El Parlamento Europeo (PE) ha pedido este martes a los países de la Unión Europea que pongan fin al cambio de hora a partir de 2021 y permitan a cada país elegir si quiere mantener el horario de verano o el de invierno. Algo a lo que España ya ha renunciado.
El texto, respaldado por 410 votos a favor, 197 en contra y 51 abstenciones, basa esa petición en una consulta pública que reveló un amplio apoyo ciudadano a la idea, y argumenta que se ha comprobado que esa práctica no conlleva un ahorro energético.
Los eurodiputados están de acuerdo con la iniciativa de Bruselas de acabar con el cambio horario, pero son partidarios de retrasar su aplicación hasta 2021, en lugar de hacerlo en 2019 como proponía la Comisión Europea.
La Cámara insiste en que los Estados miembros y la Comisión deberán coordinarse para garantizar que la aplicación del horario de verano en unos países y el de invierno en otros no perjudicará al funcionamiento del mercado interior.
Tras esta votación, la Cámara está lista para iniciar negociaciones con los ministros de la UE sobre el contenido final de la directiva. Dado que el Consejo no ha fijado todavía una posición común, el dossier se trasladará al próximo Parlamento, salido de las elecciones de mayo.
"Si nos coordinamos, podemos encontrar una buena solución para todos los Estados miembros. El objetivo debe ser evitar interrupciones importantes en el funcionamiento del mercado interno debido a las diferencias horarias", por ejemplo, en el sector del transporte o los vuelos, ha dicho el eurodiputado conservador checo Pavel Svoboda.
Por su parte, la socialdemócrata Marita Ulvskog, ponente del texto, ha hecho hincapié en la necesidad de "asegurar cierta coordinación" y subrayó que será "crucial" que los países reciban la información pertinente.
La vicepresidenta del grupo de los liberales (ALDE), Izaskun Bilbao, ha valorado la aprobación del acuerdo para terminar "sin prisa, pero sin pausa" con los cambios estacionales de hora que comenzará a negociarse con el Consejo.
Para Bilbao, la directiva "es una enorme oportunidad para que la Unión genere confianza y proximidad trabajando con rigor y seriedad para convertir las inquietudes ciudadanas expresadas por los más de cuatro millones de europeos que participaron en la consulta pública sobre este asunto en una norma que acabe de manera ordenada y transparente con estos cambios".
La Comisión llevó a cabo una consulta en línea sobre el cambio horario que recibió 4,6 millones de respuestas, el 84 % favorables a suprimir el cambio, y a continuación presentó una propuesta legislativa.
Los colegisladores, el Parlamento y el Consejo, deberán ponerse de acuerdo para que el texto pueda entrar en vigor. La UE unificó el procedimiento del cambio de hora en 1980. Según la normativa vigente, los países deben cambiar al horario de verano el último domingo de marzo, y de vuelta al horario estándar el último domingo de octubre.
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