Política

El Gobierno justifica el gasto de dinero público en la promoción del libro de Sánchez: entra en el "ejercicio de las funciones"

El Ejecutivo de Sánchez asegura que "actúa en todo momento conforme a la Constitución y el resto del ordenamiento jurídico"

El Gobierno da por primera vez explicaciones escritas sobre la utilización por parte de Pedro Sánchez del dinero público para promocionar su libro 'Tierra firme'. Una publicación que, al igual que 'Manual de Resistencia', le está reportando notables ganancias económicas (más de 60.000 euros). En una respuesta escrita del Ejecutivo a las dudas formuladas por Vox sobre este asunto, el Gobierno justifica la utilización de recursos públicos en este acto de interés privado para Sánchez, aduciendo que entraba "en el ejercicio de las funciones" del presidente.

Vozpópuli adelantó en exclusiva que el Ejecutivo había utilizado para el acto de presentación del libro de Sánchez -que contó con Jorge Javier Vázquez como presentador estrella- con recursos públicos como servicios de maquillaje y peluquería; medios propios de la Unidad de Logística Informativa, compuestos por un vocal asesor, un operador de cámara y un fotógrafo; un dispositivo de seguridad; y un servicio de retransmisión que costó cerca de 3.000 euros y fue ofrecido por una empresa de Jaume Roures (Servicios Audiovisuales Overon, S.L).

Cuatro meses ha tardado el Gobierno en encontrar una respuesta a las preguntas formuladas por Vox al respecto. "Atendiendo a los estándares de calidad democrática que propugna el Gobierno, ¿considera este adecuado destinar recursos públicos para un acto sin conexión con las funciones constitucional y legalmente atribuidas al presidente del Gobierno?", preguntaron por escrito los diputados de Vox Carina Mejías, Andrés Alberto Rodríguez y Pedro Fernández.

El Gobierno justifica este gasto público de la siguiente manera: "La información que concierne a los servicios contratados para el ejercicio de las funciones reglamentariamente atribuidas a los distintos órganos de Presidencia del Gobierno se encuentra disponible en la Plataforma de Contratación del Sector Público".

En su justificación, el equipo de Pedro Sánchez añade que "el Gobierno actúa en todo momento conforme a la Constitución y el resto del ordenamiento jurídico, marco legal de las actividades del Presidente como cabeza del ejecutivo en nuestro modelo democrático. Su actividad pública es accesible en la página web de la Moncloa".

El Gobierno no da más explicaciones ni tampoco responde a la segunda cuestión formulada por el partido de Santiago Abascal; "¿Cuánto dinero se ha gastado en este concepto?". A los 3.000 euros que costó la retransmisión hay que añadir el de los servicios mencionados anteriormente. La sesión de maquillaje corrió a cargo de Ana Renedo, que en aquel momento trabajaba en la Moncloa por 30.346,80 euros. Renedo, experta en el mundo de la televisión y conocedora de la Moncloa desde los tiempos de Mariano Rajoy, fue llamada por Sánchez para este acto privado. La 'sesión de belleza' para presentar su libro tuvo un coste, según los precios marcados en el contrato, de 135 euros.

Como contó en exclusiva este periódico, la Oficina de Conflictos de Intereses, que entonces dependía del Ministerio de José Luis Escrivá (hoy gobernador del Banco de España), ni siquiera llegó a comprobar si el presidente está dado de alta en la Seguridad Social como autónomo para poder firmar sus contratos editoriales con Planeta. La Seguridad Social obliga a que "los escritores de libros" estén incluidos en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA).

Ninguneo del Gobierno al Congreso de los Diputados

Las recientes declaraciones de Pedro Sánchez afirmando que el Ejecutivo seguirá trabajando "con o sin concurso del poder Legislativo" han levantado tal polvareda que el presidente se vio obligado a matizarlas. Aunque lo cierto es que Sánchez lleva toda la legislatura "despreciando" el control parlamentario, como aseveran fuentes de la oposición.

Las solicitudes de comparecencia en el Senado para el presidente y los ministros siguen acumulándose sin respuesta. Un factor al que hay que añadir su manera de esquivar las preguntas escritas que la oposición formula en la Cámara Baja.

En ocasiones, el Gobierno responde sin ni siquiera leer la pregunta del diputado, como ocurrió con la contestación que dio el Ejecutivo de Sánchez al senador del PP Agustín Almodóbar ante su pregunta por el uso del Falcon.

Almodóbar preguntó los motivos por los que el Gobierno movilizó el Falcon el 5 de abril a las 08:12 horas desde las bases aérea de Torrejón de Ardoz con destino a Roma (Italia) y regresó el mismo día a las 15:27 horas. La respuesta del Gobierno, en 16 palabras, fue: "No podemos contestar su pregunta por no especificar la fecha concreta a la que se refiere".

Otra de las llamativas excusas del Gobierno de Sánchez para no responder es apelar a que "no realiza comentarios sobre informaciones periodísticas", como señaló por escrito al diputado de UPN Alberto Catalán, quien registró una pregunta para interesarse por las conversaciones mantenidas entre Pedro Sánchez el expresidente de la RFEF, Luis Rubiales, sobre la inclusión de Marruecos en el Mundial.

Junto a este tipo de requiebros, hay uno que se encuentra entre los favoritos del Ejecutivo para no responder lo que se le pregunta: apelar a la ley de secretos oficiales -diseñada en el franquismo-.

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