Uno de los guardias civiles que ha declarado este jueves en el Tribunal Supremo para explicar su participación en las actuaciones relacionadas con el 'procés' ha desvelado en su declaración que él es uno de los padres que puso una denuncia por obligar a su hijo a hacer una protesta en el patio de la escuela por las cargas policiales del 1-O. “Mi hijo está orgulloso del trabajo que tiene su padre”, ha dicho.
“Yo soy una de las personas que puso la denuncia. En el caso de mi hijo le sacaron a hacer una protesta con una pancarta. Yo me quejé, el instituto está para enseñar y dar las asignaturas que hay que dar”, ha dicho en el marco de su declaración en el alto tribunal en el juicio que sienta en el banquillo a 12 líderes independentistas que escuchaban su comparecencia.
En un principio estaba citado para que explicase su actuación en el Instituto Quercus de Sant Joan de Vilatorrada, donde relató todo tipo de hechos violentos y acoso sufrido por las personas partidarias de la consulta. Después de eso ha lamentado que la situación vivida ha afectado a nivel familiar y que algunos compañeros han pedido incluso el cambio de destino.
"Se masticaba el odio y la rabia"
“Se masticaba el odio y la rabia. No sé cómo todas esas personas han podido mantener todo este tiempo tanta rabia y tanto odio. Era inaudito”, ha comentado en otra fase de su interrogatorio en el que ha pedido que no se le vea la cara en los medios de comunicación al igual que el resto de sus compañeros.
En ese momento ha recordado cómo a él mismo le afectó "la situación del instituto". Al ser repreguntado por el fiscal Jaime Moreno ha sido cuando ha reconocido que él tuvo que denunciar la protesta que le obligaron a hacer a su hijo junto al resto de compañeros. “Mi hijo está orgulloso del trabajo que tiene su padre”, ha zanjado.
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