Pedro Sánchez ha convertido la causa de Begoña Gómez en una cuestión patriótica. El presidente del Gobierno ha movilizado a su Consejo de Ministros, al Ministerio de Exteriores y hasta al Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, para salir en defensa de su mujer tras ser calificada de "corrupta" por el presidente de Argentina -días después de ser acusado de drogadicto por parte de Óscar Puente, ministro de Transportes-. En el ámbito nacional, Sánchez también saca toda la artillería, primera contra los periódicos que denunciaron el presunto tráfico de influencias de Gómez -del que no se han ofrecido todavía explicaciones-, a los que califica de "fango", y ahora lo hace también en el Congreso de los Diputados, donde el Ejecutivo niega taxativamente en una respuesta parlamentaria que su esposa mediara entre empresas del sector privado y Moncloa. Eso sí, solo dedica para ello trece palabras.
Es una de las respuestas más contundentes que el Gobierno de Sánchez haya dado por la vía escrita. La pregunta viene formulada por el grupo parlamentario Vox y es bastante directa: "¿Tiene constancia el Gobierno sobre la actividad de intermediación de Begoña Gómez entre empresas privadas y el Gobierno?". El Gobierno se desquita con 13 palabras: "No se puede tener constancia de un hecho que no se ha producido".
El Ejecutivo no considera que Begoña Gómez medió entre la empresa de Carlos Barrabés (Innova Next) y el Gobierno pese a que escribió dos cartas que decantaron la balanza por la UTE de este empresario con The Valley y le permitió acceder a 10 millones de euros en concursos públicos del Ministerio de Asuntos Económicos. Barrabés ayudó a Gómez a montar el máster en Transformación Social Corporativa que dirige en la Complutense y también ejerce de profesor.
Como recuerda Vox, desde julio de 2020, cuando se produjo la mediación de Begoña Gómez, hasta 2023, la empresa de Barrabés ganó 18 millones de euros en contratos públicos.
Comparecencia de Pedro Sánchez
Por primera vez, el presidente del Gobierno dará explicaciones públicas sobre el presunto tráfico de influencias de Begoña Gómez. Una serie de informaciones que hicieron a Sánchez retirarse cinco días para después decir, pese a estar "profundamente enamorado", que se quedaba en Moncloa y que hasta se presentará a las próximas elecciones. Después de un mes y medio desde que El Confidencial hiciera pública la carta de recomendación de Begoña Gómez, Sánchez comparecerá a petición del Partido Popular en el Congreso de los Diputados para dar explicaciones al respecto.
Una sesión en la que el presidente deberá dar cuenta también del Acuerdo de Gibraltar y de las conversaciones mantenidas el último Consejo Europeo.
La 'carta Milei'
La comparecencia de Sánchez se producirá tras una movilización organizada de todos sus peones para condenar las palabras del presidente argentino, Javier Milei, en el Viva 24, el festival organizado por Vox este fin de semana con presencia de diversas formaciones derechistas. El líder argentino se dirigió a la mujer de Sánchez como "corrupta", generando la segunda crisis diplomática entre ambos países. La primera fue provocada por Puente y su acusación al mandatario argentino de consumir drogas.
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha exigido una "rectificación pública" a Milei trasladada a través del embajador de Argentina en Madrid, Roberto Bosch. Además, ha llamado a consultas sine die al embajador español en Argentina, una reacción habitual ante un ataque diplomático grave.
Mientras, la causa contra Begoña Gómez sigue su cauce en los tribunales. El juez que investiga la denuncia de Manos Limpias ha aceptado a Vox como acusación popular en el procedimiento después de que haya depositado la fianza exigida (10.000 euros).
