Política

García Egea, el señor de los pactos, recupera sus galones en la cúpula del PP

García Egea ha recuperado el protagonismo perdido como 'número dos' del PP. Tras el desastre de las generales, el secretario general pasó momentos delicados

Tras el desastre de las elecciones generales, Pablo Casado escuchó a sus barones más críticos y amagó con una especie de giro al centro. En aquel volantazo, apartó de la primera línea a Teodoro García Egea y Javier Maroto, sus más estrechos colaboradores. Ambos habían conducido la campaña del naufragio. Los sustituyó por Cuca Gamarra e Isabel García Tejerina, que cumplieron con soltura el compromiso. 

Durante este periodo, tanto Egea como Maroto desaparecieron de la primera línea, muy desdibujados, casi ocultos. Una medida prudente por parte de Casado para evitar conflictos internos de cara a las autonómicas. Superado el trance con relativa buena nota, Casado envió a sus filas un gesto de normalidad. Le encargó a ambos, junto a Ana Beltrán y a Cuca Gamarra, la dirección del proceso negociador de los pactos con Cs y Vox. Una encomienda en la que Egea se ha desenvuelto con notable protagonismo, tanto en Madrid como en otras plazas. Así por ejemplo, la difícil entente con Cs por el gobierno de Castilla y León o el del Ejecutivo de Murcia han sido iniciativas conducidas directamente por el secretario general del PP. 

En primera línea del laberinto

También Maroto ha liderado acuerdos complicados como el de las tres alcaldías aragonesas y ha participado en forma muy intensa en el lío canario, un auténtico laberinto con muchas idas y vueltas. Ambos se han reivindicado en sus puestos destacados dentro de la formación en tanto que Casado optó, en esta fase, por tan solo aparecer lo justo, que ha sido más bien poco.T

Egea y Maroto han compartido el mismo castigo. Destacados dirigentes de su formación les señalaron como culpables del destrozo de las elecciones generales. En especial, al primero. Más vehemente, radical, y además, con responsabilidades en la 'purga' de las listas electorales. Le tenían ganas. Basta recordar lo ocurrido en la Ejecutiva del 29-M, justo después de las autonómicas, un momento muy singular en el PP.

El capotazo de Moreno

Alberto Núñez Feijóo llegó a esa reunión dispuesto a llevarse por delante a Egea, según confesaron algunos de los asistentes. El líder gallego pretendía su inmediata defenestración. Una embestida que quedó tan sólo en intento merced al capotazo de Juanma Moreno, el presidente andaluz y experto en templar gaitas. 

Mercedes Fernández, "Cherines', la líder del PP asturiano, también arremetió frente a sus pares contra Maroto, y hasta había llegado a reclamar su degradación. Este criterio no era compartido por muchos de los líderes territoriales del PP. Había, eso sí, un rechazo manifiesto hacia esa 'derechización' de Casado, plasmada en la incorporación de destacados elementos del ámbito aznarista y de Faes. Cayetana Álvarez de Toledo, número uno por Baerelona, ha sido una de las más perjudicadas en esta ofensiva.

La situación ha vuelto a una relativa normalidad, a la espera de la conclusión de los pactos. García Egea ha recuperado su papel preponderante. Ha negociado, ha viajado, ha aparecido en los medios con una insistencia similar a la de Casado durante la campaña. Javier Maroto también ha recuperado espacio en la primera línea. Ambos están en proceso de rehabilitación. Nada definitivo hasta que Casado no culmine la profunda remodelación que pretende llevar a cabo en la cúspide de su formación, empezando por Génova, una vez concluido este momento negociador. Sus más fieles le animan a que los cambios sean drásticos para que recupere el timón. No es el estilo de Casado pero ya ha dado el primer paso. Teo Egea vuelve a tener poder. 

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