Política

El Gobierno quita mérito a Cs: ya hubo rebaja de impuestos de 12.309 millones en 2015 y 2016

Ciudadanos intenta sumar a su medallero la reducción de impuestos en los presupuestos de 2017, pero el Gobierno le ha recordado que solo en 2015 y 2016 ya rebajó el IRPF y Sociedades en 12.309 millones.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha recordado que en los dos últimos años, el Gobierno ya rebajó el Impuesto sobre la Renta y Sociedades en 12.309 millones, lo que ha contribuido de forma determinante al crecimiento económico. Se trata de una rebaja impositiva que, por su volumen, carece de precedentes en la historia de España, ha señalado Montoro. Solo en IRPF la reducción en este bienio fue de 9.300 millones, lo que contrasta, por ejemplo, con la rebaja de 3.000 millones del año 2003.

Los impuestos medioambientales quedan supeditados a lo que se decida cuando se reforme la financiación autonómica

Este recordatorio por parte del Gobierno se da en un momento en el que Ciudadanos está presumiendo de haber impedido que en las cuentas estatales de este año, aprobadas hoy por el Consejo de Ministros, no se hayan incorporado ni los impuestos medioambientales ni tampoco el que puede llegar a gravar las bebidas azucaradas. Los primeros, incluidos en el acuerdo de investidura con Ciudadanos, están condicionados a lo que se decida en la comisión de expertos que estudia la reforma de la financiación autonómica. El segundo, está en proceso de maduración y ni siquiera tiene elaborado todavía el anteproyecto de ley.

El ministro de Hacienda ha puesto en valor algunas de las medidas que van en estos presupuestos y figuran, en parte, en el acuerdo con la formación que lidera Albert Rivera. Hay 100 millones más para dependencia, la partida para educación crece el 1,7% y los recursos para Justicia aumentan el 7,6%. Por otra parte, el aumento de la financiación para las comunidades supera los 5.300 millones y a fomento del empleo se destinan el 5,5% más de recursos.

Las referencias con las que trabaja el Ejecutivo apuntan a una previsión de crecimiento del 2,5% que, probablemente, será revisado al alza. El empleo crecerá en 506.000 personas y la tasa de paro prevista acabará el ejercicio en el 17,5%, con dos puntos de caída respecto a 2016.

El contexto en el que el Gobierno remite estos Presupuestos al Congreso viene condicionado por una deuda pública que el año pasado cerró en el 99,4% del PIB, más de la mitad en manos de acreedores extranjeros. No obstante, gracias a la confianza generada por la política económica, el Tesoro ha podido emitir en los últimos años una media cercana a los 350.000 millones de euros –este año está prevista una emisión bruta de 220.000 –, a tipos de interés muy favorables, alejados de los de 2012. En 2016 tuvieron que pagarse casi 34.000 millones en intereses, factura que este año puede quedar en poco más de 32.000 debido al esfuerzo realizado por el Tesoro para alargar la vida media de la deuda, abaratar los costes y diversificar la base inversora.

Menos deuda privada

Este aumento del endeudamiento público ha ido paralelo a una intensa reducción del privado, facilitado por una política tributaria que ha limitado la deducibilidad de los gastos financieros sobre las bases imponibles. El pasivo neto del sector privado pasó del 67% en 2008, primer año de la crisis, al 14,3% del PIB hace dos años. El endeudamiento bruto de los hogares disminuyó desde 2012 en más de 134.000 millones, hasta los 733.000. Esta misma tendencia es la que quiere imponer el Gobierno en el sector público, pues es lo que permitirá mantener la apuesta internacional por España.

Una de las principales fortalezas que el Gobierno ve en la economía española deriva de su creciente capacidad de financiación frente al exterior, que ha llegado hasta el 2% del PIB, lo que ha podido acabar compensando algo la posible caída de las exportaciones. En todo caso, es algo imprescindible para reducir la deuda externa y se ha conseguido gracias al duro ajuste realizado en el déficit. El Gobierno de Mariano Rajoy lo cogió en el 9% a finales de 2011 y va camino de dejarlo en 2018 por debajo del 3% quedando así fuera, por fin, de la vigilancia especial establecida por la Comisión Europea en 2007, un paso al que hoy ha dado suma importancia Cristóbal Montoro. Por primera vez desde 2008, las administraciones públicas cumplieron con los objetivos marcados.

Montoro recuerda que el año que viene España quedará fuera de la vigilancia especial que Bruselas impuso por déficit excesivo

Además, durante el último periodo España casi ha recuperado el PIB per cápita de antes de la crisis- supera los 25.500 euros-, tiene más de 17,8 millones de ocupados con una tendencia ascendente que puede llegar a los 20,7 millones de la precrisis gracias, en parte, a la reforma laboral, y ha estabilizado el endeudamiento exterior, con una considerable caída de la prima de riesgo. El ministro Luis de Guindos ha cifrado en 85.000 millones la reducción del endeudamiento externo.

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