cosechado su peor resultado histórico en una comunidad como Galicia en estos momentos. "Es la demostración de que la política de Sánchez cuenta con el rechazo de la sociedad española. Ya no hay Partido Socialista, solo queda Pedro Sánchez. No le importará nada este resultado porque se sigue manteniendo en la Moncloa, que es lo que le importa".
Este domingo se respiraba en Génova un ambiente de victoria, aunque sin fuegos artificiales. "No hemos descorchado champán, pero sí hemos brindado con Estrella Galicia", apuntan desde el cuartel general del PP. Con el 80% escrutado y 40 escaños para Alfonso Rueda, el presidente del PP ha llamado a Alberto Núñez Feijóo para felicitarle por los resultados. El lunes, Feijóo viajará a Galicia para celebrar la reunión del Comité de Dirección y el martes Rueda acudirá a la sede de Génova para encontrarse con el Comité Ejecutivo.
Esta vez, el Partido Popular ha entonado bien aquel lema de Hannibal, el líder del equipo-A: "Me encanta que los planes salgan bien. "Nuestras encuestas daban este resultado desde el minuto uno", afirman fuentes genovesas. El suelo de los sondeos realizados por Génova estaba en 38 escaños. Ninguna preveía la pérdida de la Xunta. Sin embargo, tras la experiencia del 23-J, los populares prefieren no abrazar demasiado a la demoscopia.
En el PP se congratulan del batacazo del PSOE, del que subrayan que ha obtenido "su mínimo histórico" en Galicia. En Génova no ocultan su satisfacción con el resultado de Vox, que no consigue representación. "La derecha valiente es la derecha extraparlamentaria", afirman.
El voto del miedo al BNG
El PP ha sabido jugar con inteligencia el arma que esgrimió Sánchez en las generales: 'el voto del miedo'. Si el coco en aquella ocasión fue Vox, en esta lo ha sido el BNG de la mano de los populares. Una estrategia que ha servido para afianzar el voto de la derecha ante la ausencia del gigante Feijóo. El BNG, por su parte, ha absorbido al PSOE.
El PP ha centrado su campaña va a defender Galicia como el último bastión de las nacionalidades históricas de España no tomadas por el independentismo. "No queremos que Galicia se convierta en otro País Vasco con el Bildu gallego en el Gobierno", afirmaban fuentes populares.
Tenían claro que esta contienda en las urnas no podía leerse en términos "PP versus PSOE", sino "PP versus BNG". El equipo de Rueda siempre creyó en la posibilidad de conseguir votantes en el electorado del PSOE contrario a la amnistía y a los pactos de los socialistas con EH Bildu, ERC y Junts.
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