Los militares redoblan la presión para que el Gobierno revise su situación salarial. Las cinco asociaciones con asiento en el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas (COPERFAS) exigen a la ministra de Defensa, Margarita Robles, una reunión extraordinaria del órgano después de que el proyecto de Presupuestos para 2019 no contemple fondos para actualizar los sueldos de los profesionales de los ejércitos y la Armada.
"Hay dinero para todo menos para los militares", lamentan en un comunicado conjunto. De nada sirve dedicar "grandes cifras" a los programas de armamento si no se cuenta con personal mejor preparado "y motivado" para manejarlo, argumentan.
Los militares españoles en con cierta resignación cómo los dos últimos Ejecutivos les van dando largas mientras avanza en la equiparación de policías nacionales y guardias civiles con los cuerpos autonómicos. "Quizá sea porque para pedir dignidad, justicia y respeto, los militares no protagonizamos encierros, huelgas o colapsamos La Castellana (Madrid)", lamentan.
En la reunión que previsiblemente tendrá lugar después de la ordinaria del 1 de marzo quieren que el Ministerio de Robles les tenga en cuenta para realizar un informe que debería poner solución al conflicto. El Ejecutivo del PP, con María Dolores de Cospedal al frente de Defensa, encargó ese texto del que de momento no hay ni rastro. La propia Comisión de Defensa del Congreso calificó el asunto de los salarios como una "situación grave que debería ser revertida a la mayor brevedad" y hace una semana, el JEMAD Fernando Alejandre insistió en este aspecto.
La situación afecta particularmente a los profesionales de tropa y marinería. El Observatorio de la Vida Militar los define como "los servidores públicos peor pagados de España". Sus salarios rondan los mil euros, los más bajos de la UE sólo por delante de Portugal, según un estudio de este organismo. Entrenamiento diario, maniobras, guardias, sabiendo que a los 45 años deberán dejar las filas del Ejército.
Sólo la salida a misiones internacionales permite aumentar los ingresos. Pero la vida diaria se complica. Los representantes de las asociaciones aportan como ejemplo nóminas de un legionario que cobra 950 euros mensuales y un militar destinado en la base de El Goloso que ingresa 1.050. En ese salario van 2.700 horas, los festivos, las horas extra, las guardias y las maniobras. Y si se pide una reducción de jornada para la conciliación familiar, se restan 150 euros por hora.
En definitiva, lamentan que la sociedad no les termine de "reconocer como al resto de Fuerzas de Seguridad del Estado". "La democracia paga tan mal a sus militares profesionales como hacía Franco", sentencia el presidente de ASFASPRO, Miquel Peñarroya i Prats. .
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