Cataluña es la comunidad más visitada por Felipe VI, según los datos que figuran en la web de la Casa Real. El monarca preside una media de casi 11 actos al año en Cataluña desde el 19 de junio del 2014, fecha en la que fue proclamado rey de España tras la abdicación de su padre Juan Carlos I. La Corona -con la asistencia del rey y la reina- participará esta semana en los homenajes a las víctimas de los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils pese a las críticas del separatismo.
Vozpópuli ha analizado los 629 actos -tal y como se recogen en los términos de búsqueda de la página de la monarquía- que ha presidido Felipe VI en los últimos cuatro años. Un total de 42, un 6,7%, ha tenido lugar en Cataluña. Es la comunidad con más presencia del monarca por delante de regiones como Andalucía, Castilla y León o Asturias. Entre el 65 y el 70% de la actividad del rey se desarrolla en Madrid y sus alrededores.
Los actos analizados por este diario excluyen, por un lado, otras actividades propias de la monarquía como las audiencias o las visitas de jefes de Estado y de Gobierno extranjeros. Y, por otro, tampoco se recogen actos oficiales de otros miembros de la familia real como los reyes eméritos.
Mobile Congress y Princesa de Girona
Las citas habituales de Felipe VI en Cataluña son los premios de la Fundación Princesa de Girona, el Mobile World Congress de Barcelona y la entrega de despachos en la Academia de Suboficiales de Talarn (Lleida). Pero el rey ha participado también en eventos empresariales, deportivos y culturales. Ha asistido a la entrega del premio Nadal de literatura, ha presidido la entrega de becas de La Caixa, ha asistido a una final de la Copa del Rey en el Camp Nou y más recientemente ha inaugurado los Juegos del Mediterráneo en Tarragona junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Quim Torra.
El discurso que Felipe VI pronunció el 3 de octubre fue un punto de inflexión en la relación de la Casa Real con Cataluña. El rey acusó a las autoridades catalanas de situarse al margen de la democracia y de la ley tras el referéndum del 1-O. El separatismo no perdona a la Corona su liderazgo constitucional y el papel determinante que jugó en la reacción de la sociedad española al golpe del pasado octubre.
El separatismo retuvo la mayoría absoluta el 21-D por los pelos. El resultado sembró algunas dudas en la Casa Real sobre cuando y cómo debía regresar el rey a Cataluña.
Siete actos tras el discurso del 3-O
Pero el homenaje a las víctimas del 17-A es el séptimo acto que Felipe VI preside en Cataluña desde su discurso del 3 octubre. El rey ha desafiado la hostilidad de las autoridades independentistas y encerronas como la que sufrió en la manifestación de hace un año tras los atentados. Esteladas, abucheos y abundante cartelería nada improvisada señalaron al monarca como cómplice de supuestos regímenes que patrocinan el terrorismo, y ello ante la mirada de todo el mundo.
El independentismo ha perdido en los últimos tiempos el monopolio del rechazo al rey. El ejemplo más claro se vivió en Tarragona. El monarca recibió más aplausos que abucheos durante la inauguración de los Juegos del Mediterráneo. El presidente de la Generalitat había anunciado horas antes en una declaración más grandilocuente que otra cosa la ruptura de relaciones con la monarquía.
Una decena de pueblos catalanes ya ha declarado al rey persona non grata. Y Torra ha encontrado en Felipe VI un enemigo al que desafiar. Sin embargo, la hostilidad sel separatismo no ha desactivado los viajes del monarca. Y además ha provocado una respuesta del constitucionalismo.
Ocurrió en Tarragona, pero ahora casi en cada visita a Cataluña se organiza una contramanifestación de apoyo a Felipe VI. También hay una convocada por los actos del 17-A. Las principales organizaciones del separatismo ANC y Òmnium han pedido no boicotear al rey en Barcelona, y al mismo tiempo han declinado asistir a los homenajes por la presencia del monarca.
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