Para Pedro Sánchez la sostenibilidad está muy bien para el medio ambiente, pero no así para la Administración General del Estado. Un ente de dimensiones elefantiásicas que no ha dejado de crecer desde que es inquilino en la Moncloa, allá por 2018. El Gobierno de Pedro Sánchez requiere para sus fines de 757 altos cargos, un centenar más de los que hacía uso el Ejecutivo de Mariano Rajoy en 2016. Los datos de Función Pública a los que ha accedido este periódico certifican que tal es la nómina de altos cargos del Ejecutivo a 31 de diciembre de 2023.
En 2018, cuando la Presidencia del Gobierno estuvo ocupada medio año por el presidente popular y otro medio por Sánchez, la cifra de altos cargos se cifró en 707. A medida que han ido pasando los años, el número de altos cargos no ha dejado de aumentar, especialmente bajo el mandato sanchista. En diciembre de 2017, último año completo de Rajoy como presidente, el Ejecutivo contaba con 671 altos cargos, 86 menos que en la actualidad.
Un año atrás, en 2016, el equipo de Rajoy contaba con 642 altos cargos. O sea, que el Gobierno de PSOE y Sumar, con sus 22 ministerios, tiene en nómina a 115 altos cargos más, la viva imagen de una Administración estatal que sigue creciendo a ritmo descontrolado, inmune a la inflación y pérdida de poder adquisitivo del resto de españoles.
El aumento de peso de la administración pública es directamente proporcional al ritmo de colocación de amigos de Sánchez. El último y más notorio fue destapado por este Vozpópuli: la designación de Juan Manuel Serrano, responsable del hundimiento de Correos, como director general de la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte (SEITT).
Dejar a Correos con 1.100 millones de deuda es pecata minuta si se ha sido leal a Sánchez en el pasado. Se mantuvo a su lado cuando el comité federal del PSOE destituyó al ahora presidente del Gobierno en 2016. Y le acompañó como jefe de gabinete en su victoria en las primarias y su regreso a la secretaría general un año después.
Otra de las figuras que se podría mencionar es la de Borja Cabezón, eminente embajador para la covid-19 sin tener ninguna experiencia en el ámbito sanitario y ahora recolocado como consejero delegado de la empresa pública ENISA con casi 100.000 euros de sueldo anual.
Récord de gasto en salarios de asesores y altos cargos
Estos nombres propios solo son un ejemplo mínimo de una larga lista de asesores y altos cargos que cuestan a las arcas públicas 132,7 millones de euros. Una cifra histórica como certifican los registros de la Intervención General de la Administración del Estado (Igae).
Los altos cargos, cada vez más numerosos, han consumido 73,8 millones de euros de recursos públicos el último año. Una cifra que supone un incremento de 2,6 millones de euros respecto a lo que se gastaba en 2022; 3,6 millones más que en 2021 y 8 millones por encima de lo que dedicó en 2020.
En cuanto al número de asesores, en el último recuento efectuado por Función Pública -que ocultó los datos medio año-, correspondiente a julio de 2023, figuran un total de 869, un récord histórico. Del total, 447 asesores están al servicio de Sánchez y Bolaños, 57 más que en el último recuento.
En términos de gasto, estas nóminas les han costado a los españoles 58,9 millones de euros. Unos datos que implican que el Gobierno de coalición ha gastado 3,6 millones de euros más en pagar asesores que el año anterior, que también fue récord. Estos 58,9 millones contrastan con los 51,9 de 2021 o los 45 millones de 2020. Son cerca de 15 millones más en la actualidad para el mismo número -mastodóntico- de ministerios.
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