Política

Ferraz exige al PSOE andaluz que le consulte el voto de la iniciativa de Cs sobre Cataluña

Después de la crisis en el Congreso, la dirección del PSOE pide que ningún territorio apoye declaraciones sobre Cataluña, como la que los socialistas andaluces se plantean respaldar en su Parlamento.

La dirección federal del PSOE quiere evitar conflictos en parlamentos autonómicos y ayuntamientos como el que supuso la semana pasada la iniciativa de Ciudadanos en el Congreso para respaldar al Gobierno en Cataluña y este mismo lunes ha remitido una nota interna a todo el partido para pedirles que se abstengan de apoyar propuestas similares. Pero la orden puede generar problemas: el PSOE andaluz se plantea apoyar la propuesta del partido naranja, que se votará el próximo jueves, y, en todo caso, ve muy difícil rechazarla.

Todos los socialistas comparten que la estrategia del partido de Albert Rivera es dividir y desprecian por "inoportuna" su propuesta: consideran que no contribuye a resolver ni pacificar la crisis, sino que, más al contrario, torpedea la unidad. Pero en Andalucía ven muy difícil desmarcarse del apoyo al Gobierno y la Constitución.

La división se vio el pasado martes, cuando el PSOE acabó rechazando la propuesta de Ciudadanos, al cambiar en el último momento de la abstención al 'no', una decisión que generó un profundo malestar en la bancada socialista.

Cuatro diputados no votaron junto a sus compañeros, aunque sólo la vallisoletana Soraya Rodríguez aseguró que lo había hecho a conciencia y los tres andaluces que también se abstuvieron aseguraron haberse equivocado, pero la decisión de la dirección del grupo parlamentario, que se atribuyó directamente al secretario general, Pedro Sánchez, disgustó a muchos. Especialmente a los andaluces, que criticaron que, pese a las discrepancias con Ciudadanos, el PSOE votara en contra del respaldo a la legalidad ante esta crisis. 

Ciudadanos hurga en la herida del PSOE

Pero el conflicto no acabó ahí, porque el partido de Albert Rivera ha decidido presentar esa iniciativa en los parlamentos autonómicos. Y el próximo jueves se votará en Andalucía. Hasta ahora el PSOE de Susana Díaz no ha dicho claramente cuál es su posición, pero fuentes de esta federación, consultadas por este periódico, defienden que es muy difícil votar en contra.

En el Congreso de los Diputados, los socialistas andaluces respetaron la disciplina de voto (sin contar las tres equivocaciones), pero insistieron en que era un error. Y mantienen este planteamiento. Sostienen que en la calle, los ciudadanos no entendieron la posición del PSOE y seguirían sin entenderlo si se repite, a pocos días del 1-O.

Pero la instrucción de Ferraz es clara. La nota interna, firmada por el secretario de Organización, José Luis Ábalos, y los responsables de Relaciones Institucionales, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, y Política Municipal, Susana Sumelzo, es una orden para secretarios de Organización de las Federaciones, portavoces de Parlamentos autonómicos, alcaldes y presidentes de Diputación.

En el comunicado, la dirección socialista explica que es necesario "mantener una misma posición federal", "coherente" con su planteamiento político ante el 1-O, y para ello, pide a sus compañeros que se abstengan de presentar desde los Grupos Socialistas iniciativas, declaraciones y mociones sobre la situación. 

Pero, además, pide que se abstengan de "entrar en la dinámica de respaldar iniciativas del mismo carácter presentadas por otras fuerzas políticas en el marco institucional sin previa autorización por la Comisión Ejecutiva Federal".

Y en el caso de que consideren necesario "determinar y clarificar" su posición política por las circunstancias que sean, les instan a que envíen los textos correspondientes de las iniciativas para "valorarlas conjuntamente desde la Comisión Ejecutiva Federal" y así "determinar la posición definitiva". Es decir, Ferraz pide al PSOE andaluz que le consulte el voto. 

Pero si hay un lugar en el que el PSOE puede tener más complicado oponerse a esta iniciativa es Andalucía, donde Ciudadanos apoya al Gobierno de Andalucía, cuyos presupuestos acaba de aprobar. De hecho, este respaldo se terminó de fraguar mientras en Madrid estallaba la mala relación entre los socialistas y el partido naranja. 

Para los socialistas andaluces sería difícil votar en contra de su socio parlamentario y hacerlo además junto a Podemos e Izquierda Unida, para negar un apoyo al Gobierno y a la Constitución que ven estrictamente necesario. 

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