Albert Rivera ha sacudido la recta final de la campaña para las elecciones generales con el fichaje de Ángel Garrido, presidente de la Comunidad de Madrid del PP hasta hace un par de semanas. El líder de Ciudadanos ha demostrado con esta incorporación y sus ataques a Pablo Casado en los debates que su objetivo el 28-A es fagocitar al PP más 'sorayista' y pelearle al PP la hegemonía del centro derecha.
Garrido es el segundo presidente autonómico del PP que suma Ciudadanos a la causa naranja después del balear José Ramón Bauzá. La particularidad es que Garrido era presidente de Madrid hasta hace dos semanas y tenía su futuro político asegurado como número cuatro en la lista del PP en las europeas. Bauzá llevaba tiempo desahuciado políticamente.
Ciudadanos confirma con Garrido su apuesta por atraer a sus filas al PP de Soraya Sáenz de Santamaría, purgado por Casado de las listas y órganos de dirección del partido. Fuentes de la dirección naranja insisten en convertir el partido en un refugio de dirigentes moderados "expulsados", dicen, por Casado y Pedro Sánchez. Y recuerdan los nombres de Joan Mesquida y Soraya Rodríguez, procedentes del PSOE.
Pelear con el PP por el liderazgo del centro derecha
Y el objetivo estratégico de todos estos movimientos es pugnar con el PP por el liderazgo del centro derecha en las urnas. En Ciudadanos están convencidos de que estas salidas comprometen a Casado y dan la imagen de barco a la deriva. Y confían en que el votante moderado del PP perciba a Ciudadanos como la opción segura, frente al sector más conservador que está huyendo a Vox.
"El objetivo de estas elecciones es sacar a Sánchez de la Moncloa", dicen estas fuentes. "Pero después hay una batalla en el centro derecha. Estos fichajes son importantes, pero el verdadero campanazo hay que darlo en las urnas el domingo. Y está todo abierto".
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