La guerra civil no amaina en el PSOE. Tres meses después del traumático Comité Federal que acabó con la dimisión de Pedro Sánchez, partidarios y detractores de la gestora que desde entonces controla el partido mantienen las espadas en alto y toman posiciones para librar la siguiente batalla. Esta tendrá lugar en las primarias previas al Congreso del que saldrá el próximo secretario general, proceso para el que todavía no hay fechas pero sí la seguridad de que enfrentará a los dos bandos que dividen al socialismo. En esa tesitura, el aparato parte con una ventaja competitiva: controla el censo de afiliados y la fontanería orgánica hasta que se designe una nueva cúpula. Y lo están aprovechando para ganar posiciones, tal y como ha podido constatar Vozpópuli.
Un grupo de voluntarios ha alquilado un local en la misma calle Ferraz para asesorar a quienes tienen problemas para afiliarse al PSOE
Ferraz está peinando la relación de militantes -unos 180.000 según las últimas cifras conocidas-, al objeto de apartar a quienes no estén al día con las cuotas o lleven tiempo sin dar señales. Operación que hace recelar a los críticos, pero no tanto como otra que está teniendo lugar al mismo tiempo: la paralización de nuevas afiliaciones.
La gestora sospecha que la mayoría de esas peticiones que se están registrando estas semanas están patrocinadas por partidarios de Sánchez y críticos de Susana Díaz y el resto de barones que lo descabezaron. Buscarían así mejorar sus expectativas ante esas primarias donde todos los afiliados podrán votar. Los estatutos del PSOE no marcan plazos para ejercer el derecho: cualquier militante está facultado, con independencia de su antigüedad.
Los críticos consideran que Ferraz “está depurando el censo a conveniencia” y “frenando afiliaciones arbitrariamente” para no arriesgar una derrota en la votación interna. Fuentes de ese sector aseguran a este diario que están organizándose para responder a las maniobras del aparato. Así, han comenzado a articular una estructura paralela aprovechando las plataformas que en las últimas semanas se han constituido por toda España para respaldar a Sánchez y oponerse a la gestora.
Apertura de sedes
Esos militantes, simpatizantes y voluntarios están abriendo sedes desde las que coordinarse mejor y orientar a los ciudadanos que intentan afiliarse y ven paralizadas sus solicitudes. En Madrid, donde el sector sanchista representa prácticamente al 50% de la federación, han elegido como cuartel general un local a escasos 650 metros de la sede nacional del PSOE: el número 10 de la calle Ferraz.
Los críticos cerraron el alquiler del inmueble -que llevaba meses desocupado- este martes, tal y como ha podido saber Vozpópuli de fuentes internas. A partir de ahora, tendrán despacho a cuatro manzanas de sus rivales internos, en el corazón de Madrid y junto a la plaza de España. Una ubicación privilegiada que les deja también muy cerca de la sede de Podemos.
Las fuentes citadas subrayan que Sánchez no está detrás del movimiento, aunque apoyen su candidatura. El exsecretario general sigue sin descubrir sus cartas y mantiene la incógnita sobre si se presentará a las primarias. La tarde del martes, 68 cargos medios del PSOE le mostraron su apoyo a través de un manifiesto que presentaba al exdiputado por Madrid como la mejor opción de “recuperar la ilusión de la militancia”. El alcalde de Dos Hermanas, Quico Toscano, y los parlamentarios nacionales Adriana Lastra y José Luis Ábalos lideraron este movimiento que persigue apretar las filas del sanchismo cuando peor pinta el panorama para su referente político.
Y es que algunos de los que fueron sus principales apoyos, como César Luena, Francina Armengol, Idoia Mendia o la cúpula del PSC, cada vez muestran menos entusiasmo por que vuelva el exsecretario general o directamente defienden otras alternativas. Cuanto más tiempo pase sin convocarse el Congreso Federal, más diluida quedará la figura de Sánchez y más fácil será que sigan surgiendo grietas entre los que configuraron su 'guardia de corps', se opina en la gestora.
Los sanchistas temen un pucherazo en las primarias debido a la depuración del censo de afiliados
El Comité Federal del próximo 14 de enero debe aprobar, a priori, un calendario orgánico que al menos fije en el horizonte las primarias, aunque aparque unos meses la convocatoria del cónclave. Los sanchistas, o mejor dicho los antisusanistas, quieren llegar a ese momento lo mejor organizados posible, sabedores como son de que estos procesos internos se deciden a menudo por el manejo que se tenga de los resortes internos del PSOE y no tanto por las banderas ideológicas que se enarbolen.
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