España está viviendo uno de los veranos más agitados a nivel migratorio de los últimos años. Centenares de menores no acompañados (menas) han entrado a nuestro país desde que empezó 2024, teniendo un repunte de llegadas muy pronunciado en las últimas semanas. El Gobierno de Pedro Sánchez, hasta el momento, está siendo incapaz de solucionar esta crisis.
La solución adoptada por el Ejecutivo ha sido la de repartir a los menas entre las diferentes Comunidades Autónomas de España, llevando a estas al límite de sus posibilidades en términos de espacios de acogida y en gasto económico. Sin ir más lejos, esta situación hará que la Comunidad de Madrid acoja a lo largo del año más de 2.000 menas, cifras increíblemente superiores a los 1.300 con los que cerró el 2023.
A nivel general existe la percepción de que todos los menores no acompañados que son acogidos en España llegan a nuestro país por la costa de las Islas Canarias, pero no es así. Canarias tiene un grave problema con la inmigración ilegal, y sus cifras van en aumento cada vez más, provocando el colapso de acogida que azota a la región. Sin embargo, el aeropuerto de Barajas se ha convertido en el epicentro de este rompecabezas.
Como hemos explicado en otras ocasiones, decenas de menas embarcan en vuelos desde Mauritania hasta Marruecos, donde cogen otro avión de la compañía Royal Air Maroc que los deja en Madrid, donde supuestamente deben continuar su viaje a El Salvador.
Una travesía que siempre se queda ahí, ya que los menores no acompañados aprovechan el limbo legal que existe y solicitan asilo en nuestro país. Además, otro buen puñado de ellos consiguen entrar en Madrid bien desde otras Comunidades Autónomas u otros países de la Unión Europea, también por vía aérea.
Los menas colapsan Barajas en el mes de julio
Una situación ante la que Jupol ha expresado su "especial preocupación", del mismo modo que la Comunidad de Madrid, a través de Ana Dávila, consejera de Asuntos Sociales, solicitó por carta al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, medidas urgentes para frenar esta hemorragia migratoria.
Interior confirmó, como respuesta a la segunda carta de la CAM, que la estrategia adoptada desde mayo en el aeropuerto de Barajas había puesto fin a esta crisis. De hecho, señalaron que "superado el repunte de llegadas en enero", todo se tranquilizó.
Además de acusar al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso de "alimentar una alarma injustificada de manera irresponsable". Por último, hicieron especial hincapié en que "las salas de asilo de Barajas funcionan con plena normalidad, sin superar las 30 personas".
Algo que Vozpópuli ha podido confirmar que no es así. Desde el pasado mes de noviembre, la llegada de menas a Barajas fue in crescendo hasta alcanzar el récord en enero del presente año, con 274 menores que utilizaron el aeropuerto como vía de aterrizaje. El final del invierno y el comienzo de la primavera dieron un respiro a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado que salvaguardan el aeropuerto.
Sin embargo, el verano ha vuelto a poner de manifiesto la ineficacia del Ministerio del Interior. Según ha podido saber en primicia este periódico, durante el mes de julio aterrizaron en Barajas 231 menas de forma ilegal, elevando en 179 personas más la cifra alcanzada en junio, cuando llegaron únicamente 49 menores.
A falta de conocer las cifras de agosto, el verano está siendo catastrófico para Barajas e Interior, afectando, de forma directa, a la Comunidad de Madrid y el resto de autonomías que deben hacerse cargo de todos estos menas, contando con escasa ayuda por parte del Gobierno nacional.
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