Pedro Sánchez intenta calmar la tormenta que ha desatado entre los gobiernos autonómicos, en particular los del PSOE, con su anuncio de que "no hay tiempo" para reformar el sistema de financiación autonómica en los dos años que restan de legislatura.
Habló este jueves por teléfono con el presidente valenciano, el socialista Ximo Puig, para tratar de calmar los ánimos de los barones del PSOE porque esa comunidad y Andalucía -que aspiraba a ser resarcida con 4.000 millones de deuda histórica- van a ser de las más perjudicadas.
A todos ellos les va a recordar que el antecesor de María Jesús Montero en el Ministerio de Hacienda, Cristóbal Montoro, ya "ofreció lo mismo" que ella en una conversación que mantuvo hace meses con el presidente extremeño y presidente del Consejo de Política Federal del PSOE, Guillermo Fernández Vara: una cantidad "transitoria" para 2018 y 2019, explican a Vozpópuli diversas fuentes gubernamentales y del PSOE.
Ximo Puig avisó este jueves al presidente, en nombre de los barones que "debemos acercar posiciones" porque no renuncian a reformar la financiación autonómica
Es decir, que la idea del presidente del Gobierno de que no habrá reforma en esta legislatura pero sí dinero para financiar las urgencias de unos sistemas de educación, sanidad y dependencia, muy deteriorados en los años de la crisis, "ya estaba sobre la mesa" con el gobierno del PP.
Aún así, Puig no ocultó a los periodistas su contrariedad por el anuncio de Sánchez con el que, dijo, debe "aproximar posiciones"; es decir, no da por perdida la reforma pese a lo anunciado el martes por el presidente del Gobierno en el Senado."Es irrenunciable que haya un nuevo modelo (de financiación) porque hay que acabar con la injusticia que padecen la Comunitat Valenciana y otros territorios, que se acabe con las profundas asimetrías que existen en España".
Para el presidente valenciano, como para Vara, la andaluza, Susana Díaz, el gallego Alberto Núnez Feijóo, o el castellano-leonés, Juan Vicente Herrera, una cosa es que haya transferencias del Estado en los próximos dos años para aliviar sus infrafinanciados servicios sociales: Sanidad, Educación y Dependencia -un "avance" con "efectos transitorios", en palabras de Puig-, y otra que se renuncie a negociar en esta legislatura.
La 'sombra' de un acuerdo bajo la mesa entre el Gobierno y la Generalitat para hacer una quita de los 70.000 millones de deuda de Cataluña ha desatado suspicacias
Tras esta tormenta desatada por el anuncio del presidente del Gobierno se encuentran las eternas suspicacias, cuando de financiación se habla, de un posible acuerdo bajo la mesa entre el Gobierno y la Generalitat de Cataluña para aliviar los 70.000 millones de deuda de esa comunidad.
El hecho de que el recién elegido gobierno renuncie a debatir de partida en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) que iba a convocar Cristóbal Montoro, antes de que triunfara la moción de censura no contribuye a disipar esas sospechas.
De hecho, el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Manuel Jiménez Barrios, avisó el miércoles de "la imperiosa necesidad de que este proceso se lleve a cabo mediante una discusión abierta a todos, que garantice la transparencia de los acuerdos y la igualdad de oportunidades en el conjunto del territorio nacional".
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