El Ministerio de Asuntos Exteriores prepara la repatriación en junio desde Perú de otro grupo de presos españoles para que cumplan aquí el resto de su condena, según ha sabido Vozpópuli en fuentes diplomáticas. Esta operación es continuación de una primera repatriación de 31 presos, en marzo pasado, coincidiendo con la visita a aquel país del titular de Exteriores, Alfonso Dastis.
Perú es uno de los países del mundo con más reclusos extranjeros en sus cárceles, alrededor de 1.800 (300 de ellos españoles) de 74 nacionalidades, la mayoría condenados por tráfico de drogas. Y eso era así porque, aunque el convenio sobre cumplimiento de penas con Perú data de 1986, hasta el año pasado el procedimiento de expatriación de un condenado era judicial, no administrativo, provocando mucha lentitud y coste a las familias.
Los graves problemas de hacinamiento y salubridad en sus prisiones hicieron que en 2016 las autoridades reconsideraran el sistema y un decreto convirtió el procedimiento judicial en administrativo, con el objetivo de descongestionar los centros carcelarios. De hecho, la Oficina del Defensor del Pueblo español había recibido a lo largo de los últimos años numerosas quejas relativas a los presos españoles en ese país, y en Marruecos, y las trasladó al Gobierno.
El 13 de marzo llegaron a Madrid esos 31 primeros presos repatriados desde Perú, y lo hicieron acompañados de 19 españoles que malvivían en condiciones de precariedad el país andino y que el Gobierno decidió traer por razones humanitarias. Lo hicieron en un avión de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex), fletado expresamente por el Ejecutivo español.