Política

El Gobierno intensifica su campaña contra la prensa: no responde a preguntas parlamentarias basadas en "informaciones periodística"

El Ejecutivo quiere rentabilizar su guerra contra la prensa con una treta para evitar preguntas incómodas en sede parlamentaria

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno / EP.

El Gobierno de Pedro Sánchez mantiene su cruzada contra la prensa. Pilar Alegría ha vuelto a arremeter contra los medios que dieron las informaciones sobre el hermano del presidente, Daniel Sánchez, y que han provocado que una jueza de Badajoz abra diligencias contra él por un presunto delito de prevaricación entre otros. Ahora, el Ejecutivo quiere rentabilizar su guerra contra la prensa con una treta para evitar preguntas incómodas en sede parlamentaria, impidiendo la labor de control que la oposición política debe ejercer.

En concreto, Moncloa ha abierto la veda para no responder en el Congreso de los Diputados a ninguna pregunta escrita basada en publicaciones en prensa. "El Gobierno no realiza comentarios sobre informaciones periodísticas", reza la respuesta escrita de Presidencia al diputado de UPN Alberto Catalán, quien registró una pregunta escrita para interesarse por las conversaciones mantenidas entre Pedro Sánchez y el expresidente de la RFEF, Luis Rubiales, sobre la inclusión de Marruecos en el Mundial.

De esta manera, el Ejecutivo de Sánchez abre la puerta por primera vez a ignorar cualquier respuesta escrita relacionada con casos descubiertos por la prensa o en los que su labor ha sido fundamental para conocer más detalles: el caso Koldo, el presunto tráfico de influencias de Begoña Gómez o los beneficios fiscales de su hermano, Daniel Sánchez Pérez Castejón.

En otras ocasiones, el Gobierno se ha referido a la ley de secretos oficiales -de origen franquista- para evitar responder preguntas concretas sobre asesores o utilización del Falcon. También es frecuente la estrategia '¿dónde vas? Manzanas traigo'; contestar algo que no tiene nada que ver con lo que se pregunta para evitar responder. Pero es la primera vez que utiliza como argumento que la pregunta se basa en informaciones periodísticas.

El Gobierno limita así también la acción del cuarto poder, cuya misión es vigilar la acción de los otros poderes, incluido el político. Si los políticos no pueden preguntar por escrito sobre publicaciones hechas en medios, la labor de la prensa queda constreñida.

Respuestas parlamentarias sin leer las preguntas

El Gobierno está perdiendo a respeto al control parlamentario. Prueba de ello es que hasta 6 ministros tienen 9 peticiones de comparecencia pendientes en el Senado. También se burla de las preguntas de los senadores o las responde sin leerlas. Este periódico se hizo eco de la contestación que dio el Ejecutivo de Sánchez al senador del PP Agustín Almodóbar ante su pregunta por el uso del Falcon.

Almodóbar preguntó los motivos por los que el Gobierno movilizó el Falcon el 5 de abril a las 08:12 horas desde las bases aérea de Torrejón de Ardoz con destino a Roma (Italia) y regresó el mismo día a las 15:27 horas. La respuesta del Gobierno, en 16 palabras, fue: "No podemos contestar su pregunta por no especificar la fecha concreta a la que se refiere".

Moncloa ha llegado a rebelarse contra los dictámenes del Consejo de Transparencia. Ante las cuestiones planteadas por Vozpópuli por esta vía sobre los vuelos cortos realizados en territorio nacional, Presidencia ha llegado a incumplir el plazo marcado por Transparencia para conceder la información requerida.

Sistema de alertas de Moncloa

Sánchez advirtió de que tras las elecciones europeas empezaría a trabajar en una "agenda de regeneración democrática", una herramienta que vestida de tan digno nombre podría servirle, en realidad, para atar en corto a los medios de prensa críticos con la gestión socialista. En estos momentos, el Gobierno cuenta con un sistema de alertas que informa al momento al presidente de todas las menciones que se le hagan en radio y televisión -costó 15.000 euros del erario público. El Gobierno, de momento, se ha negado a confirmar si este sistema va a tener alguna influencia en el reparto de la publicidad institucional.

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