Política

Montero y Ciudadanos pactaron en secreto la renuncia del Gobierno a subir los impuestos

La ministra de Hacienda y la dirección naranja mantuvieron los contactos a finales de agosto. El Gobierno prevé llevar un nuevo techo de gasto al Congreso en la tercera semana de septiembre. Sánchez se reúne este miércoles con Casado y Arrimadas en La Moncloa

Ni impuesto a las grandes fortunas. Ni subida del IRPF. Ni subida de sociedades. El Gobierno ha renunciado a la reforma fiscal que preveía un aumento de la tributación a particulares y empresas tras varias reuniones discretas entre la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y Ciudadanos, para negociar los nuevos Presupuestos Generales del Estado.

Los encuentros entre la cúpula naranja y Montero tuvieron lugar a finales de agosto, según ha sabido Vozpópuli de fuentes conocedoras de este diálogo. El Gobierno admite en privado que la renuncia a este plan fiscal es "inevitable" por la crisis del coronavirus. Y así lo ha entendido también la formación morada después de algún rifirrafe más mediático que real con su socio socialista.

La tributación mínima de un 15% del impuesto de sociedades para las grandes corporaciones y del 18% para entidades financieras, así como la subida de entre dos y cuatro puntos del IRPF para rentas superiores a los 130.000 y los 300.000 euros son dos de los ejes nucleares del acuerdo de coalición PSOE-Podemos. 

"No podemos ponernos a subir los impuestos a las empresas en la actual coyuntura económica", admiten fuentes del Gobierno.

La vía Ciudadanos y PNV

Estas fuentes admiten que el Gobierno se reserva la creación de alguna nueva figura impositiva, quizá un impuesto verde o el tantas veces anunciado del diésel para aumentar la recaudación. Ciudadanos está dispuesto a aceptarlo si, por un lado, se confirma la renuncia al "sablazo fiscal" mayor. Y, por otro, el proyecto legislativo de Presupuestos recoge por escrito el espíritu de los acuerdos que las dos partes están alcanzando de palabra.

El Gobierno mantiene oficialmente todas las puertas al diálogo abiertas, incluidos ERC o JxCat. Pero se trata de un gesto de cara a la galería y una estrategia política más que otra cosa. Pedro Sánchez ya ha elegido la vía de Ciudadanos y el PNV para aprobar los Presupuestos.

El presidente del Gobierno se reúne el miércoles en La Moncloa con el líder del PP, Pablo Casado, y la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas. La expectativa es que el encuentro con Arrimadas afiance las negociaciones entre el partido naranja y el Ejecutivo.

Montero ha admitido tras el Consejo de Ministros que el objetivo de Hacienda es presentar las cuentas en tiempo y forma. Es decir, antes de octubre. La intención de la ministra es llevar al Congreso una nueva senda de déficit (techo de gasto) en la tercera semana de septiembre

Nuevo techo de gasto en septiembre

Este gesto es muy valorado por Ciudadanos. El Parlamento dio luz verde a una nueva senda déficit poco después de la investidura y antes del estallido de la covid-19. Según ha sabido este diario, el partido naranja interpreta que la nueva votación supone romper de facto el bloque de la investidura de Sánchez y escenificar una nueva mayoría parlamentaria.

El Gobierno tiene que enviar antes del 15 de octubre su plan de reformas a Bruselas. Y Sánchez quiere acompañarlo si es posible de un borrador de Presupuestos que encaje las primeras transferencias del fondo de rescate de la Unión Europea. Hacienda estima que España solicitará inicialmente unos 25.000 millones del paquete de 140.000 millones de euros previsto para nuestro país.

Algunos flecos como la supuesta condicionalidad de acceso a estos fondos y cómo afectará al déficit público si el dinero se reclama anticipadamente todavía están pendientes de negociación con las autoridades europeas.     

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