Fue precisamente Felipe González quien realizó la comparación entre los expresidentes del Gobierno y los jarrones chinos, símil que tanta fortuna ha hecho en la política española. Unos y otros, "se supone que tienen valor y nadie se atreve a tirarlos a la basura, pero en realidad estorban en todas partes", teorizó el que fuera jefe del Ejecutivo de 1982 a 1996. Ahora, una fundación al más puro estilo de las Bibliotecas Presidenciales de Estados Unidos tratará de enterrar aquel axioma, canalizando el legado de González hacia la utilidad pública y hallando al fin el lugar idóneo para el jarrón chino: una zona donde su experiencia y bagaje se aproveche sin condicionar o turbar la labor de los que están en activo.
"Nos proponemos poner a disposición del ciudadano toda la documentación y archivos de la época en que Felipe González fue presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, pero también constituir un think tank (laboratorio de ideas) que aporte al debate público desde postulados socialdemócratas", expone en conversación con Vozpópuli la directora de la fundación, Rocío Martínez-Sampere. Ella misma cita las bibliotecas de los mandatarios norteamericanos o la Fundación Mario Soares como ejemplos que, al menos en parte, pretenden emular.
Porque la de Felipe González será una institución "muy innovadora" al contar con dos vertientes bien diferenciadas: una que mire hacia el pasado para recuperar, organizar y difundir la "memoria cívica" del expresidente y otra que apunte al futuro con el estudio de la sociedad contemporánea. "Aprender del pasado y aportar al futuro" es la meta que plantea el equipo que dirige Sampere.
Junto a ella, hay una gerente y dos colaboradores -un politólogo y una documentalista- que llevan cerca de año y medio trabajando en la puesta en marcha de la institución. Presidida por el propio González, cuenta con un patronato en el que se integran el exministro José María Maravall -vicepresidente y muy volcado en la iniciativa-, el historiador José Álvarez Junco, la socióloga Belén Barreiro, el diplomático Shlomo Ben Ami, el periodista Joaquín Estefanía o la jurista y exministra de Sanidad Ángeles Amador. También figura, como secretaria, la hija de González, diseñadora del proyecto.
Varios exministros socialistas, historiadores, periodistas y sociólogos figuran en el patronato de la institución, que vicepreside José María Maravall
"Fue a ella [María González Romero] a quien se le ocurrió la idea de montar algo así, después de que un investigador alemán tuviera muchos problemas para acceder a documentación relacionada con la época de González; a María y a Maravall les hizo entonces un 'clic' y se pusieron a ello", explica Sampere. Aquello fue en el año 2013, pero el trabajo no se aceleró hasta finales de 2015, cuando se fichó a la directora y al resto del equipo y se pusieron manos a la obra con un proyecto que ve definitivamente la luz estos días.
La web y el primer proyecto
El martes se escenificará la puesta en marcha efectiva con un doble acontecimiento: el lanzamiento de su página web -ahora hay una en pruebas que será sustituida- y la presentación de su primer proyecto, un trabajo de investigación sobre la crisis de la democracia representativa volcado en el libro ¿Quién manda aquí? (Ed. Debate). Cuatro años después de concebirla y tras 18 meses de trabajo del equipo director, la Fundación Felipe González será una realidad.
Y lo será en un momento en que González mantiene una fuerte presencia internacional -acaba de ser designado como componente del equipo de verificación del acuerdo de paz en Colombia- y cultiva un perfil bajo ante la batalla interna que vive el PSOE por las primarias a la Secretaría General. Ya son varias las ocasiones en que ha restado importancia a lo segundo subrayando lo vital de la encrucijada internacional -sobre todo tras la elección de Donald Trump en Estados Unidos-, una línea que viene a potenciar su faceta de estadista y a rebajar su protagonismo en clave nacional. Este subió muchos enteros con la defenestración de Pedro Sánchez en el PSOE -movimiento que González apoyó y, según algunas voces, impulsó- y lo hace también cada vez que Podemos vuelve a colocarle en la diana de sus ataques. La última, estas semanas con la ya célebre campaña contra "la trama".
González cultiva su perfil de estadista, se distancia de la batalla interna del PSOE y centra su actividad en el panorama internacional
La labor de la fundación contrarrestará todo eso, aunque su directora afirme que ni por un momento han pensado en Podemos. "La idea surgió antes de las elecciones europeas donde apareció Podemos, pero es que además sería un completo error diseñar una institución así como respuesta a polémicas de la agenda política, no sería útil", razona. Además, Sempere añade que la iniciativa "debe ser bien recibida por todo el mundo, al menos en la parte de la memoria cívica que pondremos a disposición de todo el mundo, para que se estudie, analice o critique". Y cita una frase que guía su trabajo en este sentido: "Que no te digan cómo ocurrió la Historia, que puedas evaluar tú mismo lo que pasó".
'Think tank' independiente del PSOE
Sobre la parte del think tank, indica que se trata de un "proyecto global de futuro" que se propone alumbrar "reflexiones útiles que faciliten la comprensión del mundo en que vivimos". Y en este punto es donde la directora de la fundación detecta su seña de identidad más reconocible: "Trabajaremos en colaboración con otras instituciones, buscaremos proyectos compartidos para que sean más ricos y tengan más repercusión, seremos casi una start up en este sentido".
En ese marco se encuadra la obra ¿Quién manda aquí? que el martes presenta el propio Felipe González en Madrid. Ve la luz en colaboración con la editorial Debate y con la Universidad de Sao Paulo, cuya cátedra José Bonifacio ha ocupado González los últimos doce meses. El libro analiza la crisis de la democracia representativa mediante trabajos de una decena de expertos, entre ellos, José Fernández-Albertos, Víctor Lapuente, Wagner Pinheiro, Berta Barbet o Ignacio Molina.
La fundación no buscará subvenciones: "Nos financiaremos con donaciones privadas y con acuerdos de colaboración para los grandes proyectos"
"No vamos a encontrar la solución a todo, ni lo pretendemos, pero sí podemos hacer aportaciones interesantes junto a otras instituciones", señala Martínez-Sampere. La fundación se integra dentro de la Fundación Europea de Estudios Progresistas, que agrupa los laboratorios de ideas socialdemócratas más importantes del continente. Uno de sus siguientes estudios tendrá como protagonistas a los millennials y se ha hecho en colaboración con 23 organismos de otros tantos países distintos. Algunos de esos trabajos se harán en cooperación con el PSOE o tendrán a este partido como público objetivo -"es el partido socialdemócrata español y ese es nuestro campo de actuación"-, pero la fundación asegura que mantendrá la "independencia" y subraya que en su patronato "no hay ningún cargo orgánico" del socialismo.
Tampoco buscarán la financiación pública, pese a estar inscritos en el registro de fundaciones del Ministerio de Cultura. "No hemos pedido ayudas públicas, nos financiaremos con donaciones privadas y con acuerdos de colaboración para los grandes proyectos, colgaremos en la web las cuentas anuales", garantiza la directora. También en eso, concluye, pretenden ser distintos.
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