Política

Una gestora dirigirá el PSOE por tercera vez en democracia

La gestora que dirigirá el PSOE tras la marcha del hasta hoy secretario general, Pedro Sánchez, es la tercera que tiene que hacerse cargo de la dirección del partido desde

La gestora que dirigirá el PSOE tras la marcha del hasta hoy secretario general, Pedro Sánchez, es la tercera que tiene que hacerse cargo de la dirección del partido desde la vuelta de la democracia, tras las creadas en 1979 y en 2000. La primera ocasión en la que el PSOE vivió esta situación fue en 1979, tras las elecciones generales de marzo de ese año, en las que los socialistas, unificados con el Partido Socialista Popular (PSP) de Enrique Tierno Galván, lograron 121 escaños.

Su entonces secretario general, Felipe González, planteó remodelar el PSOE y en el XXVIII congreso federal, celebrado en mayo de ese año, propuso que el término "marxista" no siguiera definiendo al partido, propuesta que fue rechazada y aprobada la ponencia del sector crítico, contraria a la suya. Una negativa que motivó la renuncia de González a presentarse a la reelección y que la dirección del partido quedara en manos de una comisión gestora presidida por José Federico de Carvajal.

Las aguas se calmaron con la celebración de un congreso extraordinario en el mes de septiembre, cuando el PSOE eliminó los postulados marxistas alineándose con las tesis de la mayoría de las fuerzas socialistas de Europa occidental. La segunda ocasión en la que el PSOE estuvo en manos de una gestora fue en marzo del año 2000, tras las elecciones generales en las que el partido obtuvo los peores resultados desde 1979, al pasar de 141 diputados a 125, muy lejos de los 183 escaños que dieron mayoría absoluta al PP.

Un varapalo electoral que llevó a Joaquín Almunia a anunciar su dimisión irrevocable, secundada por toda la Ejecutiva Federal. El Comité Federal nombró entonces una comisión política presidida por Manuel Chaves, que asumió la dirección del partido hasta la celebración del XXXV Congreso. Además de estas gestoras en el ámbito federal, las agrupaciones regionales, provinciales y locales han vivido situaciones similares. La última tuvo lugar el 18 de marzo pasado, cuando la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE nombró una comisión gestora en Galicia, encabezada por la diputada Pilar Cancela, para dirigir el partido tras la decisión de José Ramón Gómez Besteiro de renunciar a la secretaría general.

Durante los últimos días ha habido un intenso debate entre las partes sobre si la dimisión de la mitad de los miembros de la Ejecutiva significaba que este órgano quedaba sin efecto e incluso sobre si a nivel federal se puede crear una gestora. Según el sector afín a Pedro Sánchez, el artículo 70 de la normativa reguladora del funcionamiento del PSOE, que articula el proceso de formación de una comisión gestora, sólo se refiere a los casos en los que se crea una gestora a nivel municipal, provincial o regional, pero no en el federal.

Ese artículo dice que la suspensión de funciones del órgano ejecutivo y la suspensión de actividad orgánica comportará la designación de una comisión gestora, designada de mutuo acuerdo entre la Comisión Ejecutiva Federal y las comisiones ejecutivas regionales o nacionales. Además, se añade que las funciones de dicha comisión gestora, así como el plazo, serán establecidos en la correspondiente resolución. Una vez terminado el plazo establecido o cuando la Comisión Ejecutiva Federal lo estime oportuno, se restablecerá el funcionamiento normal del partido, procediendo a la elección de los órganos preceptivos.

El siguiente paso sería la convocatoria por parte de la comisión gestora de una asamblea para reiniciar la actividad, que deberá hacerse dentro de los 7 días hábiles siguientes al plazo establecido o a la comunicación de la Comisión Ejecutiva Federal.

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