La Fiscalía de Valencia ha recurrido ante el Juzgado de Instrucción número 2 de Sueca el sobreseimiento de las actuaciones incoadas en relación a un comentario publicado en una cuenta en Twitter, al parecer vinculada a Vox, e insiste en que se investigue si pudo incurrir en un delito de odio.
En este comentario se atribuía la autoría de un supuesto delito sexual cometido en Cullera a un grupo de magrebíes, cuando en realidad los responsables fueron españoles.
Los hechos se produjeron el pasado mes de junio, cuando desde un perfil de Twitter al parecer vinculado a la formación de extrema derecha se acusó al diario El País de haber "olvidado" informar sobre el hecho de que los supuestos responsables de la referida agresión sexual eran "cinco magrebíes".
Y añadía la crítica al diario: "Es imprescindible puntualizar el origen extranjero de la mayoría de los violadores para que los españoles tomen conciencia del tipo de delincuentes a los que estáis abriendo la puerta".
Cabe preguntarse si existía dolo a la hora de conocer la falsedad de los datos de la autoría y aun así difundirlos públicamente"
Los detenidos por la Guardia Civil fueron cinco hombres de entre 45 y 50 años, todos ellos españoles, por un presunto delito de abusos sexuales a una mujer en la playa naturista de El Mareny de Sant Llorenç, en la localidad valenciana de Cullera.
'Fake news'
En su recurso, la fiscal especializada en delitos de odio, Susana Gisbert, expone la "falta de motivación" del auto por el cual se acuerda el libre sobreseimiento de las actuaciones, e insiste en que "si se considera que el hecho no constituye delito, debería no solo decirse así, sino explicar las razones por las que se llega a tal conclusión".
"Se refería este mensaje a una presunta violación cometida en Cullera donde, según es público y ha sido publicado, los autores no eran inmigrantes, sino españoles", relata la fiscal, para quien se trata de un caso de noticia falsa (fake news) "o la manipulación de una verdadera".
"Cabe preguntarse si existía dolo a la hora de conocer la falsedad de los datos de la autoría y aun así difundirlos públicamente, a lo cual no puede darse otra respuesta que la positiva. Bastaba con una ojeada a la prensa por vía analógica o digital para saber que los autores eran españoles", concluye.
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