La figura de Felipe VI, en los últimos años, dista de aquella representación diplomática que representa el Jefe del Estado y en la que los sucesivos Gobiernos se refugiaban para extender sus relaciones en el mundo o restituir los lazos que, por razones políticas, pudieran haber resultado dañadas: Pedro Sánchez no recurre al Rey como ocurriera en legislaturas interiores para sentar las bases de la agenda internacional. Fuentes diplomáticas consultadas por Vozpópuli manifiestan su extrañeza por la "asiduidad" en la que el monarca viaja al exterior solo, sin ministros, así como su ausencia en escenarios que antes eran habituales para la Corona.
Tras la instauración de la democracia en España, la figura del Jefe del Estado ha estado estrechamente ligada a la política exterior de la nación. Primero Juan Carlos I y después Felipe VI han representado a nuestro país ante la comunidad internacional, en actos particularmente relevantes o tendiendo puentes donde los órganos habituales de la administración no lograban sentar las bases de una relación sólida o en escenarios en los que -por tradición histórica- la Corona mantiene vínculos de fraternidad.
También era habitual que, en cada viaje institucional de Felipe VI, miembros destacados del Gobierno le arropasen y acompañasen, como gesto sólido de España en su agenda exterior. Dinámicas, no obstante, que se han roto los últimos años; coincidiendo con los Gobiernos de coalición -primero Podemos y después Sumar, proclives a un referéndum sobre la monarquía-, es habitual ver al Rey sin esa comitiva de miembros del Ejecutivo de primer nivel.
Así ha ocurrido recientemente en El Salvador. Felipe VI asistió el pasado 1 de junio a la toma de posesión de Nayib Bukele, con quien el Gobierno de Pedro Sánchez no tiene relaciones particularmente fluidas. El Gobierno decidió que ninguno de sus ministros viajase junto al Rey. En su lugar lo hizo la secretaria de Estado para Iberoamérica, Susana Sumelzo.
Lo mismo ocurrió a finales de 2023, cuando el ministro de Asuntos Exteriores confió la representación de la diplomacia española en un subsecretario de Estado, Luis Cuesta, para acompañar a Felipe VI a Kuwait, en un viaje relacionado con la reciente muerte del emir Ahmed Nawaf Al Sabah.
Hay más antecedentes. Felipe VI tampoco contó con la compañía de ningún ministro en la toma de posesión del presidente argentino, Javier Milei, con quien el Gobierno de Sánchez también enfrenta una brecha diplomática. Entonces viajó con él Juan Fernández Trigo, secretario de Estado para Iberoamérica, el Caribe y el Español en el Mundo.
El papel de Felipe VI
Las fuentes diplomáticas consultadas por este diario también indican la ausencia de la figura del Jefe del Estado en escenarios en los que antes era habitual su participación. Marruecos es uno de ellos. El ingreso hospitalario en Logroño del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, propició una grave crisis entre Rabat y Madrid, hasta el punto de que el reino alauí retiró a su embajadora y permitió la entrada de miles de personas por vías irregulares a Ceuta.
Las relaciones con Marruecos están salpicadas de luces y sombras en las últimas décadas. La crisis de Perejil fue, quizá, la más aguda de todas las que se han vivido en democracia. Pero siempre se ha considerado que la relación entre las dos monarquías salvaba un último hilo en el diálogo a ambos lados del Estrecho.
Pedro Sánchez, no obstante, optó por una vía inédita para restituir sus relaciones con Mohamed VI: el reconocimiento de los planes de soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, dando un giro sin precedentes a la postura de España sobre la cuestión.
En estos últimos años de Gobierno tampoco se han registrado viajes de la Corona española a países árabes, donde el rey emérito sí mantenía una estrecha relación. Los negocios armamentísticos con Arabia Saudí, impulsados por Juan Carlos I, de hecho han sido objeto de áridas polémicas en el seno del Ejecutivo de coalición.
Cumbre de la OTAN y Granada
Las mismas fuentes diplomáticas consultadas por este diario recuerdan, no obstante, el papel desempeñado por Felipe VI y la Reina Letizia en encuentros recientes de primer orden internacional que se han celebrado en España.
Se trata de la Cumbre de la OTAN celebrada en Madrid en junio de 2022 , que reunió a presidentes del Gobierno y Jefes de Estado de los países aliados, a los que Felipe VI y la Reina Letizia acogieron en múltiples actos institucionales; y la Comunidad Política Europea (CPE) celebrada en Granada, en octubre de 2023, bajo la presidencia española del Consejo de la Unión Europea, que contó con la presencia de Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania.
Dos encuentros en los que la Corona ha asumido un protagonismo destacado; entre otras razones porque los escenarios, en territorio nacional, propiciaban la participación directa de la Casa Real.
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