El Gobierno prohibirá por ley que las eléctricas puedan cortar la luz a familias sin recursos. El nuevo bono social -medida que subvenciona la tarifa a colectivos vulnerables- será aprobado en breve por el Consejo de Ministros e incluirá esta medida, tal y como exigía el PSOE para apoyarlo. El Tribunal Supremo tumbó en octubre el anterior bono social, estimando las demandas de las empresas del sector, y el Ejecutivo trabajaba a contrarreloj para articular otro modelo antes de fin de año. El ministro de Energía, Álvaro Nadal, lo ha pactado con los socialistas, sellando el acuerdo en una reunión este miércoles en el Congreso. Se plasmará en un decreto este viernes o el que viene y será convalidado en la Cámara baja a comienzos de año con el ‘sí’ de populares y socialistas. El resto de partidos ha quedado fuera porque, según Nadal, no ha mostrado interés en el asunto.
El PSOE consigue así una nueva victoria en política social, tal y como ha resaltado su portavoz parlamentario, Antonio Hernando, que ha llevado la negociación y se ha entrevistado hoy con el ministro. El resultado de las conversaciones permite al socialismo arrebatar a Podemos el protagonismo en la lucha contra la pobreza energética y poner sobre la mesa un logro cuantificable producto de su labor: no habrá más cortes de luz a familias vulnerables.
"Es el principio del fin de la pobreza energética", ha proclamado Hernando desde la Cámara baja, "un buen acuerdo para las familias muy vulnerables". El Ejecutivo se ha comprometido a reformar el artículo 42 de la ley del sector eléctrico para incluir la exigencia del PSOE, cuyo detalle se desgranará en un "reglamento". En tres meses, quedará concretado qué se entiende exactamente por familias "vulnerables" y quiénes se pueden beneficiar de la iniciativa.
"Es el principio del fin de la pobreza energética"
Nadal emprendió una ronda de contactos con los grupos parlamentarios tras acceder al cargo para explorar una respuesta a la sentencia del Supremo. Su postura era que las eléctricas siguieran financiando el bono social, aunque ampliando esa responsabilidad a todas las compañías del sector y no solo a las más grandes, cumpliendo así con la jurisprudencia. El PSOE encajó bien la propuesta, aunque haciendo valer su posición de fuerza -con su apoyo el Gobierno tiene garantizado sacar adelante el decreto- para que también incluya esta medida contra la pobreza energética.
Podemos se muestra muy crítico con el pacto, que considera "un chanchullo" para "lavarle la cara" al Gobierno. Así lo ha expresado su diputado y secretario de Relaciones con la Sociedad Civil, Rafael Mayoral, que denuncia un "acuerdo oscurantista" realizado "a espaldas del Parlamento y a espaldas de las organizaciones sociales" entre los "dos viejos partidos". A juicio de Mayoral, se ha vuelto a poner de manifiesto que en España impera una "gran coalición" PP-PSOE, con Ciudadanos en "fuera de juego" y Podemos como única "alternativa". La formación morada cree que el problema de fondo sigue sin abordarse y que lo que se ha hecho es poner "un parche".
Ciudadanos, que quedó al margen de los aspectos nucleares del acuerdo, asegura que por su parte han hecho "los deberes" trasladando sus posiciones al Ejecutivo, pero que Nadal ha ido "dando bandazos" hasta acabar cerrando la iniciativa solo con el PSOE. Su portavoz de Energía, Melisa Rodríguez, ha enfatizado que ayer mismo le enviaron por correo al ministro otra vez sus postulados, algunos de los cuales han sido incluidos en el acuerdo entre Nadal y los socialistas.
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