Política

Sánchez se juega el futuro de su Gobierno en los próximos diez días

El Presidente del Gobierno ha paralizado el diálogo con Quim Torra hasta ver si PDeCAT y ERC apoyan los Presupuestos. Hay una fecha marcada en rojo en su calendario: la del 12 de febrero, inicio del juicio de los líderes independentistas encausados por el 1-O y fecha también para el debate de totalidad de las cuentas públicas.

Los próximos diez días se anuncian de extrema importancia para el futuro del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Hay una fecha marcada en rojo en su calendario: el 12 de febrero. Ese día se inicia el juicio oral contra los líderes del 'procés' y también comienza en el Congreso el debate de las enmiendas de totalidad del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2019.

ERC y PDeCAT deben propiciar la "tramitación" del proyecto de ley de presupuestos 2019 no presentando enmiendas a la totalidad -el plazo acaba el 7 de febrero-. Si así lo hacen, el proyecto tendrá dos meses más de vida y la legislatura de Sánchez, cuanto menos, se podrá prolongar hasta octubre de este año. Si no logra el apoyo de los independentistas antes de ese día, con el juicio del 1-O en marcha, le será muy difícil prolongar la vida de su Gobierno en minoría de 84 diputados. Todo o casi se lo juega Sánchez en los próximos 10 días.

El Gobierno admite que el diálogo con Quim Torra está paralizado por la exigencia de que se reconozca el derecho de autodeterminación a Cataluña. Sin embargo, pese a lo imposible de la reivindicación, Pedro Sánchez se niega a cortar la comunicación del todo hasta ver qué pasa con el apoyo de PDeCAT y ERC al proyecto de ley de Presupuestos, aseguran a Vozpópuli fuentes gubernamentales.

«Cuando una conversación llega a un punto ciego lo mejor es dejarla unos días», aseguró este viernes la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, en alusión a la falta de resultados de la cita de la vicepresidenta, Carmen Calvo, con el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonés, el viernes 25 de enero; sin embargo, la propia Celáa dio esperanzas de que luego pueda seguir porque el Ejecutivo se juega la legislatura en el envite.

La portavoz reclamó al independentismo «moderación, racionalidad y sensatez» para no mezclar cuentas y juicio: «Vamos a tratar de apaciguar las emociones,  vamos a intentar ser todos más moderados para que no se susciten otras pasiones». Insistió en que el proceso se celebrará con «todas las garantías» y en que ERC y PDeCAT deben propiciar la "tramitación" del proyecto de ley de presupuestos 2019 no presentando enmiendas a la totalidad antes del 7 de febrero.

La suspensión, este viernes, de la mesa de partidos catalanas fue una señal de que Torra no quiere otra 'foto' con el Gobierno de Sánchez en varias semanas

La pura realidad es que si los presupuestos caen en la votación del Pleno del Congreso el 13 de febrero, con el juicio al procés recién iniciado en el Tribunal Supremo y el foco mediático europeo y de medio mundo pendientes de lo que allí ocurra, a Sánchez se le pondrá todo muy cuesta arriba.    

La suspensión, este viernes, de la mesa de partidos catalanas fue una señal de que Torra no quiere otra 'foto' con el Gobierno de Sánchez en varias semanas

Que el diálogo Gobierno/Generalitat iba, como mínimo, a posponerse, quedó claro el miércoles con la suspensión por sorpresa de la mesa de partidos catalana, prevista para este viernes; Torra la canceló para focalizar toda su actividad y la del Govern en el traslado de los presos desde la cárcel de Lledoners (Girona) hasta Madrid.

El presidente de la Generalitat no quiere otra foto con el Gobierno de Sánchez, al que pide "valentía" para afrontar una "solución" extrajudicial al proceso que se va a iniciar. Él va a estar presente -por lo menos la primera sesión- para dejar constancia de lo que considera un atropello y, de paso, satisfacer a la rama más radicalizada del independentismo, que le exige romper ya y, en el caso de las CUP; implementar la República Catalana directamente.

Solo hay que ver las movilizaciones de la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC), cuyos miembros asaltaron este viernes las oficinas de la Comisión Europea en Barcelona para poner el foco en la situación de los que ellos denominan "presos políticos", en alusión al presidente de ERC, Oriol Junqueras, y el resto de los que se van a sentar en el banquillo de los acusados del Tribunal desde el próximo 12 de febrero:    

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