El PSOE ya ha fijado la agenda de las primarias y del 39º congreso, pero lo ha hecho sin haber cosido la herida provocada por el proceso tan traumático que acabó desalojando a Pedro Sánchez de Ferraz. Las conversaciones que ha mantenido Susana Díaz en los últimos meses para intentar ganarse el apoyo de las federaciones que mantuvieron hasta el otoño su aval a Sánchez, apenas han dado frutos para la presidenta andaluza, a pesar de que ha ofrecido a sus máximos responsables contar con ellos en el reparto de responsabilidades que se decidirá en junio. Lo más que ha conseguido con estas organizaciones es que quienes las dirigen se decanten por apoyar en su práctica totalidad a Patxi López, salvo alguna que se reservará margen de maniobra hasta el final hasta comprobar si Sánchez sigue o se retira de la carrera. La realidad, admiten fuentes de la gestora que preside Javier Fernández, es que se ha llegado a esta situación sin haberse cosido en ninguna federación del partido las heridas abiertas antes y después del traumático comité federal del 1 de octubre.
Miembros de algunas federaciones opinan que Susana Díaz acabará reculando porque es la que más tiene que perder si fracasa en las primarias
Las organizaciones de Madrid, Galicia, Castilla y León, La Rioja o Murcia, entre otras, siguen sin querer saber nada de Susana Díaz en su inmensa mayoría e incluso dudan de que llegue a presentar su candidatura. “Aquí la única que arriesga es ella porque preside una comunidad autónoma tan importante como Andalucía y controla su federación. En cambio, Patxi y Pedro apenas pierden nada si salen derrotados en las primarias”, resume un dirigente del PSM. En las filas del socialismo andaluz es lógico que nadie reconozca en público el vértigo que está sintiendo Susana Díaz ante el empuje que ayer demostró López en su presentación como candidato, si bien es una reacción que miembros destacados de otras federaciones ya han detectado en el entorno de la lideresa al conocer que detrás del exlendakari está, entre otros referentes de la vieja guardia, el exvicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba y sus apoyos mediáticos, sin excluir tampoco al propio Felipe González.
La secuencia del último fin de semana, con un comité federal que ha aprobado casi por unanimidad el calendario congresual de la gestora seguido del lanzamiento de López, ha dejado vacilante a Pedro Sánchez. Fuentes cercanas resumen gráficamente la situación, a la espera de que él diga si se retira o continua: “Está tranquilo, midiendo sus tiempos, pero por mucho que los generales se pongan a las órdenes de Susana, la tropa sigue con Pedro”. Se refieren de esta forma al divorcio, cada vez más evidente, que hay entre los responsables regionales de bastantes federaciones y los militantes que serán, en última instancia, quienes dirán su última palabra con el voto en las primarias de mayo.
Pedro Sánchez espera a analizar el trasvase de apoyos a Patxi López antes de decidir si continúa o tira la toalla
Incluso en las federaciones que apoyan con menos recelos la candidatura de Susana Díaz, aun sin formalizar, la ruptura es palpable. En Andalucía, la plataforma creada por los críticos “está haciendo estragos”, aseguran las mismas fuentes, al igual que en Extremadura y Castilla-La Mancha, las tres comunidades en las que el desafecto hacia Sánchez continúa siendo más evidente. Estos y otros territorios están pendientes de cómo evoluciona la llamada ‘tercera vía’ de López en los cinco meses que restan hasta el 39 congreso. Los sanchistas ven su irrupción como un intento de acabar con las elecciones primarias, pues hasta ahora han dado por descontado que acabará pactando con la presidenta andaluza para protagonizar ambos un “congreso de unidad”. Ayer el exlendakari desmintió esta posibilidad antes de las primarias y, por tanto, postergó los pasos a dar en esta u otra dirección a lo que acontezca en mayo.
El comité federal del sábado fue preparado por la gestora para que no se pareciera en nada al celebrado el 1 de octubre, en el que todas las vías de agua que desde hacía tiempo se habían conseguido taponar artificialmente, saltaron por los aires. Al final, resultó incluso más pacífico de lo esperado y en cualquier caso sus ecos quedaron rápidamente eclipsados por el anuncio de la candidatura de López.
Más que en las fechas congresuales, la atención de los restos del sanchismo se centra ahora en la decisión que adopte su líder, temeroso de la posible manipulación del censo de afiliados por parte de la gestora, en el que podría darse de baja a quienes no estén al corriente de pago de las cuotas o, sencillamente, no admitir a quienes en estos meses están pidiendo el alta en las agrupaciones. Asunto mayor sería la marginación de los 18.000 militantes que hay en Cataluña del proceso de primarias, aunque la dirección del PSC está convencida de que la gestora no llegará a tanto para favorecer los intereses de Susana Díaz, pues el escándalo sería mayúsculo y deslegitimaría su posible victoria. López puso ayer el acento en que los socialistas catalanes deben participar en la elección del futuro líder del PSOE.
El exlendakari descarta cualquier tipo de acuerdo con Díaz o con Sánchez antes de que se celebren las primarias de mayo
Para curarse en salud, con Rubalcaba de mediador, el PSC se esfuerza en garantizar a la presidenta andaluza la neutralidad, paso que implicaría que la dirección que pilota Miquel Iceta no acabara pidiendo el apoyo para ninguno de los bandos en liza y la decisión última quedara, sin ningún tipo de presiones, en manos de los afiliados.
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