El primer movimiento en la batalla por el liderazgo del PSOE andaluz ha llegado de un grupo que era leal a Susana Díaz hasta hace bien poco. La dimisión en bloque de varios miembros de la ejecutiva provincial de Sevilla es, dicen varias fuentes consultadas por Vozpópuli, un aperitivo de lo que va a suceder en los próximos meses.
La investidura de Pedro Sánchez ha puesto fin a la tregua en el PSOE andaluz. El impacto de estas dimisiones es ciertamente relativo, pero viene precedido de los primeros rumores de candidatos alternativos. El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, no se descartó para aspirar al cargo. Y provocó un terremoto a nivel autonómico.
Existe una gran marejada de fondo en el socialismo andaluz, donde confluyen muchas corrientes en contra de Díaz: desde el sector más sanchista hasta parte de la vieja guardia de la expresidenta de la Junta apartada de la primera línea tras la debacle electoral. Y todos esos grupos ahora dispersos están intentando encontrarse para hacer un frente común contra Díaz.
"Son dimisiones de la provincial, pero apuntan más arriba", dicen desde el partido en Sevilla. "Estos son apenas los primeros balbuceos".
El PSOE-A está "desfasado"
Los altos cargos salientes han alegado "falta de sintonía" con la actual secretaria provincial, Verónica Pérez, persona de la máxima confianza de la líder del PSOE andaluz. El grupo, dicen varias fuentes a este diario, era afín a Díaz.
Pero, tras la derrota electoral y el mazazo de las primarias, aspiran a un cambio de modelo de partido y de proyecto político en Andalucía más adaptado al PSOE de la transición ecológica y banderas como el feminismo. En su opinión, el proyecto de Díaz está "desfasado", reniegan de su estilo de oposición y creen que la expresidenta no tiene tirón para recuperar la Junta.
Verónica Pérez ha restado importancia a las dimisiones, que ha calificado de "irrelevantes". La ejecutiva provincial del PSOE de Sevilla está formada por 73 personas.
"Desde el respeto y el cariño a los compañeros que han presentado su dimisión, creo que es absolutamente irrelevante para el funcionamiento y la vida cotidiana del PSOE, que está donde tiene que estar, con las cosas importantes, en la calle defendiendo los derechos de los ciudadanos y los valores de los socialistas", ha dicho Pérez.
Díaz mantiene su intención de seguir al frente del PSOE andaluz y repetir como candidata en las próximas elecciones. Ferraz y buena parte de su partido a nivel autonómico consideran que no es la persona adecuada para liderar la reconquista de la Junta de Andalucía, que el PSOE perdió por primera vez en democracia en las elecciones de finales del 2018.
Los congresos autonómicos
Los Estatutos del PSOE estipulan que transcurridos tres años del último congreso federal -junio del 2017-, el partido puede abrir nuevos procesos congresuales y de primarias para, en su caso, renovar liderazgos. Es decir, a partir de la segunda mitad de este año la veda está abierta.
Primero, eso sí, debería celebrarse un congreso federal y a partir de ahí se convocarían los autonómicos y provinciales en cascada. Además de la posibilidad de Espadas, el nombre que está en boca de todos para relevar a Díaz es el de la ministra de Hacienda y ahora portavoz del Gobierno, María Jesús Montero.
Pero en Andalucía piden paciencia. "Es pronto para hablar de nombres", recuerdan. "No sabemos cómo va a evolucionar el nuevo Gobierno con Podemos, o si Sánchez considera por ejemplo que ella es imprescindible en el Consejo de Ministros y corta cualquier vía de salida a Andalucía", añaden.
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