La mayoría parlamentaria de la que depende Pedro Sánchez (y la división dentro de su Gobierno) está a punto de provocar un conflicto diplomático con Washington. Fuentes cercanas al jefe del Ejecutivo dicen desconocer por qué Estados Unidos incluyó a España en el listado de países que participarán en la operación militar en el Mar Rojo llamada Prosperity Guardian (Guardianes de la Prosperidad), porque Madrid, por el momento, no ha fijado postura alguna. Pero a nadie se le escapa que sí ha habido un diálogo previo con la Casa Blanca, aunque se desconozca a qué nivel. Lo que está claro es que Sumar, socio del PSOE, no ha participado. Los de Yolanda Díaz tienen posturas abiertamente antimilitaristas y propalestinas. Y la operación no casa bien con ello.
El presidente estadounidense llamó este viernes a Pedro Sánchez, en teoría para felicitarle por la investidura. Y aunque no ha trascendido si conversaron sobre la crisis militar con los hutíes, todo parece indicar que Joe Biden se refirió al asunto durante la llamada. Moncloa dice ahora que Madrid no ha fijado aún posición sobre dicha intervención más allá de reiterar que la Armada española solo se moverá bajo el paraguas de la Unión Europea o de la OTAN. Y eso que Bruselas ya había aclarado que el plan es unirse a la operación de EEUU ampliando otra operación europea en marcha (Atalanta).
Pero eso no parece ser suficiente para el Gobierno español, porque Madrid bloqueó este mismo viernes la decisión de la Unión Europea de modificar el mandato de 'Atalanta' para ayudar a Estados Unidos en el despliegue de una fuerza naval ante la crisis de seguridad que se vive en el Mar Rojo con motivo del hostigamiento al que fuerzas hutíes, inspiradas en los acontecimientos que se viven en la Franja de Gaza, someten a los buques mercantes que navegan por la región.
El objetivo de esas milicias es evitar que lleguen provisiones al puerto israelí de Eliat. Y desestabilizar esa ruta por la que navega el 12% del comercio marítimo internacional y el 30% del tráfico de contenedores. Cabe recordar que por el estrecho de Bab-el-Mandeb circula una reseñable parte de los cargamentos de hidrocarburos (petróleo y gas natural licuado) del planeta. El 30% del combustible para aviones pasa por ese estrecho. Si no hay seguridad, un nuevo repunte de la inflación a escala mundial está asegurado. Y Estados Unidos ha pedido ayuda a sus aliados europeos para impedirlo.
Después de que los Veintisiete, a través de los embajadores, dieran el visto bueno a la propuesta del Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, para cambiar la misión 'Atalanta' e "intensificar el intercambio de información y aumentar la presencia con medios navales adicionales" en coordinación con la operación naval lanzada por Washington, España la bloqueó "repentinamente" y "sin dar ninguna razón", según fuentes diplomáticas citadas por Europa Press.
El 'no' de España fue "duro y político" después de que los diplomáticos españoles pidieran consultar con Madrid los cambios en la operación naval de la UE, indican estas fuentes que apuntan que el giro del Gobierno se debería a que a las fuerzas parlamentarias en el Congreso de los Diputados "no les hizo ninguna gracia" el anuncio de Estados Unidos de que España participaría en la misión.
En todo caso, en Bruselas recalcan que la misión militar europea no cambiaría con el retoque propuesto y seguirá siendo dirigida por la UE con un mandato reformado para ampliar el escenario de actuación y poder realizar labores de coordinación con la operación naval que ponga en marcha Estados Unidos. Fuentes comunitarias explican que el cambio se traduciría en que 'Atalanta' pasaría a realizar más intercambio de información con 'Guardián de la Prosperidad' o realizaría "el acompañamiento en caso necesario", pero esto no significa que la UE vaya directamente a intervenir en el Mar Rojo, algo que los israelíes agradecen. "Atalanta' no formaría parte de la operación estadounidense. Pero, naturalmente, ambas misiones perseguirían un objetivo similar, que es algo que beneficiaría a todos", resumen fuentes europeas.
El anuncio de Estados Unidos del despliegue, que incluía a España junto a Reino Unido, Bahréin, Canadá, Francia, Italia, Países Bajos, Noruega y Seychelles como fuerza participante, pilló a Moncloa a pie cambiado. Aún está por decidir si esta decisión supondría el envío de nuevos medios o si la fragata Victoria sería la única en colaborar con la misión anunciada por Estados Unidos. De hecho, el Estado Mayor de la Defensa (EMAD) lanzó hace un par de díaz un escueto comunicado en redes sociales donde aseveró que "España tomará en su momento" las decisiones oportunas respecto a una posible participación en la Operación Prosperity Guardian.
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